

La Cámara Nacional Electoral revocó el fallo de primera instancia que daba como ganador a Miguel Fernández en la interna del radicalismo provincial y, frente al pedido de la oposición que tiene como candidato a Pablo Domenichini, reconoció que existieron irregularidades y exige que se debe volver a votar en siete distritos.
En una elección muy reñida, el oficialismo se proclamó ganador, asimismo el sector referenciado en Martín Lousteau y Facundo Manes señaló que los votos no se contaron de una manera transparente y que existieron malos manejos en la definición. Luego de la presentación ante la justicia, determinaron que se tendrá que votar en las mesas anuladas de los distritos de Ezeiza, La Matanza, Quilmes, y en las mesas impugnadas de Tigre, San Martín, General Pueyrredón y Villarino.
Este nuevo proceso electoral retrasa la asunción de las nuevas autoridades en la Provincia de Buenos Aires. La misma estaba programada para el 25 de marzo. En un año de comicios de medio término en el plano nacional, la UCR provincial se dirime entre dos modelos, uno como opositor a la gestión libertaria y otro, el que encabeza Maximiliano Abad, con tintes dialoguistas.
Cabe recordar que el triunfo de Fernández fue avalado por el titular del juzgado Federal N°1 de La Plata, Alejo Ramos Padilla, quien a su vez convalidó el dictamen de la Junta Electoral Partidaria, la misma que fuera reprobada como tendenciosa por el sector opositor.
Si bien el magistrado declaró la nulidad de 14 mesas de votación en Quilmes, ocho en La Matanza y seis de Ezeiza, no hizo lugrar a la impugnación del resultado presentada por el espacio de Domenichini por considerar que las irregularidades detectadas no justificaban una nueva votación.
Frente a la insistencia de los reclamos, la Cámara ordenó que se vuelva a votar en todas las mesas anuladas de los distritos mencionados y en aquellos que fueron impugnadas en los demás territorios.