

Por: Federico Cedarri
En la Legislatura bonaerense ya se palpita lo que será la apertura de un nuevo período de sesiones ordinarias que presidirá este miércoles 5 de marzo desde las 17 horas el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
El mandatario provincial llega al Parlamento bonaerense luego de la jugada política que desplegó hace unos días cuando sacó a la palestra una nueva línea interna dentro del PJ bonaerense, que tiene en sus planes convertirse efectivamente en una tercera pata de poder que equipare el grado decisorio que ostentan Cristina Kirchner y Sergio Massa.
En esa línea es que se espera que el mandatario comience a emitir señales sobre las características que tendrá el cronograma electoral.
Desde la oposición de los ex Juntos por el Cambio alimentan la expectativa de que el mandatario aproveche la ocasión para dilucidar finalmente como se votará en territorio bonaerense.
“Esperamos algún tipo de señal con eso y con las suspensión de las PASO”, responde escueto un parlamentario centenario ante la consulta de PDS.
La suspensión de las internas a nivel nacional pone presión sobre la provincia de Buenos Aires que debe apelar indefectiblemente a una ley de la Legislatura para desengancharlas.
El gobernador bonaerense también debe comenzar a esbozar sus intenciones respecto a la cuestión como le viene pidiendo los legisladores del propio oficialismo: “No sabemos nada, estamos en ascuas”, destaca a este portal un legislador peronista que no reporta en el esquema del gobernador.
Si se avanzará efectivamente con la suspensión de las PASO el peronismo podría quedarse sin una herramienta sustancial para dirimir candidaturas en caso de que no se llegue a un acuerdo entre el kicillofismo y La Cámpora, por lo que se espera en el marco del ámbito parlamentario que el gobernador comience a desgranar precisiones en la Asamblea sobre los pasos a seguir en materia electoral.
En la misma sintonía de sus alocuciones anteriores desde que gobierna Javier Milei se aguarda que el mandatario provincial vuelva a arremeter furibundamente en una catársica diatriba contra el presidente por los recortes efectuados a la provincia de Buenos Aires por el Ejecutivo nacional: hará hincapié en la quita de los fondos de seguridad en una suma superior a los 700 millones de pesos.
También abrevará sobre la paralización de obras públicas sobre todo en las rutas bonaerenses, además cuestionará la eliminación del fondo de incentivo docente y los recursos para los subsidios al trasporte público.
Hay expectativas sobre lo que el gobernador puede referir respecto a lo acontecido en diciembre pasado cuando se frustraron las negociaciones por el Presupuesto, Ley Fiscal y endeudamiento.
En rigor, si bien durante febrero hubo un amago desde el Ejecutivo para reflotar los cabildeos, lo cierto es que el gobernador prorrogó la Ley de Leyes y además ya imprimió las boletas de los tributos provinciales con los montos del 2024.
Podría haber alguna referencia y pedido de apoyo respecto a la chance de un nuevo endeudamiento, la provincia en marzo debe afrontar vencimientos de la deuda reestructurada en 2020 por lo es factible alguna mención a la cuestión y hasta no se descarta que el mandatario esgrima el monto por el que podría solicitar autorización: sería del orden de los 1, 1 billones de pesos.
Hoy el gobierno bonaerense está utilizando cupos de autorizaciones que ya había aprobado la Legislatura para emitir Letras del Tesoro provincial y lograr financiarse en el corto plazo en el mercado local.
Si el gobernador bonaerense Axel Kicillof decidiese volver a solicitar un nuevo endeudamiento al Parlamento sabe que debe contar con los dos tercios del voto de los presentes de ambas Cámaras legislativas.
Por lo que indefectiblemente deberá sentarse a negociar con los sectores de la oposición que conformaron otrora Juntos por el Cambio: el macrismo y el radicalismo abadista, que además tienen intendentes diseminados en territorio bonaerense.
Ya avisaron tanto amarillos como boinas blancas que la contrapartida para acompañar un eventual endeudamiento será la composición de un fondo para intendentes con dinero fresco para el año electoral.
Nuevamente la vedette será el número, mientras en la gobernación se habían extendido en las últimas negociaciones a unos 2000 mil millones de pesos, las bancadas opositoras querían alrededor de 400 mil millones de pesos y un fondo adicional para seguridad.
“Sin fondo para intendentes no hay endeudamiento”, suelta un legislador macrista a este medio.
Cabe consignar que la prórroga del Presupuesto 2023 no contempla la inyección de fondos extras para los jefes comunales.