viernes 28 de marzo de 2025 - Edición Nº2305

Gremiales | 27 feb 2025

PLAN MOTOSIERRA

Trabajadores de la ANAC alertan del “peligro significativo” de un ajuste en el sector

Ante la posibilidad de despidos y transformaciones internas en el marco del programa de achicamiento del Estado, la coordinación nacional de ATE en el organismo elaboró un informe donde afirma que son los empleados “los garantes” de la seguridad aeroportuaria. Recordaron que gracias a su esfuerzo el país pasó una serie de auditorías internacionales.


Por: Diego Lanese

“La corrupción mata”, fue una frase que quedó grabada en el inconsciente colectivo, luego de hechos trágicos como el incendio de República Cromagnon o la tragedia de Once, donde quedó expuesto que la falta de controles por parte del estado propicio las situaciones.

Por estos días, este lema puede ser reconfigurado, a modo de advertencia: “el ajuste mata”. Es que desde que se pudo en marcha el segundo tramo del ajuste libertario, llamado “motosierra Deep”, se apuntó a entidades y organismos muy sensibles, que si se quedan sin capacidad operativa las consecuencias pueden ser fatales.

Una de estas entidades es la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), encargada de controlar la actividad en todos los aeropuertos del país. Las versiones indican que la gestión de Javier Milei quiere transformar la entidad, ya sea cambiando sus funciones o fusionándola con otros departamentos estatales, lo que es rechazado por sus trabajadores.

Además, se podrían producir despidos, si se aplica un ajuste como en otras oficinas de la administración pública, donde en marzo se dejarán de prorrogar los contratos de centenares de empleados, aumentando la sangría de personal. Ante esto, desde ATE en la ANAC alertaron del “peligro significativo” de esta política, y afirmaron que son ellos “los garantes” de la seguridad aeroportuaria, y de que el país no pierda su estatus internacional gracias al esfuerzo para cumplir las normas impuestas por las entidades del sector.

La preocupación por el posible ajuste en la ANAC quedó reflejada en una serie de asambleas que se están haciendo en todas las terminales aéreas del país, comenzando por las más grandes: El Aeropuerto Internacional de Ezeiza y el Aeroparque Metropolitano.

En estos encuentros, la coordinación nacional de ATE-ANAC presentó un informe donde detalla los problemas que pueden surgir si se achica el personal o se transfieren tareas, algo que suene con fuerza en el sector. En su documento, al que tuvo acceso Política del Sur, recordaron “la importancia del cumplimiento de los estándares internacionales en la aviación”, que es “fundamental para garantizar la seguridad operacional, la eficiencia y la interoperabilidad con otros países”.

En este sentido, la ANAC, como organismo del Estado, “tiene la responsabilidad de velar por el cumplimiento de la normativa nacional e internacional vigente”.

Por eso, consideraron que “el despido del personal del organismo estatal encargado de la vigilancia de la seguridad operacional en Argentina representa un peligro significativo. La pérdida de personal cualificado puede generar una degradación en los niveles de seguridad, con consecuencias potencialmente catastróficas”.

Además, la reducción de personal, ya sea por despidos o recortes en el organismo estatal encargado de realizar la vigilancia de la seguridad operacional de toda la aviación en nuestro país, puede generar “un peligro genérico para la seguridad operativa”.

Esto se debe a que “afecta directamente la capacidad de la organización para mantener niveles adecuados de control, coordinación y respuesta ante situaciones críticas”. Por eso, consideraron que “en un entorno donde la seguridad aérea no admite márgenes de error, la decisión de reducir personal técnico equivale a asumir riesgos que, en última instancia, pueden traducirse en incidentes con consecuencias irreversibles”.

La integridad del sistema de aviación civil requiere reconocer que la estabilidad del recurso humano no es una variable opcional, sino una condición indispensable para la seguridad operacional. Sin inversión en capacitación y sin estabilidad laboral, la seguridad operacional se ve gravemente amenazada, con consecuencias que pueden ser irreversibles para el sistema de aviación en Argentina”, agregaron.

Otro punto que toca este trabajo está vinculado al desgaste del personal técnico de seguridad operacional, que tiene “un impacto directo en la seguridad de la aviación”. La fatiga, la sobrecarga de tareas y la inestabilidad laboral son algunos de las cuestiones que detectaron desde ATE-ANAC, que pueden afectar “la atención, la toma de decisiones y la capacidad de respuesta ante eventos críticos”.  

Este documento, alertó el dirigente estatal, “está atravesado por otro factor, que es la transferencia de funciones sin la garantía de los puestos de trabajo, lo que genera tensión en el sector, todas cuestiones que atañen a la seguridad aérea”.

“Llamamos a la reflexión de todos, para que se interprete que todo trabajador que tiene que controlar un vuelo, que tiene que hacer tareas de sensibilidad, no puede estar en toda su capacidad profesional si se pone constantemente en cuestionamiento su trabajo o si debe preocuparse por el sostén de su familia. mes a mes, como está pasando”, resaltó Marcelo Belelli, coordinador nacional de ATE-ANAC.

En diálogo con Política del Sur, el dirigente sostuvo que este informe y las asambleas en todo el país busca “poner en visibilidad los riesgos que significa un ajuste en la ANAC en materia de seguridad área”.

En particular, Belleli se refirió a despidos que se están produciendo en el organismo, que “tienen impacto en la seguridad aérea y la operatividad de la entidad”.

Entre las conclusiones del documento, se destaca que “la seguridad operacional de la aviación depende directamente de la estabilidad y competencia del personal encargado de su supervisión”. “La reducción de personal técnico no solo deteriora la capacidad del Estado para garantizar estándares adecuados, sino que introduce riesgos que ninguna medida correctiva puede eliminar por completo”, afirmaron.

Durante el 2024, la ANAC superó una serie de auditorías e inspecciones a cargo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA). Según recordó Belelli, estos procesos internacionales se dieron “luego de cuestionamientos de las entidades”.

“La Argentina venía con esquema de evaluaciones negativas, puntualmente la OACI había dado una ‘recomendación de riesgo operacional’ para el país”, recordó el referente sindical. Pero a partir de estas auditorías, que comenzaron en el 2024 y finalizaron en enero de este año, se logró revertir y mejorar esta situación.

Para Belelli, esto “es favorable, ya que genera las condiciones para que la industria aeronáutica argentina no sea vista de manera negativa por la comunidad internacional”, y enfatizó que ese proceso “se llevó adelante en gran medida porque los trabajadores y trabajadoras de la ANAC demostraron que tienen la capacidad de cumplir las tareas que se le asignan”.

Cuando se decidió intervenir la ANAC, se usó como argumento las “deficiencias estructurales que ponían en riesgo la Categoría 1 del sistema aeronáutico nacional”. Esto se consiguió cambiar por el esfuerzo de los trabajadores de ANAC, según contó Belelli. “Si se pasaron estas auditorías es fundamentalmente porque se ordenaron cuestiones y los empleados de la ANAC demostraron su capacidad”.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias