

Desde distintos sectores del sindicalismo local y provincial sostienen que el Movimiento Sindical de Lanús no representa a la totalidad del movimiento obrero ni a la verdadera CGT, sino que su peso real se basa en la estructura del gobierno del intendente Julian Álvarez, dirigente del núcleo duro del Kirchnerismo y La Cámpora.
“Se sigue ninguneando al movimiento obrero”, afirmaron dirigentes gremiales que al ser consultados por Política del Sur cuestionaron el comunicado, al considerar que no expresa la voluntad de todos los sindicatos, sino de un sector afín al Ejecutivo local.
La salida de Benítez Daporta como Delegada del Ministerio de Trabajo de la Provincia, quien había llegado al cargo con el respaldo de Julián Álvarez, es interpretada como un golpe político dentro del armado kirchnerista local.
En su lugar, la nueva designación recayó en el Secretario General de Luz y Fuerza de Lomas de Zamora, Jorge Torres, dirigente que responde a Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda y principal impulsor del proyecto político del gobernador Axel Kicillof con vistas a las presidenciales de 2027, por fuera del kirchnerismo tradicional.
El nuevo delegado regional es parte del espacio del Presidente del Concejo Deliberante, Agustín Balladares, ya que ocupó el sexto lugar en la lista de concejales que el dirigente del Movimiento Evita presentó en la interna del PJ de Lanús. En esa contienda, Balladares perdió frente a Julián Álvarez, quien terminó al frente de la intendencia.
Fuentes gremiales interpretan esta designación como un reordenamiento dentro del oficialismo bonaerense: el cargo que había sido un pago político a Julián Álvarez ahora queda en manos de un sector alineado con Ferraresi, quien pone a una dirigente de su confianza en el puesto, consolidando su influencia en la estructura sindical del conurbano sur.
El desplazamiento de Benítez Daporta, lejos de ser un mero cambio de nombres, refleja la disputa interna dentro del peronismo bonaerense. Mientras Kicillof avanza en su armado político para 2027, la interna sindical sigue siendo un terreno clave en la puja de poder.