

Esta mañana, miles de usuarios del tren Roca fueron afectados a raíz del paro de trenes que ya había sido anunciado. La medida de fuerza comenzó a las 9 de la mañana y se extendió hasta las 15.
El cese de actividades anunciado por La Fraternidad, responde al cese de la conciliación obligatoria. Una vez finalizada, el gremio anunció que habrá un nuevo paro el 1 de marzo, justo el día que se celebra el "Día del Ferroviario".
Terminales de trenes como la de Constitución, se vieron colapsadas con personas que buscaban otras alternativas de viaje, haciendo que las líneas de colectivo no dieran abasto. La gente sabiendo de la medida de fuerza, no pudo utilizar el medio de transporte y aunque la hora pico ya había pasado, el caos fue total.
Algunas personas previendo el caos, eligieron salir más temprano. “Viajé mal, la verdad un desastre. Muchísima gente. Salí una hora antes, yendo a laburar”, expresó un pasajero apenas bajó del tren que terminaba en Constitución y agregó que para volver lo haría en otro medio de transporte.
“La gente quiere llegar, hace calor, es un desastre”, aseguró un pasajero fuera de la estación de Constitución. Otro trabajador que se encontraba en la parada de un colectivo para viajar hacia Glew, agregó “y esperá a que la gente salga de trabajar”, anunciando que las complicaciones para volver a casa continuarán.
“Todo el día perdido, es una vergüenza, porque no llegan a ningún arreglo. Nunca hacen nada, siempre se perjudica la gente, el que viene a trabajar”, dijo una pasajera que esperaba un colectivo a Brandsen, agregando también que debido al paro tendría 4 horas de viaje.
En la estación de Temperley, las personas se empujaban para llegar a la última formación que saldría antes del paro: “Sabía del paro, pero ya estamos acostumbrados a todo esto. Es imposible pero tampoco quieren abrir las otras puertas”, señaló un hombre intentando ingresar al único vagón con las puertas abiertas.
📍 Temperley | Martes difícil: nadie quiere perderse el último tren
— C5N (@C5N) January 28, 2025
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“¡Abran las puertas, queremos entrar para ir a trabajar!”, gritaba otro que seguía empujando para subir al tren.
Ante esa situación algunas personas decidieron abandonar el tren debido al malestar que generaba el estar apretados dentro del vagón.
Una pasajera muy enojada en la estación de Temperley aseguró que “la gente tiene que llegar a trabajar, ¿qué se piensan, que son los únicos que tienen que trabajar?, ni siquiera. Porque no lo hacen”.