Por: Federico Cedarri

La desolación invade en este tórrido enero a la Legislatura bonaerense, pasillos vacios y poca gente circulando denotan que el tradicional receso veraniego hasta el momento no ha sido alterado.

Cuando terminó el mes de diciembre, luego de las frustradas sesiones maratónicas por el Presupuesto, endeudamiento y Ley Fiscal, parecía a priori que durante enero los encuentros por destrabar la iniciativa se acentuarían: nada de eso ha ocurrido.

Tampoco hay mucha expectativa que los contactos entre el Ejecutivo y la Legislatura puedan reencauzarse durante la última semana del primer mes del año.

"Kicillof ya lanzó su campaña y está en modo candidato, está cómodo con el Presupuesto prorrogado mientras los intendentes padecen”, despotrica a PDS un legislador amarillo fastidioso por la demora en las negociaciones.

Lo cierto es que más allá del encuentro informal que se llevó adelante aquel lejano 7 de enero entre el titular de la Cámara Baja Alexis Guerrera y los principales referentes de los bloques de la UCR abadista Diego Garciarena, del PRO Matías Ranzini y de la Coalición Cívica Maricel Etchecoin Moro, las negociaciones están paralizadas.

Del lado de los ex cambimistas, que han acentuado en el último tiempo el trabajo en tándem por lo menos en el ámbito legislativo, intentan mostrarse predispuestos al diálogo aunque no retroceden un ápice y se mantienen irreductibles con las dos propuestas que exigen para sentarse a negociar: tope a los tributos del 28% y fondo para los alcaldes de 400 mil millones de pesos.

Esos dos puntos son los que por el momento dejan a la negociación patas para arriba debido a que el Ejecutivo es partidario de ceder en el primer punto pero en un límite que oscile entre el 30 y el 35%, mientras que respecto al segundo item las diferencias son importantes: Kicillof se estiró en su última oferta hasta los 200 mil millones de pesos para distribuir entre las municipalidades.

Desde el Ejecutivo aseguran que la discusión se reanudará posiblemente los primeros días de febrero y que hay puntos que no se negocian como la autarquía del IOMA, que proponen los dos radicalismos, y la eliminación del controvertido artículo 163 de la Ley Fiscal.

En este marco de tensión existente entre el gobierno de Axel Kicillof y la Legislatura se cuela la cuestión de la interna peronista, si bien Cristina Kirchner envió señales conciliatorias pidiéndole  a su tropa que le brinde las herramientas de gestión al gobernador, esperan agazapados la definición sobre el desdoblamiento o no de las elecciones en la provincia: tanto La Cámpora como el ex insaurraldismo se alinean detrás de la postura de la ex presidenta de no adelantar los comicios bonaerenses.

A este panorama, hay que sumarle la insistencia de los sindicatos estatales y de docentes que se han mostrado contemplativos con el gobernador pero que reclaman una urgente recomposición salarial que no llegó hasta el momento.

Falta de diálogo y quejas de intendentes opositores

Si bien desde el radicalismo le bajan por estas horas el tono a la cuestión de los puestos vacantes en la Corte Suprema de Justicia como prenda de cambio para la discusión de los expedientes del Ejecutivo, reclaman que haya Presupuesto en la provincia para que los alcaldes puedan tener dinero fresco en la campaña electoral.

A todo esto se sumó en el Senado bonaerense un pedido de interpelación al ministro de Gobierno Carlos Bianco por la situación en el IOMA.

La iniciativa fue presentada por el marplatense abadista Ariel Martínez Bordaisco y reclama que el funcionario del Ejecutivo baje a la Legislatura para dar precisiones sobre el estado de la obra social de los empleados públicos bonaerenses.

“Citamos al Ministro de Gobierno, quién da conferencia de prensa todos los lunes, pero jamás menciona un tema sensible como el IOMA que ha dejado de funcionar de manera eficiente”, reza el párrafo central de los fundamentos del proyecto de Resolución que ingresó por Mesa de Entradas de la Cámara Alta

Por el lado del PRO arguyen como motivo central del fracaso de las negociaciones entre el Ejecutivo y la Legislatura la falta total de diálogo entre el gobernador y los sectores de la oposición, fundamentalmente con los jefes comunales amarillos.

“Con nuestros intendentes no hay diálogo, solo comunicaciones entre funcionarios de manera casi protocolar, aparte de que no cumplieron a tiempo con las transferencias pautadas del fondo municipal del año pasado”, describe a este portal la situación un legislador macrista.

Con todo, comienza a asomar como compleja la chance de que se arribe a un acuerdo por Presupuesto, Ley Fiscal y endeudamiento antes de que termine febrero.