Representantes del gremio La Fraternidad, que agrupa a los conductores de trenes, y de Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE) se reunirán hoy lunes para intentar darle un avance al conflicto salarial que, hace meses, vienen reclamando desde la central obrera. Será un encuentro esencial para definir el rumbo del gremio en medio del vencimiento de la conciliación obligatoria, dictada el pasado 17 de diciembre por las autoridades y prorrogada con el fin de evitar medidas de fuerza. Ante la posibilidad de que los trabajadores no se sientan oídos, como en ocasiones anteriores, no se descarta que impulsen un nuevo paro del transporte.
Desde la entidad que conduce Omar Maturano sostuvieron que, por parte de las autoridades, notan "que no hay voluntad y estamos analizando cuáles son los pasos a seguir". En la última instancia para encauzar los reclamos salariales, la empresa estatal presentó la misma oferta que el sindicato ya había rechazado en reiteradas oportunidades, intensificando el malestar entre los trabajadores.
Sin avances tras la reunión, el gremio comunicó que "no fue posible alcanzar un acuerdo acerca de la recomposición de nuestros salarios". Según La Fraternidad, la propuesta "devalúa los ingresos del personal de conducción de trenes, agravando el mérito, la idoneidad, la profesionalidad y responsabilidad de nuestro trabajo, poniendo en riesgo la paz social con su conducta arbitraria".
Además, el conflicto entre el Gobierno nacional y el sindicato viene en aumento, marcado por los incrementos del 1 por ciento en noviembre y del 2,5 por ciento en diciembre. Los ferroviarios calificaron de insuficiente estas actualizaciones y aseguraron que apenas equipara el costo de "dos chupetines diarios".
El gremio exige el pago de una canasta básica equivalente al 10 por ciento de sus salarios y la recomposición de la deuda salarial acumulada en septiembre y octubre. Además, se pronunció en rechazo de la actitud “anti sindicalista” de Javier Milei, repudiando las restricciones al derecho de huelga, la criminalización de la protesta, el debilitamiento de los sindicatos y el riesgo que supone para la negociación colectiva.
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