viernes 14 de febrero de 2025 - Edición Nº2263

Lanús | 18 ene 2025

MILEI IMPULSA LA LEY PARA BLOQUEAR A CFK

Sectores de UxP separados de Julián Álvarez en breve oficializarían el divorcio

Espacios antes cercanos al intendente dejaron de reclamarle promesas incumplidas. El dirigente de La Cámpora preso de los caprichos de Máximo Kirchner no reacciona. Si la derecha se une y no encamina el problema de la inseguridad puede firmar una derrota en 2025.


Por: Ricardo Carossino

La foto de tapa que ilustra esta nota demanda atención puesto que una imagen vale más que mil palabras. Es el brindis de fin de año 2024 del Ateneo Néstor Kirchner de Lanús visiblemente enflaquecido si se compara esa foto con la que precedió en 2021 al triunfo electoral del peronismo. Julián Álvarez pacede una soledad absoluta sólo acompañado por Edgardo Depetris. 

La llegada del Alejandro Julián Álvarez a la Intendencia de Lanús no tuvo demasiados condimentos como elaborar una teoría sobre la conducción política, porque como dijo un histórico dirigente del PJ local: “No hubo conducción, hubo acuerdos en la superestructura”.

Y el otro gran hecho para que el peronismo se quedara con el poder del Municipio fueron los errores del otrora oficialismo que quedó atrapado en una conducción confusa por parte de Mauricio Macri que dividió las aguas internas y dispersó la energía política del PRO. Esto lo pagagaron caro Néstor Grindetti y Diego Kravetz.

Como explicó un ex dirigente de peso en el Municipio: “Julián ya perdió otras elecciones porque los acuerdos de arriba no era sólidos, pero en el 23 hubo sólo dos actores que acordaron que fueron Máximo (Kirchner) y Sergio (Massa) por lo que La Cámpora eligió intendentes y legisladores y el Frente Renovador se quedó principalmente con la candidatura a Presidente de la Nación”.

Como bien explican las fuentes consultadas por Política del Sur, así Julián Álvarez logró un apoyo que hasta 2023 no había logrado porque nunca había impuesto un modo de conducción interna que se ganara el respeto. Como dijo una fuente del gobierno bonaerense: “A Julián no lo respetan ni en La Cámpora porque hasta ahora sólo mostró ineficiencia, ya sea por falta de experiencia o por incapacidad”.

Esta vez, a menos que Cristina Fernández ceda pretensiones y elija compartir la lapicera con el gobernador Axel Kicillof, el clima político interno de Unión por la Patria en Lanús será muy distinto, y de hecho ya lo es.

De acuerdo a versiones llegadas a la redacción de PDSUR, muchas de las agrupaciones y espacios que acompañaron a Álvarez por el acuerdo de superestructura, ahora reclaman promesas incumplidas y el intendente no está oyendo a las bases que no sean Cámpora o Frente Renovador.

“Hay mucho enojo porque no sólo Julián le da la espalda a muchos que lo acompañaron y militaron su boleta en el 23, sino porque creen que la gestión no arrancó nunca y la inseguridad se le fue de las manos y los vecinos le reclaman a los dirigentes mayor seguridad y hay respuestas para llevar a los barrios”, dijo una fuente de UxP.

Lo que indican es que el intendente no conduce, que apenas si se sostiene porque entre Massa y los Kirchner hay una sociedad política que se mantiene, pero todas estas críticas y broncas contenidas podrían hacerse públicas más tarde que temprano.

Hay quienes directamente creen que de aprobarse la Ley de Ficha LImpia para sacar del juego electoral a Cristina Fernández, permitiría posicionar al gobernador y si La Cámpora no cediera a esa derrota e insistiera en creer en "los pibes para la revolución", Unión por la Patria en Lanús colapsaría y se blanquerían las oposciones internas al intendente

Son varios sectores incluso los que juegan abiertamente con el gobernador Kicillof. Sectores que entienden que las chances electorales están con la renovación y que Cristina “ya es piantavotos”. De a poco lo dicen cada vez más abiertamente, sin que dejen de reconocer el espacio que construyeron junto a Néstor Kirchner.

Temas que impone la agenda de los medios concentrados de comunicación y que hegemonizan la opinión pública esmerilan cada vez la imagen de la ex Presidenta de la Nación con operaciones de prensa que la gente común no puede detectar como tal: caso Nisman, Ley de Ficha Limpia y la causa de los “cuadernos”. Estas exitosas operaciones le restan chances reales a La Cámpora de seguir conduciendo el futuro del PJ, aun teniendo la presidencia del partido.

Por otra parte, algunos sectores desde la oposición se preguntan de todos modos, si el hecho de impedirle a CFK ser candidata en 2025 ante la posible aprobación de la ficha limpia no impulsa el poder de Axel Kicillof y Milei termina construyendo un enemigo peligroso que hasta acá no lo es.

El contraste es el gobernador de la Provincia de Buenos Aires a quien sólo lo critican por su gestión, aunque aún no sea tapa en estos medios antiperonistas. De cualquier manera, tampoco Kicillof asegura un triunfo y tiene un 2025 muy complicado financieramente como para mostrar gestión estatal y que esa política contraste de manera positiva contra el liberalismo extremo de Javier Milei. Pero otro condimento alienta el armado del ex ministro de Economía.

Todos los sectores que ya están separados de hecho del intendente Álvarez sin que se oficialice el divorcio, no quieren más el “dedo” de los Kirchner, un “dedo” que a esta altura consideran “dañino” para el futuro del peronismo.

Quienes ya no tienen diálogo con el intendente, opinan que La Cámpora y CFK le deben al movimiento una autocrítica que no llega y no parece avizorarse en el horizonte cercano: “No asumen que eligieron mal tres veces ya (Daniel Scioli, Alberto Fernández y Sergio Massa) y creemos que nunca lo van a reconocer”.

El intendente Julián Álvarez ha perdido volumen político dentro del armado local. No está solo, pero no tiene la concentración de poder con que le ganó a Kravetz y según se acomoden las piezas en el tablero a partir de marzo/abril, el jefe comunal pondría en riesgo la elección a concejales.

La división del peronismo en Lanús podría permitirle a la derecha vernácula crecer si se une. Habrá que ver. Hoy Diego Kravetz y Néstor Grindetti va por senderos diferentes. Como ya lo había adelantado PDSUR en otros análisis del PRO, el flamante número dos de la SIDE tiene un margen de maniobra mucho más amplio y libre que el jefe de Gabinete porteño.

Como se sabe, Kravetz penduló del ex dirigente montonero Miguel Bonasso en 2003 al actual anarcocapitalismo de la Libertad Avanza. 20 años le bastaron para ir de un extremo al otro del arco ideológico, mientras que el presidente de Independiente no se ha movido jamás del amparo de las alas de su amigo Mauricio y dudosamente lo hará.

Julián Álvarez empieza el 2025 con tres amenazas políticas que más que un desafío parecen una condena porque no ha mostrado hasta acá capacidad para mantener unida la tropa. La primera amenaza es la pésima acción operativa y comunicacional sobre la inseguridad.

La segunda amenaza es sin duda la unión de libertarios y amarillos en Lanús subidos al empujón que por ahora está cosechando Milei y que diagramará este año en función de ganar las elecciones, solamente.

Y la tercera amenaza, la más peligrosa es la división interna y la pérdida de apoyos concretos que ya cerraron acuerdos con el ministro Andrés Larroque por un lado y con el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi por el otro, algo que si el intendente previó no hizo nada para evitarlo y si no la vio venir directamente no califica como gestor político en el peronismo del conurbano. Las encuestas lo condenan.

Según CB Consultara fue por lejos el por intendente de la Provincia de Buenos Aires durante todo el primer año de su mandato,  incluso con el apoyo del gobernador cuando empezó a caminar. ¿Cómo podría cambiar esa inercia? Fácil: no enfrentarse a Kicillof y priorizar su mandato local, pero como dice un experimentado dirigente peronista de Lanús: “Máximo no lo va a dejar. Va a preferir sacrificar el 2025 en Lanús para no darle el brazo a torcer a Kicillof”.

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