viernes 14 de febrero de 2025 - Edición Nº2263

Gremiales | 16 ene 2025

CRISIS SANITARIA

Con 1.400 despidos y cierre de programas, el Gobierno deja “en coma” al Ministerio de Salud

El ajuste golpea con fuerza al sistema sanitario, que en pocos días sufrió un desguace inédito. Además, comenzaron a achicarse las plantillas en los hospitales nacionales, que podría pasar a la órbita de las provincias. Desde FESPROSA denunciaron que esta medida es “la motosierra contra la salud de la población”.


Por: Diego Lanese

Con un abrazo simbólico a la sede del Ministerio de Salud, organizaciones de pacientes, gremios sanitarios y otros colectivos reclamaron esta semana por la eliminación de 15 programas y direcciones sanitarias, que fueron absorbidos por la estructura ministerial.

El pedido de los manifestantes fue que se garanticen las tareas de estas dependencias cerradas, que atienden enfermedades graves como la tuberculosis o que atiende las necesidades en materia de medicamentos de personas con cáncer o enfermedades poco frecuentes.

Mediante una carta al ministro Mario Lugones, las entidades aseguraron que “es imperativo restablecer estas coordinaciones y reforzar las políticas sanitarias que protegen la vida y los derechos de la población”.

Desde la cartera sanitaria no sólo no respondieron a los pedidos, sino que además en menos de 24 horas profundizaron la motosierra en el sector: Este miércoles anunciaron el despido de 1.400 trabajadores del área.

La brutal medida deja virtualmente paralizado el ministerio, algo que había alertado la FESPROSA, que desde que comenzó la gestión libertaria pide una audiencia con las autoridades, sin éxito. Además, se produjeron cesantías en hospitales nacionales.

Mediante un documento, el Ministerio de Salud nacional anunció la reducción de 1.400 empleados de su organigrama. En el texto, la cartera sanitaria informó que tomó la decisión de “no renovar 1.400 contratos en medio del reordenamiento de sus competencias y del redireccionamiento de las políticas sanitarias”.

Según se comunicó oficialmente, están en medio de un “proceso de reestructuración”. Estos despidos se suman “al recorte del 30 por ciento de cargos políticos realizado durante los primeros días del año”, resaltaron las autoridades de la cartera. Como argumento, se mencionó una supuesta “optimización de los recursos humanos”.

Además, hablan de “irregularidades en la contratación del personal durante la gestión anterior" para defender los despidos.

A esto se le suma la decisión de cerrar 15 programas y dependencias, como la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (DADSE), las coordinaciones de Tuberculosis y Lepra y de Hepatitis Virales. El decreto 1138/24 derogó estos organismos sanitarios, que serán parte de la estructura del Ministerio de Salud, bajo el argumento de mejorar el manejo de los recursos, ante supuestas irregularidades en gestiones anteriores. Con estos despidos, los cálculos son escalofriantes: más de 30 mil despedidos en el estado nacional.

“Quieren hacer del Ministerio de Salud una cáscara vacía”, alertó Jorge Yabkowski, secretario general de la FESPROSA. En dialogo con Política del Sur aseguró que “es una decisión política desoperativizar la cartera sanitaria ellos dijeron que vienen a destruir el estado por dentro, y lo están haciendo”.

Con estas medidas, hay muchas dudas respecto del futuro del sistema público sanitario, que atiende a las personas sin cobertura de la seguridad social o que no puede pagar una prepaga.

“El 95 por ciento de los establecimientos públicos está en manos de las provincias”, recordó Yabkowski, que adelantó que el resto de ese porcentaje, especialmente los nueve hospitales nacionales, “Nación se los querer sacar de encima”. “Esto es motosierra contra la salud de las personas, quieren hacer de la cartera una cáscara vacía que llame a algunas reuniones, fije algunas pautas pero que no tenga capacidad de intervención, que de alguna manera se logró en la epidemia de coronavirus”, agregó el referente de FESPROSA, que ayer participó de la protesta de los colectivos sanitarios.

Con todo esto, “se deja de cumplir el rol de atender a las provincias a través de los programas que se fueron cerrando”.  

Por último, la motosierra en salud sigue avanzando, y pare no detenerse. El Hospital Baldomero Sommer, reconocido por su labor en rehabilitación y cuidados paliativos, desvinculó a 150 empleados, con previsión de más cesantías en los próximos meses.

Según declaraciones de Gustavo Tummino, secretario de Salud del Municipio de General Rodríguez, se esperan alrededor de 400 despidos hasta marzo, en línea con las políticas de ajuste de Milei. Horacio Bellido, secretario general de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), ha expresado preocupación por la situación, indicando que desde Nación les comunicaron que “debido a la función pública no puede haber más de 800 trabajadores” en el hospital, que actualmente cuenta con 1.250 empleados.

Por su parte, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) ha anunciado un “plan de lucha” en respuesta a los despidos, denunciando las precarias condiciones de contratación que ningún gobierno corrigió.

Las versiones indican que la idea del gobierno nacional es trasladar a las provincias estos hospitales, bajo el argumento de mejorar su funcionamiento.

Si bien no hay datos concretos de la forma en que podrían trasladarse –la disputa será seguramente si se entregarán recursos o no para esa tarea –la gestión de Lugones difundió una auditoría donde se habla de irregularidades en el manejo de los recursos, como sucedió con la DADSE, el programa de entrega de tratamientos, que finalmente fue cerrado.

En este contexto, se dieron a conocer algunos de los resultados de estos controles, que detectaron "inconsistencias en los gastos, contratos y licitaciones", que incluye la compra de medicamentos a "precios dispares", además de contratos el doble y hasta el triple más caro para seguridad y limpieza, y aumento inusitado de la cantidad de personal, sobre todo en la administración anterior, son los puntos oscuros encontrados por las autoridades, según un documento al que tuvo acceso Política del Sur.

En la actualidad, hay siete establecimientos que son administrados por el Ministerio de Salud: El de alta complejidad Posadas, El Cruce y Cuenca Alta Néstor Kirchner, Garrahan (pediátrico), Bonaparte (salud mental y adicciones), Carrillo (discapacidad) y Sommer (enfermedad de Hansen-lepra).

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