domingo 19 de enero de 2025 - Edición Nº2237

Cultura y Espectáculos | 10 ene 2025

LECTURAS DE VERANO

Gina Lollobrigida con Perón: La cámara para verla desnuda y el mito de la foto que se vende por Internet

En 1954 la estrella de cine estuvo con el líder justicialista, alimentando el mito urbano de un retrato suyo sin ropa. Incluso se vendieron algunas imágenes trucadas, que eran usadas para sostener la leyenda.


Por: Diego Lanese

Cuando en 1954 visitó el país, Gina Lollobrigida estaba en la cumbre de su carrera. Con 28 años, fue la principal estrella de la llamada Muestra Internacional de Cine de Mar del Plata, que inauguró el luego Festival de esa ciudad, una tradición de la cultura argentina. Su figura generó un verdadero fervor popular.

En esos días, se la pudo ver en varios eventos escoltada por el presidente Juan Domingo Perón, tanto en la ciudad balnearia como en Buenos Aires, donde llevó a la diva italiana a ver algunas de las obras de aquel primer peronismo, que para ese año estaba bajo tensión, con una oposición cada vez más violenta.

Por eso la presencia de “la lollo” fue un golpe al “anti peronismo”, que rabió por días por el supuesto uso político de la estrella mundial. Luego de pasar por la subsecretaría de Prensa –organizadora del evento –Lollobrigida y Perón pasearon por la quinta presidencial en el delta del Tigre, rodeados de alumnas de la UES. Ella, de pollera blanca y blusa a tono. Él, de traje informal y boina.

De allí saldrá una foto que inmortalizó el momento, y poco después generó la leyenda urbana más difundida del peronismo: la cámara de rayos X de Perón.   

Las historias contra el peronismo y Perón se multiplicaban en aquellos tiempos convulsionado, que alimentaban el odio de clase de un sector de la población. Había relatos de todo tipo, desde la flota de motos y autos de lujos de Perón, los vestidos de Evita, los lingotes de oro del Banco Central, mitos que circulaban con malicia sobre el supuesto latrocinio del peronismo.

Además, había leyendas sobre los gustos personales del general, fiestas con adolescentes en la quinta de Olivos, amoríos de todo tipo –incluyendo uno con un campeón mundial de boxeo –y todo tipo de depravaciones.

En ese caldo de cultivo, hoy llamado fake new, se comenzó a decir que Perón tenía un dispositivo de rayos X, que primero eran anteojos y luego una cámara, que permitía mirar a través de la ropa. Cuando se sacó la famosa foto con Gina Lollobrigida, lo rumores no tardaron en llegar: Perón tenía entre sus pertenencias más cuidadas, aquella imagen, pero con la actriz desnuda.

Los detalles son difíciles de precisar, algunos relatos hablan de un desnudo total, otros que solo se veía el busto. Lo cierto era que Perón era un degenerado y la diva del cine mundial había sido engañada por el tirano.

En su libro Memorias de un niño peronista, Teodoro Boott reconstruye aquella mitología, que circuló por años, incluso cuando Perón dejó el poder y marchó al exilio. “Con la cámara de rayos X Gina Lollobrigida se veía desnuda, tal como Dios la trajo al mundo, pero algo más desarrollada, decían Carlitos y Alberto Culacciati. Esa era la foto de la que mi tía y mi vieja hablaban en voz baja en el patio y ocultaba celosamente Pablito Serún provocando las iras de Carlitos y Alberto Culaciati, mientras yo y la inmensa mayoría de los argentinos que nunca habíamos visto nada de nailon, nos preguntábamos qué diablos sería una cámara de rayos X”, relata el escritor.

“Yo estaba cada vez más impresionado. Perón ya había superado a Gargantúa, era como Hitler y Mussolini juntos. O todavía más, porque Mussolini, que la tenía cerca, no se había animado a sacarle una foto desnuda a Gina Lollobrígida, ni espiaba a las chicas de la UES cuando se cambiaban los bombachudos ni organizaba festivales de cine en Mar del Plata para que el pueblo se olvidara de que no había pan blanco y que las papas estaban carísimas”.

El relato literario, en tono de acusación, recupera aquello que la oralidad se encargó de circular, un antecesor lejano de las actuales “fake new” que apuntaban a desprestigiar al líder.

No siempre fue una cámara el instrumento usado por Perón para acceder a la desnudez. “El viejo tenía unos lentes que parecían lentes de sol pero cuando los usaba le permitían ver a las minas en bolas, las desnudaba, la mina capaz que estaba vestida como para ir al Colón pero el Viejo, con esos lentes las veía desnudas ¿entendés? lentes como de rayos X, algo así. Por ejemplo, cuando vino la Gina Lollobrigida, allá por el 54, a la argentina, el tipo la vio en bolas”, apunta en una nota el periodista y escritor Rubén Leva, mostrando la versatilidad del mito.

A partir de la leyenda, cobró fuerza otra historia, igual de apasionante e increíble: la foto existe. Muchos coleccionistas, en especial luego de la caída del peronismo, decían tener el testimonio en papel, que según los casos había sido sacado de la quinta de Olivos, de una oficina de Inteligencia Naval o rescatado por un sirviente leal al ex presidente. Lo cierto es que por año aquella imagen apareció en subastas legales y no tanto, con justificaciones extravagantes de su autenticidad.

Como puede verse en las actuales rfeproducciones que circulan por internet, todo lo que puede verse es una foto trucada, donde el reconocible rostro de la diva fue recortado de otra foto y pegado en un cuerpo desnudo.

Pese a esto, el 4 de mayo del 2000 el Diario el Día de La Plata conversó con un jubilado que decía tener la foto. En esos días, había aparecido en otra subasta, donde se pedían 30 mil dólares por la foto. “Por mucho menos de esa suma me sentaría a conversar gustoso con quien la quiera comprar ya que soy un jubilado que apenas cobra 380 pesos mensuales”, le dijo a ese medio Jorge Alberto Langoni, quien dijo conservaa además de esa copia en papel de la época, la publicación de una revista del mismo tiempo en la que se ve la fotografía original de Perón y la Lollobrígida, pero con la actriz elegantemente vestida y de la que surgió el mito.

Langoni, que se define como “un peronista de toda la vida”, y quien supo conocer personalmente al ex presidente Perón, cuenta que “esta fotografía me la regaló un fotógrafo de la casa de Ggobierno cuando yo trabajaba como gráfico en el Boletín Oficial de la Provincia. Como el hombre sabía que yo era peronista, me la dio como una curiosidad”.

En la fotografía en cuestión, relata el medio, se observa, efectivamente, a la actriz completamente desnuda -con zapatos y un cinturón oscuro-, y a Perón con un par de guantes en la mano y con los botones de su pantalón abiertos, en lo que fue, evidentemente, un truco fotográfico de la época, pero muy bien realizado.

Un dato curioso respecto al supuesto invento peronista es que para la década del 50 esos dispositivos no era más que parte de la imaginación de la ciencia ficción, una especia de invento salido de la serie El súper agente 86.

Pero 20 años después, un reconocido inventor anunció un aparato similar al de los relatos. Se trata del norteamericano Harold von Braunhut, un personaje total que compraba armas al Ku Klux Klan y asistía regularmente a las conferencias anuales del grupo antisemita Aryan Nations.

Con unas 200 patentes en su haber, los lentes con poderes de rayos X fue uno de ellas. Si bien fue inmortalizado por ser el creador de los Sea monkeys especie de mascotas artificiales que se metían en peceras y cobraban vida –esta tecnología para espiar cuerpos llegó a Historia de la radiografía, una enciclopedia de la European Society of Radiology (ESR).

“Los anteojos de rayos X fueron inventados en la década de los 60 por el estadounidense Harold von Braunhut, propietario de una compañía de venta por correo de objetos de broma extravagantes”. Sin embargo, “a principios de la década de los 40, había habido un predecesor de los anteojos de rayos X: la ‘broma del tubo milagroso’ fabricada por S.S. Adams Company of Asbury Park, Nueva Jersey.

Ambos dispositivos se basaban en el mismo principio: la difracción de luz a través de una rejilla muy densa. Esto produce dos imágenes que están levemente desplazadas. El área en la que se superponen las imágenes parece ser más oscura. De este modo, si uno se observa la mano, los huesos se perciben como las áreas más oscuras. Además, Von Braunhut tiene la patente 4943822, de julio de 1990, de la llamada “Camera for photographing simulated X-ray images”, que funciona bajo el mismo paradigma.

Perón se hizo fabricar por unos ingenieros alemanes una cámara de rayos X para ver a Gina Lollobrigida desnuda. La mitología anti-peronista construyó en torno a Perón la figura del apropiador del goce ajeno. Gina Lollobrigida, la actriz italiana que había llegado a la Argentina con motivo del festival de cine de Mar del Plata organizado por el peronismo en 1954 y cuya figura formaba parte del deseo de todos, había sido apropiada por el patriarca”, analizan Carla Chapetto y Martín Barrionuevo respecto a las raíces de esta historia.

El intento de degradar la figura de Perón no tuvo límites en aquellos tiempos, e incluyo dispositivos como la foto de la actriz italiana desnuda. Parece una banalidad, pero la historia muestra que los rechazos vinculados a lo emocional son incluso más fuertes que los argumentos de la política.

Cuando niños como el del relato de Boot se habrá imagina a Perón como ser malvado, depravado, peligroso. Y cuántos los seguirán pensando. Aunque estas leyendas se pueden volver en contra. O ustedes no serían fieles a un líder que estuvo a metros de una mujer como Gina Lollobrigida (vestida o sin ropa).

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