Aimé Castillo, la bombera voluntaria de 23 años que desapareció el sábado pasad en la localidad bonaerense de Brandsen, fue encontrada ahorcada en un campo sobre la Ruta 125 durante la tarde de este lunes.

La joven, cuyo rastro se había perdido luego de que su novio se quitara la vida en Año Nuevo, era intensamente buscada por las fuerzas de seguridad que estaban a cargo de los rastrillajes, y llevaban varios días de tareas.

El cuerpo de Castillo fue hallado en una zona de árboles en Brandsen por un perro que integraba el operativo, con todas las pertenencias del día en que fue vista por última vez. 

La mujer, quien atravesaba una profunda crisis de salud mental tras el suicidio de su pareja el 1° de enero, había salido de la casa de su madre el sábado, y desde entonces no se sabía nada de su paradero. Oriunda de San Vicente, había perdido a su pareja, un bombero de 47 años, y ese hecho habría desencadenado en ella un estado emocional crítico, que la llevó a un intento de suicidio días atrás. Tras recibir atención médica y ser dada de alta, había regresado a vivir con su madre en Brandsen.

El sábado, Aimé salió de su hogar, siendo esa la última vez que tuvo contacto con su familia. Desde ese momento, se desplegó una campaña de difusión para localizarla, sumada a los operativos de rastrillaje en zonas urbanas y rurales.

La intensa búsqueda culminó con la noticia más dolorosa, cuando su cuerpo fue encontrado en un campo de Brandsen. Según las primeras informaciones proporcionadas por las fuerzas de seguridad, se trataría de un suicidio.