Provincia | 2 ene 2025
Situación amarilla
El PRO bonaerense estudia alternativas para el año electoral
Si bien predomina entre sus distintas vertientes la ida de una alianza con los libertarios hay resistencia a una fusión. No ven con malos ojos una remake de Juntos por el Cambio si no hay acuerdo con el mileísmo.
Por: Federico Cedarri
El PRO bonaerense espera ansioso una definición contundente del gobernador bonaerense Axel Kicillof sobre cómo se llevará adelante el proceso electoral del 2025 en la provincia de Buenos Aires.
Es que si bien no lo exhiben públicamente, los principales referentes amarillos por lo bajo son partidarios de un desdoblamiento electoral.
Entienden desde la fuerza que creo Mauricio Macri que esa novedosa modalidad electoral que privilegia lo territorial les proveerá un poder de negociación por demás provechoso en caso de avanzar en cónclaves con los libertarios.
Si bien todavía no se llevó adelante ningún atisbo de acordada con los violetas, hay distintos sectores dentro de la geografía amarilla bonaerense que imaginan escenarios posibles con vista al año electoral.
“No es fácil sacar a un partido del mapa de un día para el otro”, razona ante PDS un legislador macrista sin ligazón con intendentes.
Los referentes sin tierra si bien hoy no se oponen a una alianza con los libertarios sostienen que debería ser transitoria y manteniendo la identidad de cada fuerza.
Por el lado del ritondismo que hoy maneja el partido a nivel bonaerense la lógica apunta a llegara a un entendimiento con los mileístas, aunque exigirán lugares expectantes a salir dentro de los primeros quince casilleros en la boleta de diputados naciones además del manejo de la birome en lo distritos que comanda la fuerza amarilla.
Es por eso que un escenario de desdoblamiento dejaría al macrismo con mayor poder de fuego, disímil sería el caso de comicios concurrentes donde toda la estrategia se centralizaría en la situación nacional.
Los intendentes amarillos ensayan una posición intermedia, si bien muchos de ellos han estrechado lazos con funcionarios mileístas, como es el caso del juninense Pablo Petrecca, el marplatense Guillermo Montenegro y el sannicolense Santiago Passaglia, en sus Concejos Deliberantes aún mantienen interbloques con los ex socios radicales.
Hay intendentes que necesitan seguir teniendo gobernabilidad en sus distritos y no quieren romper lanzas con el radicalismo que es fuerte en los pequeños pueblos del interior bonaerense: “Quién le garantiza a los intendentes que los libertarios los apoyarán, mira lo que pasa en CABA”.
Hay un sentimiento de temor que invade transversalmente a las principales espadas amarillas más allá de sus diferencias de matices respecto a una eventual alianza con LLL: saben que el mileísmo actúa como un pacman que quiere chuparse definitivamente al PRO sin dar nada a cambio como lo hizo anteriormente con el bullrismo.
Lo cierto es que los amarillos necesitan fortalecer sus posiciones en las Secciones electorales provinciales, ya que a partir del 10 de diciembre sufrirán un desmembramiento importante dentro de los bloques legislativos.
En Diputados en un hecho que los libertarios le arrebatarán la segunda minoría, mientras que en el Senado quedarán sumidos en una situación de debilidad explícita.
¿Reedición de una alianza con el radicalismo?
Si bien en la Legislatura bonaerense tanto el PRO como el radicalismo y la Coalición Cívica aparecen en bloques distantes, en la práctica han ahondado el trabajo de interbloque.
De hecho, fueron fundamentales para hacer caer la sesión en Diputados del 27 de diciembre pasado y frustrarle a Axel Kicillof el tratamiento de los expedientes de Presupuesto, Ley Fiscal y endeudamiento.
Esa aproximación de los últimos tiempos entre los ex socios políticos hace mella en el pensamiento de algunas espadas ligadas al jorgemacrismo que, si bien apuestan a una confluencia con el mileísmo marcando límites en lo ideológico, no verían con malos ojos si aquella alternativa fracasase volver al ruedo con los centenarios.
Hay algunos que comienzan a sacar cuentas y focalizan tres Secciones Electorales donde tanto los amarillos como los boina blanca podría aunar esfuerzos y posicionarse con fortaleza: la Quinta, Cuarta y Segunda.
En el norte bonaerense el PRO maneja con Santiago Passaglia el distrito con mayor caudal poblacional que es San Nicolás, además de Pergamino de la mano de Javier Martínez.
En la Quinta, ostenta la conducción de Mar del Plata en un cogobierno de Guillermo Montenegro con el abadismo, más los distritos radicales como Ayacucho, Belgrano y Rauch a lo que podría sumarse Tandil, aunque Miguel Lunghi hoy está más cerca de Facundo Manes y la formación de una alianza sin el PRO.
En la Cuarta, con el epicentro puesto en Junín, entienden los amarillos que podrían meter dos senadores provinciales en una conjunción con el radicalismo.
El talón de Aquiles que despunta esta estrategia tiene que ver con que si no se desdobla la elección se complejizará su implementación: “Hoy Milei polariza con el kirchnerismo, lo que tenemos que lograr es no quedar aprisionados en esa lógica en los distritos, por eso el desdoblamiento nos vendría muy bien”, analiza ante este portal otro referente legislativo amarillo.