En una reunión institucional donde todos los intendentes de la provincia de Buenos Aires estaban presentes, el intendente de Lanús, Alejandro Julián Álvarez, rompió la paz del acto para increpar al gobernador Axel Kicillof y según fuentes ministeriales el jefe comunal de La Cámpora “se brotó como un adolescente” frente a todos, quedando no sólo en evidencia la exacerbada tensión que existe entre Máximo Kirchner y Kicillof, sino como opinaron algunos presentes, “el infantilismo político de un chico que no sabe hacer las cosas y no tiene filtros”.

Era la firma de leasing, un acto formal, sin connotaciones electorales o dónde se pudiera colar algún reclamo, dado que históricamente las broncas se dirimen en ámbitos privados y generalmente se hace a través de interlocutores para no dañar la relación institucional entre jefes de Ejecutivos.

“Julián desconoce los manejos del poder o lo mandan a generar una noticia innecesaria en medio de un acto y se comporta como un chico haciendo berrinches ante la mirada de todos sus colegas que no podían creer lo que veían”, dijo a Política del Sur una fuente ministerial de la Provincia.

Subido a un fanatismo que no conoce límites en el decoro institucional, el empleado del mes de Máximo Kirchner no hizo otra cosa que morder la mano de quien le da de comer, que por lo demás, lo que reclama no es ninguna deuda de Provincia, sino los 700 millones de pesos que junto a la otra camporista ansiosa por sentarse en el sillón de Dardo Rocha, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, reclama porque los camiones que van a Exolgán en el puerto de Dock Sud romperían las calles.

Firmamos nuevos contratos de @PciaLeasing para que 28 municipios cuenten con los instrumentos necesarios para dar respuesta a las necesidades de sus vecinos. pic.twitter.com/WVw3P2fAET

— Axel Kicillof (@Kicillofok) December 20, 2024

De acuerdo a lo manifestado por la fuente ministerial consultada por este medio, “Provincia no le debe nada a este chico que está peleado con todo el peronismo no camporista y hasta está peleado con algunos camporistas lanusenses que no pueden creer los errores políticos que comete”.

Lo cierto es que los demás intendentes presentes en la reunión no podían dar crédito a la manera en que Álvarez rompía infantilmente el protocolo de un encuentro para la firma de un leasing con el Banco Provincia.

Esto no hace más que acentuar el quiebre político entre Máximo Kirchner y Kicillof que está llegando a extremos impensados, en tanto La Libertad Avanza hace su juego y se restriega feliz las manos.

Nota en desarrollo.