martes 10 de diciembre de 2024 - Edición Nº2197

Gremiales | 28 nov 2024

DESREGULACION DE LA ECONOMÍA

Trabajadores de Tenaris Siat alertan que si se importan tuberías “la planta puede cerrar”

Desde la Comisión Interna de la UOM en la firma de Lanús de la firma del Grupo Techint alertaron que la apertura propiciada por el gobierno pone en peligro sus puestos de trabajo, y aseguran que van a defender la actividad. La situación pone tensión a la relación de la familia Rocca con la gestión de Javier Milei.


Por: Diego Lanese

La decisión del presidente Javier Milei de no participar de la cumbre de la Unión Industrial Argentina (UIA), por las diferencias que existen con la conducción de la entidad empresarial, dejó de manifiesto el malestar que existe con algunas medidas de la gestión libertaria respecto de la apertura de la economía.

Una de ellas es permitir la importación de acero para bajar su precio, lo que despertó el malestar en la Cámara Argentina del Acero, que reúne a los grandes jugadores del sector, en especial Acindar y Techint.

“Hay que nivelar la cancha”, dijeron los industriales en su cumbre, marcando que pese al apoyo inicial al gobierno, el tema de la liberación de importaciones genera tensión.

Esta semana, esta preocupación llegó al gremio metalúrgico. Varias seccionales de la UOM salieron a alertar que de generalizarse el ingreso de productos del interior, se comenzarán a perder puestos de trabajo.

Incluso, algunos hablan de cierre de plantas. Así lo dijeron delegados de la comisión interna en Tenaris Siat de Valentín Alsina, la empresa del grupo Techint ubicada en el partido de Lanús. Es que temen que la importación de tuberías que se hacen en sus instalaciones deje sin trabajo al lugar, y se produzcan despidos. Desde la Casa Rosada salieron a hablar de reflotar algunos puntos de la reforma laboral para calmar el malestar empresarial.

Los delegados de la UOM en Tenaris Siat de Valentín Alsina emitieron en estos días un comunicado donde alertaron sobre los efectos de las importaciones en el sector metalúrgico, que comenzó con acero pero que hoy incluye chapas o tubos.

Así como los trabajadores siderúrgicos están denunciando el ingreso de chapa importada, algo que afecta directamente el trabajo de cada familia metalúrgica en Argentina y que somos solidarios con ese reclamo, también existe la posibilidad del ingreso de tubería importada”, dijeron desde la planta de Lanús.

Para los trabajadores, “realmente sería un gran riesgo para la fuente de trabajo de nuestras familias, y lo tenemos que alertar, debemos estar atentos y ya se lo planteamos a la empresa que si tenemos que salir a defender nuestra fuente de trabajo lo vamos a hacer. No es la primera vez que los trabajadores y trabajadoras salimos a la calle a defender nuestros derechos”.

“El derecho al trabajo es el derecho a la vida. Preparémonos compañeros y compañeras porque lamentablemente nada está asegurado en este tiempo que nos toca vivir, confiemos en nuestras fuerzas para dar la lucha en unidad por cada familia”, resaltaron los delegados en su comunicado, donde dejaron en claro que “luchamos por nuestra fuente de trabajo”, y pidieron unidad.

“La empresa ya nos había notificado que este iba a ser un semestre flojo el segundo, se firmaron acuerdos al respecto”, le dijo a Política del Sur el delegado José Villa, respecto a la realidad que se vive en la planta. Según lo previsto por la empresa del Grupo Techint y comunicado a los trabajadores, “ya tiene firmado un contrato para hacer una cantidad de kilómetros para el proyecto Vaca Muerta Sur, que serían unos 100 kilómetros”.

Según Villa, estas tareas “llevaría unos tres meses de trabajo aproximadamente, después hay que hay que ver cómo se sigue”. Pero hay versiones que indican que esos tubos finalmente podrían comprarse e, por ejemplo, China.

Preocupa quién haría esa tubería, hay señales que no son buenas por parte del gobierno que podría habilitar el ingreso de ese material del exterior, esa es la alarma que tenemos todos nosotros y el Grupo Techint, que paradójicamente apoya las políticas del gobierno pero que en este punto está en tensión”, analizó Villa.

“Desde el gremio planteamos a defensa de los puestos de trabajo, porque si nosotros no hacemos esos tubos la fábrica de Valentín Alsina se cierra”, advirtió el delegado.

Desde la UOM subrayaron que esas tuberías “la tenemos que hacerlos nosotros, porque son de muy buena calidad”. “Debería haber un respaldo para que esas tuberías se hagan en la Argentina, nosotros como trabajadores y delegados planteamos esto, vamos a defender nuestros puestos de trabajo, más allá del negocio empresarial de este grupo”, insistió Villa.

En otras zonas del país la dirigencia de la UOM también salió a alertar sobre esta realidad que se vive en las fábricas metalúrgicas por la liberación de importaciones, y su inminente impacto en los puestos de trabajo.

Es que según la Cámara Argentina del Acero, a lo largo de 2024 el consumo aparente de acero rondaría los 3.000.000 de toneladas. Se trata del punto más bajo desde 2014, y se relaciona directamente con la recesión en la actividad económica inducida por las medidas económicas del gobierno.

Paolo Rocca, titular del Grupo Techint y líder de los empresarios del acero en la región, alertó sobre las asimetrías que produce la política económica y reclamó coordinación de medidas de protección a las cadenas de valor regionales, mientras que el Jefe de Gabinete Guillermo Francos descartó cualquier tipo de medida proteccionista.

La estructura de producción siderúrgica en el país está sumamente concentrada en dos grandes grupos económicos globales: Arcelor-Mittal (Acindar) es el segundo productor mundial de acero, mientras que el Grupo Techint (Ternium y Tenaris) ocupa el 25 lugar entre los 50 mayores productores mundiales.

En los últimos años, ambos han sido desplazados de puestos superiores por el avance de las corporaciones chinas, que a la vez, han profundizado su expansión exportadora ante la caída en el consumo en ese país. En el mundo siderúrgico, empresas y sindicatos vienen manifestando preocupación por la sobre producción de acero al menos desde hace una década, especialmente en América Latina.

Frente al escenario actual las empresas productoras se ven ante la necesidad de “bajar costos”, por lo que apuntan directamente contra las condiciones y los puestos de trabajo. Por eso presionan fuertemente por la implementación de la reforma laboral.

En la negociación salarial, las empresas siderúrgicas agrupadas en la CAA vienen sosteniendo una postura inflexible ante los reclamos de la UOM, retrasando el acuerdo salarial durante meses, otorgando “aumentos” unilaterales y arbitrarios.

En tanto, luego del portazo a la UIA, hay versiones que indican que el gobierno está negociando otorgar algún tipo de beneficio vinculado a las condiciones de trabajo. El titular del área de producción del Ministerio de Economía Juan Pazo anunció que se enviará un proyecto de ley para inversiones y empleo que, en el capítulo laboral, retoma parte de los puntos que habían sido contenidos en el decreto 70/23, que fue frenado en la Justicia.

De acuerdo con lo anticipado por Pazo en el capítulo laboral que se elevará al parlamento se incluye “la parte más importante, que involucra todo lo que estaba en el DNU 70 que se judicializó, excepto las cuestiones sindicales”.

Entre los cambios que se buscan sancionar se incluye el sistema de banco de horas, que en caso de enfermedades inculpables se pueda convocar una junta de peritos y que las prestaciones no remunerativas incluyan bonos de comidas, celular, Internet, gimnasios y pago del transporte.

El proyecto también permitirá la posibilidad de efectuar cambios en las condiciones esenciales de trabajo y su homologación, así como también el cobro del sueldo en cualquier entidad bancaria, institución de ahorro o plataforma, la incorporación de sumas abonadas por el empleador en concepto de contribuciones y la opción de que las vacaciones se puedan tomar en cualquier momento del año.

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