Por: Federico Cedarri

La aprobación reciente en el Congreso Nacional de la Boleta Unica de Papel (BUP) resetea por completo el sistema clásico que venía utilizándose en la provincia de Buenos Aires.

Ahora la pelota está del lado del gobernador bonaerense Axel Kicillof que deberá afrontar un período febril de consulta con los sectores de su propio espacio político pero también de la oposición, sobre todo los ex Juntos por el Cambio, para la toma de importantes resoluciones.

En la gobernación bonaerense ya tendrían decidido no adherir a la BUP por lo que el interrogante mayor que se plantea pasa por conocer si habrá desdoblamiento para los comicios en el orden provincial o municipal  o si se toma el camino de las llamadas elecciones concurrentes que deberían efectuarse el mismo día que la nacional pero con otro sistema.

Si Axel Kicillof desdobla deberá afrontar la provincia el costo económico y logístico que la elección requiera, mientras que en caso de realizar una elección concurrente, el mismo día con dos sistemas diferentes, deberá pasar por el filtro de la Legislatura bonaerense.

En el Palacio de Gobierno ven con buenos ojos esta última chance porque podría poner en el candelero dos resultados distintos para el peronismo, como viene insistiendo este portal al gobernador le interesa de sobremanera la batalla en las seccionales debido a que necesita imperiosamente  conformar una tropa propia de legisladores.

Si eventualmente Cristina Kirchner fuera candidata a diputada nacional quedaría presa del sistema de BUP y no sería beneficiaria del arrastre de los intendentes: “Se puede dar el mismo día la paradoja de que gane Axel en las seccionales con el apoyo de los intendentes y pierda Cristina con la boleta de diputados nacionales, sería un golazo”, hace cuentas ante PDS un legislador del armado del gobernador que clama por un nueva sinfonía en el peronismo.

El massismo en tanto prefiere que se avance en el desdoblamiento de las elecciones, son partidarios de que el comicio separado de la órbita nacional dotará de un poder político a los alcaldes que no tenían hasta el momento cuando en los cierres de listas preponderaba la lapicera de La Cámpora.

Otra cuestión que deberá pasar irremediablemente por la Legislatura es la posible eliminación de las PASO, la provincia de Buenos Aires tiene una ley de primarias que fue votada en 2099 que la engancha a las nacionales y es por eso que debería existir una normativa provincial que las separe.

Desde el kicillofismo entienden que si hay desdoblamiento primaría la opción de suprimir las PASO: “La gente no aguantaría ir a votar tantas veces al año”, suelta una fuente parlamentaria del oficialismo a este portal.

Otra cuestión que deberá resolver el gobernador bonaerense con la tropa de Unión por la Patria es si finalmente insisten con la derogación del tope a las reelecciones de  alcaldes y legisladores.

Los jefes comunales enrolados en el kicillofismo empujan una solución política al tema de las reelecciones ya que la amplia mayoría de ellos estarían vedados hacia el 2027: aquí podrían encontrar acompañamiento del radicalismo y el PRO que despuntan casos de intendentes que tampoco podrian volver a presentarse.

El inconveniente dentro del juego oficialista para porque el Frente Renovador ha venido oponiéndose sistemáticamente a la posibilidad de eliminar el tope a las reelecciones, ley que votó en 2017 cuando Sergio Massa despuntaba por entonces una sociedad política con la ex gobernadora María Eugenia Vidal.

Posturas opositoras

Las posiciones en la oposición legislativa son concordantes, sobre todo en lo que respecta a los ex socios políticos que componían otrora Juntos por el Cambio: tanto el radicalismo como el PRO son partidarios de avanzar con un régimen de BUP.

De hecho, el bloque que conduce el radical Agustín Máspoli en el Senado tiene presentada una iniciativa en esa dirección de un integrante de ese espacio, el monzonista Marcelo Daletto, que impulsa la boleta única de papel y que no logra atravesar el filtro peronista en la comisión de Reforma Política.

Según pudo indagar PDS, tanto los amarillos como los centenarios serían contrarios a un desdoblamiento y preferirían que las elecciones se lleven adelante  con la modalidad de concurrentes: “Si llegamos a un acuerdo con la LLA es necesario que sean el mismo día las dos elecciones para no perder el impulso político”, razona ante este medio un legislador amarillo proclive a cerrar un pacto con  el mileísmo.

Desde el PRO explican a este medio que aún no tienen una postura uniforme con respecto a la derogación de la PASO, aunque dejan traslucir que actuarán en tándem con lo que decida el bloque que conduce Cristian Ritondo a nivel nacional.

En lo que respecta a los bloques libertarios mileístas, como ya contó este medio, al gobierno nacional le importa en demasía el resultado de la elección de diputados nacionales debido a la intención que tienen de lograr apoyos para el Ejecutivo en el Congreso Nacional.

No obstante, acompañan la implementación de la BUP a nivel provincial y son partidarios de la eliminación de la PASO: descuentan que aunque pierdan la batalla en las seccionales se escindirán como segunda minoría a partir del año que viene en la Legislatura bonaerense.