Gremiales | 22 nov 2024
Colegio de Farmacéuticos de Lomas de Zamora
Fernández opinó que la desregulación de venta libre de medicamentos "no tiene ningún criterio sanitario”
El titular del Colegio de Farmaceúticos lomense indicó que el decreto del gobierno nacional “atenta contra el uso racional de medicamentos y contra la salud de la población”.
El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Lomas de Zamora, Leonardo Fernández, se refirió a la desregulación de las condiciones de expendio de los medicamentos de venta libre según lo dispuesto en el decreto 1024/2024, a lo que indicó que "en la provincia de Buenos Aires no es de aplicación porque tiene una ley sanitaria propia en cuanto a la venta de medicamentos, y ya manifestó el ministro de Salud bonaerense que no va a adherir a esta Resolución Ministerial porque atenta contra el uso racional de medicamentos y contra la salud de la población”.
“Si se busca que el medicamento valga menos, la realidad es que eso no va a pasar. No solo no va a bajar los precios, sino que, en algunos casos, cuando se vende fuera de la farmacia, es más caro. Este experimento raro de libre mercado en cuanto a los medicamentos ya lo vimos en la década de los ’90, y Argentina fue el quinto país más caro del mundo en valor de los medicamentos. Esta cuestión no resolvió nada. Lo que vimos fue un aumento de medicamentos falsificados, casos graves por mal uso del medicamento, y aumento de muertes, en algunos casos". señaló Fernández en contacto con Política del Sur
Marcó que esto “es como retroceder en cuanto a seguridad del medicamento 30 años”. “El kiosco pone el precio que quiere, no está regulado por ningún profesional que le indique cómo utilizar ese medicamento y puede tratarse de una venta de un producto falsificado porque no está garantizado el origen. La situación es grave. Cuando pasa a masificarse es imposible rastrearlo. Ese medicamento va a existir en distintos puntos de venta del país sin control alguno", sostuvo.
"No tiene ningún criterio sanitario la aplicación de estas normas. El medicamento no es un producto, sino un bien social que tiene que ser accesible. Si un gobierno quiere mejorar la accesibilidad a los medicamentos, una de las cuestiones que tiene que hacer es universalizar la prestación de las obras sociales, que todas las farmacias tengan acceso a atender todas las obras sociales. Así, la persona no tiene que deambular ni trasladarse en largas distancias para conseguir el descuento, lo que también bajaría el costo para quien tiene que consumir esos fármacos", aseveró.
Observó que es una decisión “que puede llegar a favorecer a una o dos empresas amigas del gobierno y nada más”. Y que en cuanto al delivery “es otra cuestión muy peligrosa, porque ¿quién controla el origen del medicamento que envía esa plataforma? Está totalmente fuera del canal sanitario y no tiene ningún control", advirtió.
En esa línea, resaltó que "el precio de los remedios aumentó muchísimo los primeros meses del año, y después de marzo a noviembre los índices de aumento están por debajo del IPC”. “Sin embargo, si se lo interanualiza, el medicamento está por encima de los índices de inflación. El grupo llamado prazoles, medicamentos para el tratamiento de la acidez, de una úlcera gástrica o reflujo gástrico, fueron pasados a venta libre, con lo cual salieron de todas las coberturas de la obra social. Ese impacto fue bastante grande", analizó.
Asimismo, notificó que "se dejó de consumir en un 45%, y los productos que más caen son los asociados al uso en adultos mayores por la menor cobertura que hoy tiene el PAMI”. “Ahí vemos una merma del 20% en ese sector. No es que no lo necesiten, lo dejan de tomar porque no pueden comprarlo. Lo que vamos a ver en un corto plazo son muchos adultos mayores con problemas de úlcera gástrica porque no tomaron la medicación preventiva", comentó.
También contó que “hoy la gente opta por llevar un producto o medicamento que tenga un precio menor”, y que “muchas veces no tiene que ver con la calidad, porque todos los medicamentos tienen que cumplir normativas y pasar rigurosos controles".
"El problema es que ahora ese mercado de confianza lo estás tratando de romper, y ahí empiezan los problemas. Ya hemos detectado productos falsificados. Ese mercado desregulado no lo controla absolutamente nadie, y pone a la población a tomar un medicamento que no es original y no tiene la calidad que debe tener para la seguridad del paciente", cerró.