Opinión | 15 nov 2024
Por Antonio Novielli
"Algo no está bien" para el sector productivo y la generación de empleo
Mientras las PyMEs y los comerciantes luchan por encontrar un camino para subsistir, el sector financiero, a través del denominado "carry trade" o, como se conoce en nuestro país, la "bicicleta financiera", obtuvo ganancias en dólares.
Esto posiciona al sector financiero como el gran ganador en lo que va de la actual administración. Este mecanismo permite obtener rentabilidad sin producción real, facilitando una capitalización del Estado en dólares, mientras se inyectan pesos al mercado en espera de una apreciación.
Sin embargo, esta dinámica genera un retraso cambiario y representa una bomba de tiempo, con consecuencias potencialmente devastadoras.
El "carry trade" es una estrategia financiera que consiste en invertir dinero en activos denominados en pesos, obtener intereses y luego convertir esos pesos en dólares. De este modo, el inversor logra más dólares que si hubiera comprado la divisa estadounidense directamente al inicio de la operación.
Ejemplo de "carry trade"
Una de las variantes más comunes implica dólares y tasas de interés. Por ejemplo, si alguien tiene 800 dólares y los vende a $990, obtiene $792.000. Si ese monto se invierte a una tasa del 10% mensual, después de 30 días se obtiene $871.200. Con un dólar estable a $1.000, esa suma equivale a u$s871,2, lo que implica una ganancia de u$s71,2.
Este tipo de operatoria también se realiza con bonos, letras del gobierno o cauciones. Sin embargo, si el tipo de cambio subiera por encima del rendimiento obtenido, la tasa real sería negativa, lo que convierte esta estrategia en una apuesta de alto riesgo. Por eso, es más común en mercados emergentes como el nuestro.
Cómo participar en este mecanismo
Para invertir en la Bolsa de Valores de Argentina, es necesario abrir una cuenta comitente en un bróker o hacerlo a través de un banco. El proceso general incluye:
Ingresar en la página web o aplicación del bróker.
Completar un formulario con datos personales.
Verificar la identidad.
Proporcionar información básica sobre ingresos y el porcentaje destinado a inversiones.
Este registro habilita al inversor a realizar un "test de idoneidad", donde un asesor evalúa su tolerancia al riesgo y le recomienda activos en función de su perfil. Sin embargo, es crucial recordar que el riesgo siempre recae en el inversor. Como toda "timba", en este juego la "casa" siempre gana.
Ventajas para pocos, riesgos para muchos
La legalización de capitales no declarados amplió el espectro de participantes en el "carry trade", permitiendo ganancias de hasta el 50% en dólares en solo 10 meses. Mientras tanto, los emprendedores genuinos luchan por sobrevivir en un entorno económico hostil.
El "carry trade" tuvo su auge en los años 90 como una estrategia de administradores de fondos de cobertura en mercados emergentes. En 2018, países como Turquía y Argentina volvieron a ser centros de esta práctica debido a las políticas de sus bancos centrales frente a problemas económicos locales. Más recientemente, en 2022, los operadores aprovecharon las altas tasas de interés en América Latina, mientras los bancos centrales de Estados Unidos y Europa mantenían tasas bajas.
Un modelo insostenible
Este esquema financiero está lejos de fomentar un modelo económico basado en inversión genuina y crecimiento sostenible. Incentivar la canalización de capitales hacia sectores productivos como la industria, la tecnología y la infraestructura sería clave para generar empleo y promover un desarrollo inclusivo a largo plazo.
Para lograrlo, es necesario diseñar políticas fiscales y financieras que favorezcan a las empresas que reinviertan utilidades y generen valor agregado. Esto permitiría romper el ciclo de endeudamiento y dependencia financiera que caracteriza a nuestro país.
En resumen, priorizar la producción sobre la especulación es fundamental para construir una economía más equitativa. Los modelos basados en el "carry trade" enriquecen rápidamente a unos pocos, pero dejan a la mayoría en situación de vulnerabilidad. Un enfoque que premite la inversión real y la generación de valor contribuiría a un desarrollo sólido y justo, con beneficios tangibles para toda la sociedad argentina.
Y como un viejo tango podemos decir que "Al día de hoy, algo no está bien: quienes producen son "puntos", y quienes especulan, "banca".