El peronismo bonaerense se encuentra sumido en un ambiente imbuido de una tensión permanente que ha recrudecido vertiginosamente en los últimos días luego de la estocada de Máximo Kirchner contra el gobernador bonaerense Axel Kicillof.

El mandatario provincial comenzó a sembrar sospechas de cierta animosidad de parte del diputado nacional desde la realización del acto de Atenas, cuando Kirchner resolvió tomar por las astas el legado de su apellido para catapultarse como sucesor de sus padres en la arena política.

Lo que Kicillof  nunca esperó fue la ofensiva pública de Máximo y la frialdad en el trato cotidiano de su mentora política.

La jugada de Kirchner de avanzar en la confrontación con el gobernador bonaerense hasta el punto de arriesgar que no apoyaría una eventual candidatura presidencial del mandatario provincial, parece direccionada a esmerilar la construcción política que vienen ensayando desde el Palacio de calle 6.

Kicillof en tanto busca poner paños fríos, siente que la pelea interna puede desgastarlo ante la opinión pública y lesionar su objetivo prioritario de contraponerse a el proyecto económico de Javier MiIei: “Si Axel se distrae en la interna pierde se esencia que es la de gestionar”, señala a PDS un parlamentario ligado al armado del gobernador.

Lo cierto es que Kicillof buscará retomar el rumbo de la gestión bonaerense  y se abocará a volver a moldear una imagen equidistante de proceso político que lleva adelante el presidente de la Nación.

“Tenemos que construir la oposición a Milei desde la gestión”, se escucha cerca del mandatario provincial.

La intención de Kicillof no obstante es seguir cincelando la impronta de gestionador para acentuar sus chances de representar al kirchnerismo en 2027 pero sin la tutela del cristinismo: “Axel brega por la unidad y eso es con Cristina como referente pero sin la imposición”, aclara otra fuente legislativa a este portal.

En rigor, Kicillof persigue el piroritario objetivo de  convertirse en el candidato de la unidad del peronismo con sesgo kirchnerista, pero no el ungido por Cristina: el antecedente  de Alberto Fernández espanta al círculo aulico del mandatario.

El massismo más cerca de Máximo y Cristina

En el Frente Renovador miran de reojo la disputa entre el kirchnerismo duro y Axel Kicillof y aunque bajaron línea de no inmiscuirse en el lodozal interno pegotista hay cierta simpatía con el sector que responde  a la ex presidenta.

El massismo tiene altibajos en la relación con el gobernador bonaerense, y aunque por momentos recompone el vínculo le cuestiona severamente lo que juzgan como un apresuramiento de lanzarse al ruedo con una postulación presidencial que califican de inconveniente para el momento crítico que atraviesa la provincia: “Tiene que concentrarse en la gestión”, exclaman ante PDS desde el riñón legislativo renovador.

Ese malestar de los seguidores del tigrense pudo manifestarse en la ausencia total de referentes del espacio en el acto de Axel Kicillof en Berisso por el Día de la Lealtad, ni siquiera se hizo presente en la tribuna el único ministro massista del gabinete, el titular de Transporte Jorge D’ Onofrio.

Los renovadores declaman la unidad, pero advierten que de acentuarse la disputa interna y continuar los desencuentros con el gobernador bonaerense no sería descabellado aventurar una ruptura del frente político que hoy constituye Unión por la Patria.

Como anticipó este medio hace un tiempo, Massa maneja una tropa de legisladores en la Cámara de Diputados bonaerense con afinidad ideológica con el grupo de dialoguistas y ex massistas que encabeza Gustavo Cuervo.

Sin embargo, por el momento desde fuentes ligadas al Frente Renovador legislativo le confían a PDS que no manejan  la posibilidad de escindirse de las huestes oficialistas: “No le vamos a hacer el juego al mileísmo”, aseguran.

Esperan un gesto  sobre el cierre del año tomando en cuenta que en el 2023 se había acordado que la conducción de la Cámara Baja provincial iba a ser rotativa, el sector ligado al insaurraldismo y Máximo Kirchner en primera instancia y luego el turno correpondía al massismo

De hecho, hoy conduce la Cámara el montehermosense Alejandro Dichiara y desde las filas renovadoras entienden que el próximo 10 de diciembre deberá dejar su silla para que asuma la titularidad del Cuerpo Alexis Guerrera: “Los acuerdos están para cumplirse”, se esperanza un parlamentario massista ante este medio.