Provincia | 1 nov 2024
Pulseada correligionaria
El radicalismo bonaerense al borde de la fractura
La judicialización del proceso interno empiojó aún más la chance de avanzar con la unidad. Diferencias ideológicas y metodológicas irreconciliables dejan al partido centenario a un tris del colapso. El abadismo aspira a reeditar una remake de Juntos por el Cambio y la disidencia de manistas y evolucionistas censuran cualquier tipo de acuerdo con el macrismo.
Por: Federico Cedarri
El radicalismo bonaerense está preso de una judicialización de su proceso electoral del que le será complejo salir sin fisuras visibles en el cuerpo de la estructura partidaria.
Si bien la Junta electoral centenaria consagró al trenquelauquense abadista Miguel Fernández como nuevo presidente del Comité Provincia, el sector disidente compuesto por el manismo y Evolución desconoció el resultado oficial y concretó presuroso una presentación judicial para que se efectúe un nuevo conteo.
Lo cierto es que la pelea de fondo, como anticipó PDS hace tiempo atrás, tiene que ver con la impronta que el partido va a adoptar de cara a las elecciones de medio término.
El abadismo que controla internamente a 20 de 27 alcaldes boina blanca se muestra propenso a reeditar una remake de Juntos por el Cambio si es que el PRO finalmente no llega a un acuerdo con el mileísmo de cara al 2025: “Nosotros estamos parados equidistantes tanto de Milei como del kirchnerismo en sus distintas variables, ya sea Cristina o Kicillof, por eso haremos nuestro juego”, destaca ante este portal un parlamentario del espacio que responde al senador nacional marplatense.
La posibilidad de volver a confluir con sus antiguos socios amarillos y eventualmente sumar a la Coalición Cívica aparece como una chance concreta que seduce al abadismo, pero aclaran que es prematuro aventurarse en este tipo de conjeturas sin que el proceso electoral interno quede zanjado.
El oficialismo radical no obstante ya anota afuera de su estructura a los sectores que responden a Facundo Manes y Martín Lousteau, el resquebrajamiento del bloque radical en el Congreso Nacional es un preludio de la división que puede ahondarse aún más en la provincia: “Manes está afuera del radicalismo bonaerense”, declara tajante ante este medio una legisladora cercana a Abad.
Por el momento es improbable que los bloques legislativos del radicalismo en la Cámara Baja bonaerense ensayen un atisbo de unidad: “Esa posibilidad está descartada en el corto plazo”, avisan desde el espacio disidente que conduce el turco Claudio Fragul.
La pelea interna centenaria provincial también detenta otros avatares, pulsean por definir quién pondrá el nombre que ocupe un sillón de la Corte Suprema que le otorgará el gobernador Axel Kicllof al radicalismo, además de buscar convertirse en interlocutores válidos en la negociación por el Presupuesto y la Ley Impositiva.
En lo que respecta a la chance por ahora remota de reverdecer un nuevo Juntos por el Cambio, en el abadismo entiende que la continuidad de las elecciones PASO donde cada espacio saque a la cancha su oferta electoral operaría de ordenadora para las candidaturas.
También descuentan que deberán aguardar el resultado de los cabildeos que sus ex socios afrontarán con Javie Milei: de no llegar a buen puerto las negociaciones entre amarillos y violetas podría tener lugar la instancia de un refresh cambiemista.
En el abadismo miran encuestas bonaerenses y se sorprenden por la existente polarización que no amaina entre el mileísmo y el kirchnerismo: “Hoy en día son las únicas opciones en el tablero político”, explica un referente centenario a este portal.
Por ahora, avizoran que no existe un resquicio en el centro de la confluencia política para poder reconstruir una alternativa a los dos sectores que se suben al ring: "Entre las dos porciones se llevan casi el 80% de la intención de voto”, lamentan ante este portal con un dejo de resignación un parlamentario abadista.
Portazo del manismo y Evolución
Desde el sector que manejan Facundo Manes y Martín Lousteau hay una clara preeminencia de avanzar en una coalición con sectores del peronismo no K como el monzonismo y el GEN, con independencia del abadismo.
Un importante referente de Manes confiesa a PDS que no avalarán una nueva confluencia con el PRO: “Sería volver a refundar la dependencia con el macrismo”, dispara.
En rigor, en este sector disidente entienden que ya no hay espacio para torcerse hacia la derecha del espectro político: “El radicalismo debe volver a representar a los sectores medios y eso con el PRO está claro que no se va a lograr”, insisten.
En el abadismo con algo de malicia dejan trascender que el radicalismo disidente terminará confluyendo en una alianza con el kicillofismo: “Van a ser una colectora de Kicillof”, descerrajan.