Por: Ricardo Carossino

Decididamente, con una fuerte mística peronista, con gestos conmovidos, con toda la liturgia que fundaron el general Juan Domingo Perón y Eva Duarte, el acto que protagonizó de manera exclusiva el gobernador bonaerense Axel Kicillof, puso al peronismo en el principal lugar de oposición al gobierno de Javier Milei.

Como primer trazo de su discurso, no se puede soslayar la defensa que hizo de Cristina Fernández y el mensaje de unidad, pero también vale aclarar que en ningún momento la postuló como presidenta del Justicialismo nacional.

Como dijo un importante dirigente de Lanús presente en el acto: “Ojo, Axel pidió unidad, pero no le firmó ningún aval a Cristina. Puede ser con ella y (el gobernador de La Rioja, Ricardo) Quintela de vice o al revés”.

La enorme convocatoria que protagonizaron parte de la Tercera y Octava Sección Electoral en Berisso para el 17 de octubre dejó en claro que el proyecto de Kicillof como futuro candidato a Presidente de la Nación tiene músculo político para que muchos peronistas se ilusionen con un renacer del movimiento en condiciones de disputar poder real contra la derecha.

Si bien, Kicillof hacia el cierre de su discurso detuvo el cántico de “Axel presidente”, diciendo que “aún no es momento de candidaturas”, la intención de ir por la presidencia quedó plasmada en uno de los párrafos de su alocución cuando consideró que, así como gobierna para 17 millones de personas, sabe cómo hacerlo para gobernar a 50 millones de argentinos.

Avellaneda con Axel

Más de 50 mil compañeros recordamos el histórico 17 de octubre. Apoyamos de forma clara a @Kicillofok y su gestión provincial.

Axel es esperanza de futuro. Estamos seguros que la casta no es el pueblo y que nuestro deber es defender a cada argentino. pic.twitter.com/30b4x13CZg

— Jorge Ferraresi (@jorgeferraresi) October 17, 2024

Con un fuerte tono opositor a Javier Milei, el gobernador dedicó gran parte del tiempo a criticar las medidas de gobierno de La Libertad Avanza y sobre todo contrató sus diferencias al objetar las ganancias de quienes hicieron el blanqueo para la timba financiera y defendió a la pequeña y mediana empresa al criticar el RIGI que beneficia a los monopolios extranjeros.

De esta manera su discurso tomó un tinte de campaña electoral con la intención de posicionarse como el principal líder opositor a la derecha que gobierna la Argentina, con obvias críticas al principal socio político de los libertarios: Mauricio Macri.

Una vez trazada la identidad ideológica de su discurso, no escapó a uno de los temas centrales de la política del país como son las tensiones que por estas horas atraviesa el peronismo que busca un liderazgo para encolumnarse y tener un ordenador u ordenadora para dar la batalla electoral que tendrá su primer capítulo en 2025.

Si bien muchos sectores del PJ consideran, como bien dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, que Cristina Fernández no es el camino, Kicillof avisó que, aunque la ex vicepresidenta haya faltado a Berisso, él no se va a pelear con ella y la va a defender aún en contra de algunas voluntades internas que la rechazan.

En vísperas del encuentro que tendrá hoy en CABA, Quintela con la titular del Instituto Patria, el gobernador pidió “unidad, unidad, unidad”. Fue muy claro en este punto, aceptando que el peronismo está dando su debate interno: “No me van a ver dividiendo el movimiento como quiere la derecha”.

Acompañado con los intendentes que se enfrentan a La Cámpora (más Lucas Ghi de Morón cercano a Máximo Kirchner y Mariano Cascallares de Almirante Brown, que 24 horas antes pidió la presidencia del PJ en manos de CFK) mostró su armado interno.

🔴 #AHORA | En una muestra de unidad, @hectordaer, Pablo Moyano, Andrés Rodríguez e integrantes de la CGT acompañan a @Kicillofok en el acto por el #17deOctubre en Berisso pic.twitter.com/9mLAP9hBIM

— Mundo Gremial (@MundoGremial) October 17, 2024

Como dice el dicho popular, el gobernador “puso toda la carne al asador” y quedó escoltado con toda la CGT, ATE y la CTA, que es toda la representación del movimiento obrero y si bien el secretario de un ministro del gabinete de Kicillof dijo a Política del Sur, luego del acto, que “hay que ver qué unidad pidió”, al hacer una defensa irrestricta de CFK se vislumbra que el mensaje tiene como sentido: unidad, sí, pero con todos adentro.

Este dirigente presente en el acto opinó: “Creo que lo que Axel significó al repetir unidad, unidad, unidad, fue vamos todos juntos, pero la lista no la arma La Cámpora, sino que la armamos todos lo que estamos en este escenario que es mi fuerza. Con este armado podemos pelear, perdamos o ganemos”.

Antes del acto, el intendente de Ensenada, Mario Secco, defendió a Kicillof en el medio de la presión de La Cámpora en la previa a su acto en y dijo: “No hacemos un acto contra Cristina, ni Máximo, ni contra nadie, hacemos un acto contra el gobierno nacional” y apuntó: “No va a haber ningún cantito que ofenda a compañeros”.

De alguna manera, esa fue la respuesta a otra apurada que llegó desde el kirchnerismo puro. Se trató del presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Dichiara, quien eligió destacar la importancia de CFK como la única figura capaz de ordenar al peronismo. Al mismo tiempo, pidió al gobernador que se exprese a favor de la expresidenta. Kicillof elogió a la ex Presidenta de la Nación como gestora de lo que consideró gobiernos favorables al pueblo, pero evitó ponderarla como conductora del movimiento. Así el gobernador, exhibió astucia, diplomacia e inteligencia para surfear horas de mucha tensión política interna.