viernes 01 de noviembre de 2024 - Edición Nº2158

Gremiales | 3 oct 2024

SALUD EN CRISIS

Trabajadores de la salud esperan al nuevo ministro con una agenda cargada de reclamos

La asunción de Mario Lugones se da en medio de una serie de conflictos en el sector por cuestiones salariales y presupuestarias que serán los primeros desafíos del flamante funcionario. Balance negativo de la gestión Russo según los gremios. El fantasma del dengue se cierne en el horizonte.


Por: Diego Lanese

Con una breve ceremonia, el flamante ministro de Salud Mario Lugones juró en su cargo. La semana pasada, su antecesor Mario Russo presentó la renuncia, por “conflictos personales”, según se informó oficialmente, dando lugar al cambio del responsable de la cratera sanitaria.

El nuevo funcionario es parte del gobierno libertario desde el inicio, ocupando diversos espacios de poder vinculados al sistema de salud. Ahora, deberá comandar una cartera que tiene entre otros desafíos la inminente llegada del dengue, que al parecer tendrá otro escenario de epidemia, con fuerte circulación viral y muchos contagios.

Además, hay varios conflictos abiertos con los trabajadores de los distintos sistemas sanitarios, que serán un desafío para Lugones. En este contexto, los gremios del sector mostraron “poca expectativa” con el cambio de ministro, y criticaron la gestión de Russo, que denunciaron llevo adelante “un feroz ajuste”. Pensando en la etapa que se abre, se espera que se complete el modelo de Javier Milei, que incluye “distintas formas de privatización” de los recursos.

Con la jura de Lugones, se puso en marcha la nueva etapa en el Ministerio de Salud. Cardiólogo de profesión, tiene una larga trayectoria en entidades vinculadas a la seguridad social, y es actual director del sanatorio Güemes, propiedad de Luis Barrionuevo y Enrique “Coty” Nosiglia.

En su primera reunión con su equipo de trabajo, el funcionario sostuvo ante sus colaboradores que entre las prioridades “transparentar el sistema, bajar los costos, garantizar la libre competencia y que los beneficiarios puedan elegir en libertad”.

El ministro se refirió, además, a que se trabajará con la premisa de utilizar los recursos de manera inteligente, con evidencia sanitaria y con el foco puesto en la demanda, con el objetivo de mejorar la calidad de las prestaciones para los usuarios”, informaron desde el ministerio.

Según las versiones, Lugones venía ganando influencia en las decisiones, en especial en la Superintendencia de Servicios de Salud, donde era jede de Gabinete. Los cuestionamientos externos a Russo por su falta de gestión se sumaron a las quejas internas. Según las fuentes, una vez que el asesor Santiago Caputo “le soltó la mano”, su salida fue inevitable.

Los desafíos del flamante ministro son muchos, tanto laborales como sanitarios. En este sentido, en su primer día de gestión tuvo un paro de residentes, que se sumaron a los reclamos de los trabajadores del Garrahan, que vienen reclamando mejoras salariales, y que realizaron una serie de protestas en las últimas semanas.

“El anuncio del cambio de ministro de Salud no significa mucho para los trabajadores y el equipo de salud del Garrahan, sostuvo Norma Lezana, titular de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan (APyT). Según la dirigente, lo que deberían decir desde el gobierno “es que hay un cambio en la política, respecto del presupuesto para la salud y los salarios de los trabajadores”.

Además, Lezana sostuvo que el presupuesto 2025 “tiene un recorte del 25 por ciento de lo que es salud, por eso insistimos que necesitamos más que el cambio de un funcionario el cambio de una política que revierta la situación actual, los profesionales se están yendo de hospitales como el Garrahan al sector privado por los bajos salarios, esa es la situación que afrontamos todos los días”, insistió.

Por eso el plan de lucha que lanzaron en septiembre, y que se mantendrá esta semana con nuevas actividades. En este sentido, el miércoles 2 de octubre se plegarán al paro de residentes de los hospitales de todo el país, y se plegarán a la marcha universitaria del mismo día.

“No es muy diferente la situación de las universidades que la de los hospitales, donde hay recursos para el funcionamiento pero no para aumentar los salarios, así en el Garrahan los sueldos quedaron muy retrasado contra la inflación y la suba de precios”, dijo Lezana en diálogo con Política del Sur.

En el último paro, desde el gremio difundieron un documento donde denunciaron la situación del principal hospital pediátrico del país: “Vaciar el Garrahan costará muchas vidas de niños, niñas y adolescentes. Hacemos 10 mil cirugías por año que no se pueden realizar en otras instituciones y atendemos 600 mil consultas presenciales y teleconsultas de todo el país, de los casos más complejos.

Hacemos un llamado de emergencia al gobierno nacional de Javier Milei y al gobierno porteño de Jorge Macri, en defensa de nuestro hospital”, reclamaron. En estas condiciones “no se sostiene el Garrahan, las autoridades de nuestro Consejo de Administración y del Gobierno Nacional y de CABA lo saben, pero el silencio y la falta de respuesta indica que no está en los planes de nadie sostener este centro de salud pública que es modelo en el mundo. La salud del pueblo no es déficit: Milei, Caputo, no asfixien al Garrahan”. 

En tanto, respecto a la salida de Russo, la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (FESPROSA) “no lamenta la salida” del ex ministro, y además “duda de que, en el contexto de las actuales políticas del gobierno nacional, vaya a cambiar demasiado la mala gestión de la salud pública”.

En cuantos al balance, se remarcó que la gestión comenzó “con cientos de despidos en el hospital más grande de la Argentina, el Posadas, con persecución a los trabajadores incluida; la destrucción de programas importantísimos, como el de prevención de embarazo adolescente, y la desastrosa situación de entrega de medicamentos a personas vulnerables, la DADSE, que llevó, según las asociaciones de pacientes, a la muerte a más de 50 pacientes oncológicos a los cuales se les discontinuó la medicación”.

También acusaron a Russo de ser “partícipe de la desfinanciación y la desregulación de la salud pública, con el proyecto de transferencia de los hospitales nacionales (Garrahan, Posadas y otros) a las provincias, como manera de desentenderse de las responsabilidades del ministerio; o con la política que ejecutó el gobierno en materia de remedios, particularmente con la disolución de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (ANLAP) y la liberalización de los precios de los medicamentos, lo que llevó a buena parte de la población a agravar sus enfermedades (se calcula que más del 15 por ciento de los jubilados tuvo que discontinuar la medicación).

Estas son solo algunas de las perlas de la gestión de Russo, que jamás quiso recibir a los trabajadores”.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias