Por: Ricardo Carossino

Lo que alguna vez fue el poderoso PRO bonaerense con gobernadora e intendentes del conurbano unidos en el ex influyente Grupo Dorrego, ha dejado de existir y no fue el peronismo el que dictamino su desmembramiento, sino un actor político que como hace un año había anticipado Política del Sur era el que le peleaba la misma clientela a Mauricio Macri, quién además ha dejado de ser el líder en el que toda la derecha se referenciaba.

Hace tres meses el hoy presidente del PRO bonaerense, Cristian Ritondo, ya había firmado el certificado de defunción cuando decía abierta y oficialmente: “Es un partido que no existe en la provincia de Buenos Aires”, al tiempo que agregaba que debía “haber una renovación” porque era “un partido que ausente”.

La irrupción de Javier Milei en el escenario democrático argentino puso a Macri y su PRO contra las sogas y el ex Presidente de la Nación no supo o no quiso conducir el proceso electoral interno en 2023, porque como muchos le han achacado (como le achacan a Cristina Fernández) que si no es él, no será nadie el que triunfe.

Si esto es tan cierto como muchos ex PRO aseguraron a Política del Sur, Milei ha tenido la fortuna plena de meterse en medio de las internas que padecieron los dos grandes (Juntos por el Cambio vs. Unión por la Patria) y así haber llegado a la Casa Rosada.

¿Puede pasar lo mismo con Milei y Macri en la Provincia de Buenos Aires o pueden darle pelea al oficialismo que lidera el gobernador Axel Kicillof? El año pasado por ir separados, se benefició el gobernador. El futuro de la derecha bonaerense dependerá por supuesto, de sus propios aciertos o errores y de los aciertos y errores del peronismo que ahora sufre una fuerte tensión con La Cámpora.

Los legisladores de Javier Milei y Patricia Bullrich unen fuerzas para dar batalla al kirchnerismo en la Provincia de Buenos Aires. pic.twitter.com/9tGu2lGbVU

— La Libertad Avanza (@LLibertadAvanza) October 1, 2024

La derecha bonaerense (así como el peronismo y el radicalismo), no está exenta de tensiones y contradicciones que la pueden hacer trastabillar si no tiene la capacidad operativa para superar las necesidades de protagonismo en un escenario que no se le presenta fácil.

Una encuesta de la Universidad de San Andrés de 1014 encuestados hecha en la tercera semana de setiembre, posicionó a Axel Kicillof como la principal figura opositora a nivel nacional y reveló que, a contramano de lo que propone Milei, más de la mitad de los argentinos se muestra a favor de tener un estado más grande que provea más servicios a la sociedad.

El informe reveló la creciente insatisfacción con los resultados de la administración libertaria, con un 65% de los consultados asegurando que está insatisfecho con la marcha general del país y solo un 35% indicando que está satisfecho.

En este contexto, Unión por la Patria se ubicó como el principal espacio opositor al Gobierno Nacional, algo en lo que acordó el 58% de los encuestados. Esto incluye tanto a quienes se consideran afines al espacio, como a quienes votaron al candidato libertario. Entre tanto, “figuras como Milei y Macri, acumulan una imagen negativa del 80%”, superados por Alberto Fernández, 88%, y Máximo Kirchner con un 90%”.

Tanto el PRO como La Libertad Avanza ven que en la Provincia de Buenos Aires, Kicillof es una amenaza constante y que apunta a consolidarse y no encuentran la estrategia para derribar ese muro peronista, sobre todo en la Primera y la Tercera sección electoral y ahí radica principalmente el conflicto que generó la muerte del PRO como indicó Ritondo, sólo que el diputado nacional hablaba de una ruptura en dos partes, lo que dejaba en un buen contexto aún al macrismo, pero las cosas se complican aún más.

En diálogo con Política del Sur, el dirigente del PRO Daniel Lipovetzky lo dividió en tres: “Un sector funciona como parte del gobierno de LLA vinculado a Bullrich; un PRO apoya al gobierno, vinculado a Macri; y un PRO defiende los valores fundacionales, donde está Horacio Rodríguez Larreta”.

En este sentido, Lipovetzky no sólo partió en tres al partido, sino que referenció como el líder más auténtico a Larreta en detrimento de su fundador, dado su acercamiento con Milei, con lo cual la situación bonaerense (y porque no la nacional) parte en tres a una derecha de libertarios, macristas y demócratas (por llamarlos de alguna manera) a los ex macristas unidos a los radicales, los lilitos y al peronismo anti K.

La provincia de Buenos Aires por lo tanto podría quedar atada a la suerte de Kicillof, si estas fuerzas de la derecha van separadas, como todo parece indicar con un proyecto de identificación ideológica que apunta fundamentalmente al 2027.

Una fuente del PRO de la Primera dialogó con PDSUR y blanqueó los porqué de esta pelea que rompió definitivamente a los amarillos en la que jugó muy fuerte la ministra de Seguridad Patricia Bullrich junto al armador bonaerense el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, quien siempre estuvo enfrentado al ex líder de la Tercera, Néstor Grindetti, hoy devaluado.

Lamento que el expresidente Macri encubra pactos espurios que el diputado @jparenaza hizo públicos, y así evitó que se vote.

Una cosa es discrepar, otra es querer meter por la ventana regulaciones que van en contra de la libertad de quien emprende.

Yo no miento, solo revelo lo… https://t.co/EYs4Q7k1CB pic.twitter.com/0FIBrKcV8i

— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) September 27, 2024

Según esta fuente Bullrich quiere sumar la mayor cantidad de amarillos antes de diciembre para sentirse vencedora en su enfrentamiento contra Macri. La ministra quiere jubilar al expresidente y para eso busca vaciar el partido amarillo.

Ante la sostenida avanzada de Kicillof que no cae en las encuestas, Karina Milei, Caputo y Bullrich sospechan que Macri no quiere llegar a un acuerdo en la provincia para echarle la culpa a la Rosada de una victoria del peronismo en 2025.

Las sospechas de Caputo, “el jefe” y la ministra tienen una base de sustento. En su primera reunión como presidente del PRO, Macri puso a consideración de la mesa ejecutiva del partido una idea de cara a las conversaciones con LLA: hacer culpable a la Casa Rosada de cualquier victoria del peronismo en el caso de ser intransigente con encabezar cada lista en cada provincia.

Macri habría ido más allá al plantear que Karina Milei iba a tener que respetar el veto de los gobernadores de Juntos por el Cambio en sus respectivas provincias y negociar una PASO o una lista única en donde tanto el PRO como LLA son oposición. De ahí la apuesta de Bullrich a intentar ganarle de mano al expresidente posicionando a LLA como principal opositora a Kicillof.

Lo cierto es que la situación bonaerense inevitablemente se hace extensiva a toda la Argentina, donde es una realidad verificada el congelamiento de las charlas entre el PRO y LLA. Esto sucede porque la oposición que comenzó a negociar Caputo congeló todo como consecuencias de lo que los gobernadores consideran “promesas incumplidas” por Milei.