Opinión | 27 sep 2024
Por Antonio Novielli
"¿Por quién doblan las campanas?"
La novela con este título es una obra cumbre de Ernest Hemingway, quien participó en la Guerra Civil Española como corresponsal. Esta obra reúne tres elementos esenciales para una historia de amor imposible: un país exótico, un escenario de guerra y la propia Guerra Civil Española, enmarcada por la eterna lucha de clases entre los trabajadores. Una realidad no muy lejana de la que sucede por estos tiempos en el país.
Hoy, nuestra realidad no parece tan lejana de esa novela. Parte de la provincia de Córdoba está bajo fuego, y los principales sospechosos son los desarrolladores inmobiliarios. Mientras tanto, en el corazón financiero del país, suena una campana cuyo eco nos obliga a preguntarnos, ¿por quién doblan las campanas? Si sumamos la población que se encuentra por debajo de la línea de indigencia y quienes viven bajo la línea de pobreza, el 80% de la población enfrenta una situación extremadamente compleja.
Los números presentados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) detallan la gravedad de la situación de cara al último trimestre del año. La industria pyme registró una caída interanual del 8,7% en agosto, mientras que el sector manufacturero acumula una contracción superior al 17% en los primeros ocho meses de 2024.
La falta de un plan industrial y productivo agrava la preocupación entre empresarios, pymes, micropymes y comerciantes. En términos de intercambio de bienes industriales, la caída fue del 3%, acumulando dos trimestres consecutivos en baja. Las pymes industriales aún no muestran signos de una reactivación, y el uso de la capacidad instalada se ubicó en el 60% en agosto, lo que representa 0,6 puntos menos que en julio, y 10 puntos por debajo de los valores de principios de año, lo que refleja las dificultades en la demanda interna.
Entre los sectores manufactureros más golpeados se encuentran "Papel e impresiones" (-21,1%) y "Químicos y plásticos" (-15,5%), junto con "Maderas y muebles" (-1,1%).
Análisis sectorial
Alimentos y bebida: cayó un 10,8% interanual en agosto a precios constantes, aunque tuvo una leve mejora del 0,9% frente a julio. Acumula una baja del 16,4% en los primeros ocho meses del año, con un uso de la capacidad instalada del 60,4%, 1,2 puntos por debajo de julio.
Textiles e indumentaria: sufrió una contracción del 3,6% anual en agosto, y del 0,9% respecto a julio. En el acumulado del año, la caída es del 3,7%. Las fábricas operaron con el 60,9% de su capacidad instalada, manteniéndose igual que en julio.
Maderas y muebles: se retrajo un 1,1% anual, pero creció un 4,3% en comparación mensual. Acumula una caída del 15,6% en lo que va del año.
Metal, maquinaria y equipo, y material de transporte**: La actividad cayó un 4,8% interanual en agosto, pero mostró un crecimiento del 5,9% frente a julio. En lo que va del año, la contracción acumulada es del 18,6%.
Químicos y plásticos: tuvo una caída significativa del 15,5% anual, aunque registró un repunte del 2,1% respecto al mes anterior. La caída acumulada en los primeros ocho meses del año es del 24,3%, con un uso de la capacidad instalada de apenas el 57,3%.
Papel e impresiones: lidera las caídas con un desplome del 21,1% interanual, operando con una capacidad instalada del 60,6%, por debajo de julio.
El impacto en el empleo
La desocupación alcanzó niveles alarmantes en el segundo trimestre de 2024. La tasa de desempleo llegó al 7,6%, un aumento de 1,4 puntos porcentuales frente al mismo periodo del año anterior (6,2%), lo que representa a más de 1,7 millones de personas en busca de empleo sin éxito.
El desempleo afecta principalmente a las mujeres jóvenes, cuya tasa alcanzó el 16,5%, un aumento considerable. Los hombres jóvenes también experimentaron un incremento en su desocupación, pasando del 12,3% al 13,9%. Las dificultades para acceder a empleos estables y de calidad son evidentes, especialmente para quienes tienen menores niveles educativos.
A nivel regional, el Gran Buenos Aires y la región Pampeana son las más golpeadas, con tasas de desempleo del 9,1% y 7,6%, respectivamente. En ciudades como Resistencia (11%), La Plata (9,9%) y Trelew (9%), el desempleo ha aumentado significativamente, mientras que regiones como Santiago del Estero y Viedma presentan tasas de desocupación casi inexistentes.
Además, la subocupación afecta al 11,8% de la población económicamente activa, reflejando la escasez de empleo pleno y la precariedad laboral. En total, el 29,7% de la PEA busca empleo, ya sea por estar desocupados, subocupados o porque desean mejores condiciones laborales.
La precarización del empleo
El 36,4% de los asalariados trabaja en condiciones de informalidad, y un 23% de la población activa se desempeña por cuenta propia, en empleos generalmente inestables y sin beneficios.
La industria manufacturera ha sido una de las más afectadas, mientras que la construcción parece haber encontrado un punto de inflexión, con una leve recuperación en el segundo trimestre de 2024.
Por su parte, las políticas económicas implementadas durante los primeros meses del gobierno de Javier Milei han generado debates. Desde agosto de 2023, se han perdido más de 182.000 empleos asalariados en los sectores público, privado y de casas particulares, aunque se ha registrado una leve mejora con la incorporación de trabajadores independientes bajo el régimen de monotributo.
Las proyecciones del Presupuesto 2025 no son alentadoras, previendo un aumento en los beneficiarios de seguros de desempleo.
El mercado laboral argentino atraviesa una crisis profunda, marcada por el desempleo, la precarización y la creciente informalidad. Al igual que en la novela de Hemingway, hoy las campanas doblan por las pymes, micropymes y comerciantes, quienes, en este contexto, parecen haber perdido la batalla.