Por: Federico Cedarri

Diputados avaló este miércoles con las 37 voluntades del peronismo el proyecto del Ejecutivo denominado Régimen Provincial de Desarrollo Productivo y Fomento de Inversiones, el RIGI bonaerense.

El oficialismo necesito en primera instancia del acompañamiento del bloque dialoguista y los dos radicalismos para que la propuesta desembarcara en el recinto, ya que no había atravesado previamente la instancia de comisiones.

En la rosca previa a la reunión parlamentaria el abadismo exigió determinadas condiciones al Ejecutivo para acompañar, la incorporación de los sectores agrícolas a los beneficios, la extensión del plazo para presentar las iniciativas que pasa de dos años a cuatro además de la constitución de una Bicameral para supervisar la actuación de la Autoridad de Aplicación que será el Ministerio de la Producción.

El oficialismo desechó de plano la posibilidad de avanzar con estas concesiones por lo que el radicalismo resolvió sentarse, junto a manistas y dialoguistas, para posibilitar el tratamiento de la propuesta aunque finalmente y ante la falta de respuestas del gobierno de Kicillof a sus solicitudes resolvieron abstenerse.

Ante este escenario, el oficialismo no tuvo inconveniente con sus propios votos en llegar  a la mayoría simple lo que le permitió avanzar con la media sanción a la iniciativa del Ejecutivo.

La propuesta cosechó el rechazo tajante del PRO, el mileísmo duro, el bullrismo, la Coalición Cívica y la izquierda.

Como miembro informante en representación del oficialismo tomó la palabra Gustavo Pulti: “Esta provincia aporta el 38% de las exportaciones y el 41 % de la producción agropecuaria, este régimen tiene como origen un lugar que le aporta el 38 % de los ingresos fiscales a la Nación”.

Posteriormente, el marplatense definió los contraste entre el RIGI nacional y el presentado por Axel Kicillof: “El RIGI bonaerense se diferencia del nacional en el valor agregado, los beneficios se incrementan de acuerdo a la generación de empleo, tiene un benéfico adicional del 10 % cuando la inversión se establece en parques industriales y en lugares de ingresos bajos”

“Premia la innovación tecnológica y la sustitución de importaciones que desarrolla las capacidades productivas, el incremento de las exportaciones y la sostenibilidad ambiental”, cerró.

De manera posterior, refirió conceptos la legisladora Romina Braga de la CC: “Es una reacción tardía  en base a haber perdido la inversión que iba a desenvolverse en Bahía Blanca, este es un gobierno que no planifica”.

Por su parte, el manista Claudio Frangul destacó la importancia de que la provincia tenga un régimen para las inversiones pero cuestionó que el Ejecutivo haya desestimado sugerencias de su espacio: “ La Autoridad de Aplicación se arroga facultades muy importantes”.

“Podemos tener la mejor ley pero este nivel de agresividad que existe en la política argentina hace que sea muy difícil generar inversiones”, acusó el legislador platense.

El bullrista Fernando Compagnoni se mostró partidario de la adhesión al RIGI nacional: “Necesitábamos de esa normativa ya que de la adhesión provincial a la misma dependía la inversión frustrada en Bahía Blanca.”

“Esto que llegó a la Legislatura es un REGI no un RIGI, es un régimen que expulsa a las grandes inversiones”, chicaneó.

Luego, fue el turno del abadista Valentín Miranda que deploró que el Ejecutivo no tomará en cuenta ninguna de las 13 modificaciones que propuso su bloque: “Como podemos conseguir una legislación seria si el actual oficialismo no acepta modificaciones como evitar la discrecionalidad y contemplar a la agroindustria”, disparó.

“Los inversores reclaman reglas claras y que sepan que el oficialismo y la oposición estan dispuestos a mantenerlas”, completó.

En la misma línea fue el ritondista Matías Ranzini que estimó que “estamos ante un garabato de RIGI,  un proyecto muy a destiempo”.

“El apuro para aprobar este proyecto en un capricho de Kicillof y no se corresponde con adecuar los sectores productivos a la economía que se viene en la provincia de Buenos Aires”, abundó.

Más adelante, el Cuerpo aprobó una iniciativa del amarillo Fabián Perechodnik que declara Personalidad Destacada en el ámbito de la cultura al empresario y productor teatral Carlos Rottemberg; y otra en la misma temática del titular del bloque de Unión por la Patria  Facundo Tignanelli haciendo recaer la misma distinción en el historiador Felipe Pigna.

Los diputados le brindaron media sanción a un expediente de Susana González (Unión por la Patria) que modifica el artículo 1 de la Ley Orgánica del Defensor del Pueblo posibilitando la incorporación de la paridad de género en la elección de los Defensores y Defensores Adjuntos.

La Cámara Baja provincial refrendó una iniciativa de la peronista platense Lucía Iañez que se adentra en modificaciones al protocolo de funcionamiento de la Cámara Gesell: busca garantizar que los menores y discapacitados víctimas de delitos comparezcan una sola vez y sean videograbados para evitar nuevas convocatorias que deriven en episodios de  revictimización.

Iañez puso en contexto la angustiante situación que atraviesan los niños "que tienen que ir a declarar una y otra vez en un plano de revictimización absoluta cuando en realidad tenemos un nivel bajísimo de condena a abusadores y violadores en nuestro país y la región".

Asimismo, pondero la importancia de poder sancionar normativas que estén por delante de la problemática.

Finalmente, no se llevó adelante la oficialización de la fusión entre los mileístas oficiales y el bullrismo, según explicaron fuentes de los dos espacios a PDS todavía están trabajando en los detalles de articulación del futuro bloque al que también se sumaría la piparista Jazmín Carrizo.

Se llevaron adelante las juras de dos nuevos legisladores, el santillista Gustavo Coria que pasó a engrosar las filas amarillas en reemplazo del fallecido Lorenzo Natali que reportaba en el abadismo; y el lanusense de Republicanos Unidos, Sebastián Vasco Pascual, que asumió en el lugar de Nahuel Sotelo.

El hecho político sobresaliente pasó por el impensado retorno de la evolucionista María Belén Malaisi al espacio abadista que conduce Diego Garciarena.

Fue corta la estadía de la legisladora en el bloque que capitanea Claudio Frangul, no se habría sentido a gusto en el espacio manista y pegó la vuelta aceleradamente con el consiguiente revuelo político en el ámbito centenario: Malaisi integra la lista opositora al abadismo en la interna.