El dirigente de la Unión Cívica Radical de Avellaneda Martín Ruiz Deza expresó: "La interna de Avellaneda es media particular porque se había logrado una unidad y apareció alguien que de manera solitaria presentó una lista. Un sector de Adelante Buenos Aires, pero también hay otro sector de Adelante que está en lo que sería la lista unidad. Esto tiene más cuestiones personales y locales que provinciales".

En diálogo radial con Política del Sur, el referente de Evolución señaló que en los comicios "hay dos opciones: una es la oficial, el Comité Provincial, más amigable con el oficialismo nacional, y hay otra visión de recuperar la identidad y la autonomía, ser oposición en todos los niveles del Estado”. “Me adscribo a esta segunda posición, lo que no significa que a futuro no podamos dialogar o realizar algún tipo de alianzas, pero teniendo en cuenta abandonar el esquema de agencia electoral y ser más partido", sostuvo.

Cuando se le consultó por los diputados de la UCR que cambiaron su voto para ratificar el veto a la reforma jubilatoria, expresó que "lo que ocurrió es que esa gente que votó de determinada manera, dos meses después votó de manera absolutamente distinta” y “eso es una inconducta que es sancionable porque sino no tiene sentido tener un bloque si cada uno va a votar lo que quiere”. “El radicalismo tiene que recuperar ese orden que tuvo históricamente, que lo distinguía de otros partidos, donde el Comité Nacional o Provincial ordenaban a sus bloques legislativos", indicó.

"Lo que nosotros planteamos en esta interna es recuperar ese orden partidario y la centralidad del conurbano bonaerense. La realidad es que la gestión actual hace más foco en el interior de la provincia de Buenos Aires que en el conurbano. Un partido que tiene proyecto de poder, si no mira al conurbano, no tiene votos, y nos vamos a conformar con gobernar pueblos de 30.000 habitantes. No sería bueno para la democracia que nuestro partido desaparezca, y hoy me parece que se está jugando eso", aseveró.

Marcó que desde Evolución se busca “discutir el radicalismo desde las ideas históricas, adaptadas al siglo en que se vive, pero sin renegar de lo que se sostuvo toda la vida”. “Ir a un liberalismo extremo sería renegar de las banderas que sostuvimos siempre. No podemos estar con una persona cuya política de Estado es desfinanciar a la universidad como forma de cerrar el agujero fiscal. Acompañar un proyecto libertario no es acompañar un gobierno liberal; es para cerrar el déficit como sea y no buscar ninguna alternativa."

"Es caprichoso porque incluso podría haber vetado parcialmente la Ley jubilatoria y dejar subsistente el aumento. Tiene cero empatía con lo que está pasando en el ciudadano de a pie", criticó al presidente Javier Milei.

Asimismo, remarcó que “el radicalismo se debe una convención nacional si tiene que definir un futuro y un rumbo”. “A título personal, si no logramos consensuar una posición única y si hay un rompimiento deberá suceder porque si hacemos política en base a principios no podemos tampoco tranzar con cualquier cosa, me parece que es sano si no llegamos a una posición de consenso y si llevamos una posición de consenso se tiene que respetar la doctrina básica de la Unión Cívica Radical que hace a su historia”, afirmó.

"Argentina necesita que gane una persona dispuesta a construir consensos. La persona que venga en el futuro tiene que tener la idea de sentar en una mesa a todos los sectores. En un país roto como este no se puede gobernar más con una sola facción. Hay que hacer un gobierno de unidad nacional, porque si no, es imposible que podamos sacar este barco a flote", cerró.