Provincia | 23 sep 2024
Fuego cruzado
El radicalismo lanzado desenfrenadamente a la pelea interna
Ante al fracaso de gestiones de último momento por la unidad apuntaladas por el oficialismo, el partido centenario se embarca a dilucidar el 6 de octubre próximo la conducción del máximo órgano provincial determinante en la política de alianzas electorales. Mientras el manismo y Evolución repelen un acuerdo con el PRO y La Libertad Avanza, los seguidores de Abad emparentan a sus rivales internos con el kirchnerismo.
Por: Federico Cedarri
La batalla radical se desencadenó en el ámbito de la provincia de Buenos Aires pese a los intentos de último momento por evitarla.
En rigor, la lucha por el Comité Provincia enmascara un enfrentamiento más profundo por la política de alianzas que encarará el radicalismo rumbo a las elecciones de medio término de 2025: “Está en juego la identidad radical”, dispara ante PDS un legislador provincial abadista.
En las últimas horas se produjo un desesperado intento del oficialismo centenario por llegar a un acuerdo racional, unificar una misma lista y evitar un proceso interno sobre el que se cierne la chance de una baja participación en el marco de una delicada situación económica.
El abadismo ofreció al tándem Manes- Lousteau el 40% de los cargos y el primer lugar de la lista para la Convención Nacional, convite que fue rechazado de plano por los rebeldes que contraofertaron por los mismos porcentajes pero a favor de Futuro Buenos Aires: “No entiendo como suponen que nosotros tenemos minoría y ellos mayoría, las urnas finalmente lo develarán”, sostiene un legislador manista ante este medio
Así las cosas y envalentonados ante la urgencia abadista por arribar a la unidad, también exigieron un pacto de que no habría en el futuro acuerdo electoral con La Libertad Avanza ni el PRO, la famosa triple alianza que en algún momento se coló bajo el análisis de los seguidores del marplatense.
La negativa oficialista terminó por desbaratar cualquier chance de fusión por lo que finalmente el 6 de octubre se discernirá dos modelos de partido, el purismo abadista vs la inclusión del radicalismo en un nuevo espacio progresista con otros actores alejados de la derecha del espectro político.
El abadismo susurra por lo bajo que sus rivales internos mantienen vínculos aceitados con el kirchnerismo que han quedado de manifiesto en las votaciones en el Congreso Nacional.
“Es un sinsentido esta internaya que la gente está preocupada por sus necesidades básicas, iran pocos a votar, pero es un despropósito en el que nos metió Manes”, suelta ofuscada ante este portal una legisladora de La Costa enrolada con Maximiliano Abad.
Así las cosas, el enfrentamiento de fondo pactado para el 6 de octubre tendrá a la mayoría de los intendentes y legisladores provinciales enrolados con el abadismo apuntalando la candidatura de Miguel Fernández, con su aspirante a vice Elsa Llenderrozas, y el oriundo de San Martín y puntal del possismo Walter Carusso aspirando a la secretaría general.
Por su parte, serán candidatos a delegados al Comité Nacional Maximiliano Abad y la alcaldesa de General Arenales Erica Revilla.
La oferta oficialista a convencionales nacionales estará encabezada por el ex jefe comunal de San Isidro Gustavo Posse con Ayelén Berón y el marplatense y senador provincial Ariel Martínez Bordaisco.
Del otro costado del cuadrilátero emerge Futuro Radical, la conjunción entre Evolución y el manismo con Pablo Domenichini como candidato a presidente del Comité Provincia acompañado por la referente de Manes, Nazarena Mesías y el intendente de Lincoln Salvador Serenal como secretario general.
Como emisarios a la Convención Nacional se presentan el serrano Miguel Lunghi, Josefina Ignacio, Nahuel Mitelbach y María Belén Malaisi; mientras que al Comité Nacional son postulados el histórico dirigente de la Coordinadora de los años 80, Federico Storani, acompañado por la evolucionista Danya Tavela y los manistas Pablo Juliano y Josefina Mendoza.
Pelea por el Comité Provincia que se traslada a la Legislatura
La pulseada por la titularidad del Comité Provincia también desparrama esquirlas hacia la Legislatura bonaerense.
Una de las exigencias en la mesa de negociaciones de la frustrada unidad, tanto de parte de los intendentes abadistas como también del manismo, era la unificación de los bloques en la Cámara de Diputados provincial.
La diferencia radica en que mientras los alcaldes abadistas pidieron que la conducción de la fusión recaiga en el marplatense Diego Garciarena, los seguidores del saltense exigieron que el timón quede para el turco Claudio Frangul.
El nivel de desacuerdo tensiona aún más la elección de octubre, porque quién finalmente gane el Comité Provincia se arrogará indefectiblemente la titularidad del espacio en las Cámaras legislativas: “Si ganamos en octubre el bloque de Frangul viene al pie”, descuenta una fuente correligionaria ligada al senador nacional marplatense.
Lo cierto es que si los correligionarios arriman los dos bloques separatistas llegarían a los 15 legisladores en Diputados, lo que los convertiría en la segunda minoría y podrían negociar desde mejores condiciones, no sólo los sillones de autoridades de Cámara, sino también puestos en el Consejo de la Magistratura, Directorio del BAPRO y lugares en los entes de contralor.
Además, quién venza en la contienda interna será el interlocutor de Axel Kicillof para encarar los cabildeos por los lugares vacantes en la Corte Suprema bonaerense, uno de los cuáles le correspondería al radicalismo.