Por: Federico Cedarri

Continúa viento en popa el intento de consolidación de una tercera vía electoral en el ámbito bonaerense del espacio dialoguista de la Legislatura bonaerense que capitanean Gustavo Cuervo y Carlos Kikuchi.

Si bien los 9 diputados que conforman el bloque de Unión, Renovación y Fe en la Cámara Baja despuntan raigambre massista, hoy apuestan por la solidificación de un espacio situado en el centro de espectro político equidistante tanto del kirchnerismo como del mileísmo.

Tanto Cuervo como Kikuchi continúan recorriendo de la mano la geografía bonaerense y armaron un acto plenario en Baradero donde dejaron explícitas sus diferencias con las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei y hasta insinuaron que se terminará convirtiendo, de continuar por este camino, en un segundo gobierno de Mauricio Macri.

Autodenominándose como el enclave del sentido común, el espacio de Gustavo Cuervo se ha convertido en un actor clave dentro de la Cámara de Diputados ya que ha sido determinante para que el gobernador bonaerense Axel Kicillof pueda saltear la persistente negativa del PRO y la UCR  y lograra sacar por mayoría simple la creación de la empresa de emergencias médicas que propicia el ministro de Salud, Nicolás Kreplak.

Según cuenta a este portal una fuente ligada a la bancada dialoguista, entienden que hay un nicho en la provincia de BuenosAires de alrededor de 30 puntos que prefiere un opción de centro que no caiga bajo la premisa de la grieta.

El bloque de Unión, Renovación y Fe también fue determinante en el acompañamiento al proyecto camporista de aumento de las indemnizaciones que fue aprobado en Diputados y paso al Senado: “No somos soldados de Kicillof- se atajan ante PDS - simplemente aprobamos una actualización que estaba desfasada respecto a CABA”.

En rigor, los dialoguistas vienen braceando contra las acusaciones que le imputan desde el bloque libertario oficialista por su aparente funcionalidad con el oficialismo provincial, hasta se los ha tildado socarronamente como libermassistas por la antigua pertenencia de la mayoría al Frente Renovador.

Carlos Kikuchi es un caso distinto, es el único dirigente que no tiene raíz peronista,  fue eyectado de la mesa chica del actual presidente y se generó un encono que lo situó desde el comienzo de la gestión en la veredas opuesta a la Casa Rosada.

Lo cierto es que más allá de la alianza acordada entre los dos espacios parlamentarios dialoguistas no actúan de manera lineal en lo que respecta a las iniciativas tanto del Ejecutivo como las que impulsan los bloques oficialistas.

El espacio que comparte Carlos Kikuchi con los bahienses Sergio Vargas y Silvana Ventura no tiene a priori la intención de aprobarle a libro cerrado a Kicillof el proyecto de creación de la empresa de emergencias médicas que ya desembarcó en el Senado: “Tenemos que estudiar la factibilidad presupuestaria al igual que el proyecto de producción de medicamentos”, destacan cerca del Chino.

Rechazo al proyecto camporista

Se generó especulación en los corrillos de la Cámara Alta luego del acuerdo de los disidentes libertarios con Cuervo  sobre cuál sería finalmente la postura que  iban a adoptar con respecto a la propuesta del camporismo de suba de indemnizaciones, ya que la oposición del Senado los cuenta como propios para bloquear la iniciativa resistida también por los empresarios pymes.

Según pudo consignar PDS de fuentes fidedignas del espacio de Kickuhi mantienen la negativa a apoyar la propuesta de Maite Alvado que incrementa los costos de las indemnizaciones al incorporar para el cálculo al CER  más 8 puntos más de la tasa del Banco Central: “Se sigue con la misma posición de no acompañar la iniciativa”, destacan sucintamente.

Así las cosas, volvieron a respirar aliviados los miembros del PRO en sus dos variables, La Libertad Avanza 1 y el radicalismo que caratulan a estos tres votos como indispensables para evitar que el peronismo logre llegar a la instancia del desempate de la presidenta del Cuerpo Verónica Magario.

Respirará aliviado el gobernador Axel Kicillof, ya que si todo se configura tal cuál informa este portal, La Cámpora finalmente no se saldría con la suya: la iniciativa quedaría cajoneada en la Cámara Alta hasta perder Estado Parlamentario y el mandatario no tendrá que atravesar el trance de un hipotético veto.

Lo que queda claro es que, si bien existe una alianza con miras al 2025 entre los espacios parlamentarios de Gustavo Cuervo y Carlos Kikuchi, los procederes en las dos Cámaras legislativas  disciernen en algunos aspectos.

"Tenemos coincidencias de fondo en que la opción hoy pasa por el sentido común y no por los extremos pero nos permitimos disentir en ciertos temas, no tenemos que pensar lo mismo”, se justifican en el campamento de Cuervo.

La tercera vía continúa con su peregrinaje aunque descartan de plano por el momento una alianza con legisladores massistas en Diputados ante una eventual negativa de La Cámpora y el ex insaurraldismo a entregarle la presidencia de la Cámara Baja a Alexis Guerrea en diciembre como habría sido pactado por Massa y Máximo K sobre el filo del 2023.