Jorge Julio López, militante barrial peronista y obrero oriundo de La Plata, desapareció por segunda vez el 18 de septiembre del 2006. Hoy se cumplen 18 años del segundo secuestro y su hijo, Rubén López, continúa con las recorridas por distintos puntos del conurbano para concientizar sobre las consecuencias de la última dictadura cívico militar y expresar su experiencia a partir del rol clave que tuvo su padre con los testimonios a cerca de las detenciones ilegales, torturas y asesinatos de sus compañeros Ambrosio De Marco, Norberto Rodas y Patricia Dell Orto.

Durante las últimas semanas, Rubén participó de distintos encuentros organizados por agrupaciones políticas, sociales y de derechos humanos. También fue reconocido en algunas oportunidades. Entre ellas visitó Lanús donde presentó, invitado por el oficialismo, el libro "Memoria Escrita". 

Además, el jueves 5 presentó la muestra fotografica y artística en el teatro argentino, escenario en el que expusieron varios fotógrafos y una muestra artística por parte del curador Jorge Caterbetti. En paralelo, visitó el sitio de memoria ubicado en el Pozo de Banfield, en tanto el martes 11 de septiembre encabezó la presentación del libro Memoria Escrita en la biblioteca provincial.

En estos 18 días previos al aniversario 18 de la desaparición de Jorge Julio López, su hijo protagonizó una serie de charlas, donde apuntó a transmitir la historia a los más jóvenes para "no repetir errores del pasado".

"Fue la primera vez que iba al Pozo de Banfield y es la primera que hago un recorrido en un sitio de memoria como este, porque inclusive en Comisaría 5ta nunca pude hacer el recorrido, es demasiado fuerte. Fui valiente porque había un montón de personas, si estaba solo no sé si me animaba. Lo único que no fui, porque no se podía entrar al sótano ya que está inundado, pero aparte no hubiera podido acercarme por más que estuviera habilitado", contó a Política del Sur. 

Al mismo tiempo, insistió en la necesidad de inculcar la historia argentina a los más chicos y compatir experiencias: "Cuando comenzamos el recorrido con la gente del sitio de memoria, sobrevivientes y quienes llevaban adelante esta organización, nos cruzamos con chicos de una escuela. Charlamos un ratito, les conté la experiencia y, al igual que ellos, era mi primera vez, así que fue conmovedor estar en ese lugar". 

Consultado por su visita al Pozo de Banfield, explicó que "donde hubo tante muerte, hoy hay mucha vida", por lo que subrayó la importancia de mantener viva la memoria en lugares tan simbólicos para los derechos humanos. 

"Me provoca terror hablar delante de los chicos porque el silencio es ensordecedor, se nota que te están escuchando. Me ha pasado en las distintas actividades, en colegios secundarios y es impresionante. Nos parece interesante contarles en el contexto que estamos hoy, como se atropellan todos los derechos conquistados y les digo tomen la experiencia de los errores que hemos cometido los grandes, para militar y que las cosas no sean peor de lo que están en el presente", agregó. 

Además, respecto a cuales son las elecciones temáticas para exponer frente a diferentes públicos, manifestó: "Cuento la experiencia propia, empecé a militar de muy grande llevando adelante estas causas. En Lanús contamos un poco sobre el libro Memoria Escrita, que fue la herencia que dejó mi viejo sobre los sucedido, contar porqué escribió todo eso y como pudo ir a los juicios y declarar".

Por último, eligió recordar a su padre como alguien comprometido "con su deber cívico" y con sus compañeros. Según resumió, Jorge Julio López "no fue a contar lo que le pasó, fue a contar lo que vio" y explicó que "puso todo eso por sobre su propia tortura".