sábado 12 de octubre de 2024 - Edición Nº2138

Provincia | 13 sep 2024

Fuego cruzado

El radicalismo lanzado desenfrenadamente a la pelea interna

Pese a gestiones de último momento apuntaladas por el abadismo para buscar la unidad ofreciendo el 40% de los puestos en la lista al tándem Manes- Lousteau, el partido centenario dilucidará el 6 de octubre próximo la conducción del máximo órgano provincial determinante en la política de alianzas electorales. Mientras el manismo y Evolución rechazan un acuerdo con el PRO y La Libertad Avanza, los seguidores de Abad emparentan a sus rivales internos con el kirchnerismo.


Por: Federico Cedarri

La batalla radical finalmente se desencadenó en el ámbito de la provincia de Buenos Aires pese a los intentos de último momento por evitarla.

En rigor, la lucha por el Comité Provincia enmascara un enfrentamiento más profundo por la política de alianzas que encarará el radicalismo rumbo a las elecciones de medio término de 2025: “Está en juego la identidad radical”, dispara ante PDS un legislador provincial abadista.

En las últimas horas del viernes 6 de septiembre cuando apremiaba el segundero y todavía cobraba sentido la chance de que se arribará a un acuerdo empujado con fuerza por la conducción actual del Comité Provincia, se daba la instancia de discusión del porcentaje de lugares que cada sector tendría en la hipotética lista de unidad.

El oficialismo radical ofreció  al tándem Manes- Lousteau el 40% de los cargos y el primer lugar de la lista para la Convención Nacional, convite que fue rechazado de plano por los rebeldes que contraofertaron por los mismos porcentajes pero a favor de Futuro Buenos Aires: “No entiendo como suponían que nosotros tenemos minoría y ellos mayoría, las urnas finalmente lo develarán”, se preguntó un legislador manista ante este medio

Así las cosas y envalentonados por la urgencia abadista por arribar a la unidad, también exigieron un pacto de que no habría en el futuro acuerdo electoral con La Libertad Avanza ni el PRO, la famosa triple alianza que en algún momento se coló bajo el análisis del abadismo.

La negativa oficialista terminó por desbaratar cualquier chance de fusión por lo que finalmente el 6 de octubre se discernirá dos modelos de partido, el purismo abadista vs la inclusión del radicalismo en un nuevo espacio progresista con otros actores alejados de la derecha del espectro político.

El abadismo susurra por lo bajo que sus rivales internos mantiene vínculos aceitados con el kirchnerismo que han quedado de manifiesto en las votaciones del Congreso Nacional.

“Es un sinsentido esta interna, la gente está preocupada por sus necesidades básicas y nosotros haciendo interna, iran pocos a votar, pero es un despropósito en el que nos metió Manes”, suelta ofuscada ante este portal una legisladora de La Costa enrolada con Maximiliano Abad.

Así las cosas, el enfrentamiento de fondo pactado para el 6 de octubre tendrá de un lado a la mayoría de los intendentes y legisladores provinciales enrolados con el abadismo apuntalando la candidatura de Miguel Fernández,  con su aspirante a vice Elsa Llenderrozas, y el oriundo de San Martín y puntal del possismo Walter Carusso aspirando a la secretaría general.

Por su parte, serán candidatos a delegados al Comité Nacional Maximiliano Abad y la alcaldesa de Arenales Erica Revilla.

La oferta oficialista a convencionales nacionales estará encabezada por el ex jefe comunal  de San Isidro Gustavo Posse con Ayelén Berón y el marplatense y senador provincial Ariel Martínez Bordaisco.

Del otro costado del cuadrilátero emerge Futuro Radical, la conjunción entre Evolución y el manismo con Pablo Domenichini como candidato a presidente del Comité Provincia acompañado por la referente de Manes, Nazarena Mesías y el intendente de Lincoln Salvador Serenal como secretario general.

Como emisarios a la Convención Nacional se presentan el serrano Miguel Lunghi, Josefina Ignacio, Nahuel Mitelbach y María Belén Malaisi; mientras que al Comité Nacional son postulados el histórico dirigente de la Coordinadora de los años 80,  Federico Storani, acompañado por la evolucionista Danya Tavela y los manistas Pablo Juliano y Josefina Mendoza.

La pelea por el Comité Provincia se traslada a la Legislatura

La pulseada por la titularidad del Comité Provincia también desparrama esquirlas hacia la Legislatura bonaerense.

Una de las exigencias que se pusieron sobre la mesa de negociaciones para la frustrada unidad, tanto de parte de los intendentes abadistas como también del manismo, era la unificación de los bloques en la Cámara de Diputados.

La diferencia radica en que mientras los alcaldes pidieron que la conducción de la fusión sea del abadista Diego Garciarena, los seguidores del saltense exigieron que el timón quede para  el turco Claudio Frangul.

El nivel de desacuerdo tensiona aún más la elección de octubre, porque quién finalmente gane el Comité Provincia se arrogará indefectiblemente la titularidad del espacio en las Cámaras legislativas. “Si ganamos en octubre el bloque de Frangul viene al pie”, descuenta una fuente correligionaria ligada al senador nacional marplatense.

Lo cierto es que si los correligionarios arriman los dos bloques separatistas llegarían a los 15 legisladores por lo que se convertirían en la segunda minoría: podrían negociar desde mejores condiciones no sólo los sillones de autoridades de Cámara sino también puestos relevantes en el Consejo de la Magistratura, Directorio del BAPRO y en los entes de contralor.

Además, quién venza en la contienda interna será el interlocutor de Axel Kicillof para encarar la negociación por los lugares vacantes en la Corte Suprema bonaerense, uno de los cuáles le correspondería al radicalismo.

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