Por: Federico Cedarri

La pelea en el peronismo bonaerense continua incólume pese a los llamados a una tregua propiciada por los alcalde de la Primera Sección electoral y dirigentes de movimiento sociales.

En rigor, el kicillofismo no descansa en su intención de extender la base de sustentación y apoyos con la mira puesta en el 2027, y en ese sentido continúa más vigente que nunca la instancia de escribir una melodía nueva que le permita al peronismo volver a enamorara sectores de una clase media que se le ha tornado esquiva en las últimas definiciones electorales.

Hay algunos adelantados como el intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi, un cruzado que no solo extiende su influencia por las distintas secciones electorales del interior profundo sino que además ha motorizado cuestionamientos de los alcaldes camporistas por pisar sus territorios sin avisar.

La quilmeña Mayra Mendoza expresó públicamente sus molestias por la presencia del avellanedense en su distrito y otro tanto aconteció en Lanús con Julián Alvarez pero la onda expansiva de enojos también abarcó al Frente Renovador, el jefe comunal de San Fernando Juan Andreotti también pataleó por la irrupción de Ferraresi en su terruño.

En la gobernación bonaerense eligen desentenderse de las actitudes de Ferraresi y arguyen que el alcalde, enfrentado con el camporista Emmanuel González Santalla en su distrito, toma decisiones de manera autónoma.

Kicillof busca mantener el equilibrio entre los sectores en pugna, sabe que los necesita para que avancen iniciativas claves en la Legislatura como los proyectos de salud, el de emergencias médicas tiene media sanción de Diputados,pero debe sortear todavía una cerrada oposición en el Senado.

Allí, el bloque es capitaneado por Teresa García que siempre reportó sin ambages a Cristina Kirchner  pese a haberse desenvuelto en el Ministerio de Gobierno durante el primer tramo del gobierno de Axel Kicillof.

La titular del espacio en la Cámara Alta tampoco ahorró reproches para Ferraresi por sus recurrentes incursiones por distritos camporistas que vienen generando una indisimulable tensión.

En rigor, tanto el kicillofismo en construcción como la orga esconden la pretensión en primera instancia de manejar el PJ bonaerense y consecuentemente tener acceso premium a la birome a la hora de la confección de listas para el año entrante.

El gobernador está decidido en esta ocasión a hacer pesar su influencia en el triunfo electoral del 2023 y quiere sentarse en la mesa de negociaciones en iguales condiciones que Cristina: persigue obtener una porción de casilleros a salir para su tropa en las listas seccionales.

Vale la pena aclarar que el mandatario provincial prácticamente no tiene referentes propios que le respondan de manera incondicional, puede situarse en esa parcela solamente a la diputada provincial platense alakista Lucía Iañez.

El armado del gobernador no abandonará la construcción política, en ese sentido son periódicas las visitas a los distritos para reclutar voluntades de los integrantes de su mesa chica Cristina Alvarez Rodríguez y el ministro de Desarrollo de la Comunidad Andrés Larroque.

Como informó con antelación este portal, hay un tercer enclave compuesto por los alcaldes de la Primera Sección electoral e intendentes del interior bonaerense que han decidido no incurrir en el alineamiento de ninguno de los dos bandos: ruegan por un peronismo unido para no hacerle el caldo gordo a Javier Milei.

Orejeando las cartas hacia el 2025

El gobernador bonaerense procura en su andar hacia el 2025 contener a todos los sectores internos porque requiere imperiosamente de un peronismo victorioso en la provincia para consolidarse como una opción sustentable dentro del frente Unión por la Patria para el 2027.

Tampoco el mandatario desea aparecer como confrontando con Cristina Kirchner, aunque las principales espadas camporistas entienden que el objetivo de la composición de la nueva melodía pasa por dejar atrás el liderazgo de la expresidenta.

En la orga no desesperan, se entusiasman con los números de encuestas que  le indican que Cristina es ponderada como la dirigente con mejor intención de voto del peronismo en el estratégico conurbano bonaerense por sobre Kicillof: además también supera al mandatario en imagen positiva.

“Cristina es la que mejor mide en la provincia, así que es ridículo prescindir de su liderazgo”, destaca una fuente parlamentaria camporista a este portal.

Estos números positivos envalentonan a los principales seguidores de Máximo kirchner que amagan con inclinar la balanza para su lado con la puesta en escena de la candidatura de la ex presidenta encabezando la boleta a diputados nacionales.

En la gobernación bonaerense reina la cautela, si bien descuentan que si Cristina juega tendrá como condicionante una clara preponderancia por la birome en el armado de listas, pondrán sobre la mesa la proyección nacional del gobernador hacia el 2027 y los consensos que viene sumando par ser el presidenciable de un kirchnerismoaggiornado: “Axel se conforma con que le reconozcan que será candidato y le den una porción de los casilleros en las boletas el año que viene”, pronostica a este portal un legislador peronista ajeno a la pelea mayor.