miércoles 09 de octubre de 2024 - Edición Nº2135

Gremiales | 11 sep 2024

AUMENTO DE LA COFLICTIVIDAD

Gremios industriales consideran “antidemocrático” el comando para intervenir en conflictos productivos

Desde la Federación de Trabajadores de la Industria y Afines (FeTIA) rechazaron la puesta en marcha del llamado Comando Unificado de Seguridad Productiva, pensado para evitar protestas en áreas claves como Vaca Muerta, la hidrovía o la actividad petrolera ye industrial.


Por: Diego Lanese

Mediante una resolución oficial, la semana pasada el Ministerio de Seguridad puso en vigencia el denominado Comando Unificado de Seguridad Productiva, un espacio de coordinación entre las fuerzas de seguridad federales y las provincias, que intervendrá en conflictos en áreas consideradas sensibles para la economía del país.

Este instrumento se anunció a poco de la aprobación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), para garantiza que algunos de los proyectos iniciados, vinculados a actividades mineras, petroleras o similares, no sean interrumpidas por medidas sindicales o por protestas sociales.

Por eso, sus detractores lo llaman “la patota del RIGI”. Bajo el mando de Patricia Bullrich, este comendo es una nueva muestra de los límites férreos que la actual gestión libertaria quiere imponer al accionar de los trabajadores y sus organizaciones, y se espera que su puesta en marcha genera polémica.

“Es violento y antidemocrático”, dijeron desde la Federación de Trabajadores de la Industria y Afines (FeTIA), que podría ser blanco del accionar de este cuerpo. Petroleros y aceiteros también rechazaron la propuesta, y alertaron sobre las consecuencias del aumento de la represión de la protesta gremial.

Según la resolución 893/2024, el comando unificado estará formado por las fuerzas federales, junto a representantes de las policías provinciales, bajo el mando de la ministra de Seguridad.

Su existencia se justificó bajo el argumento que “existen sectores de la economía que, a causa de su gran contribución al crecimiento del país debido al volumen de su producción, a la magnitud de su aporte, a su conexión con los servicios públicos, a la sensibilidad del material derivado de su actividad o al alto valor de sus productos, requieren de una seguridad especial”.

Como ejemplo, la cartera que lidera Bullrich remarcó que se han originado “graves hechos de violencia, bloqueos e impedimento por medios ilícitos para que se pueda trabajar, comercializar y distribuir libremente la producción, en zonas portuarias Bahía Blanca San Lorenzo–Timbúes, zonas de producción de hidrocarburos como Vaca Muerta o zonas mineras, o parques industriales, hechos que concretamente incidieron en un peligro colectivo a la vida, la libertad y el patrimonio de los habitantes y de las empresas o libre circulación de los trabajadores, como también de su actividad productiva”.

Para enfrentar estas supuestas amenazas, se pondrán en marcha unidades de estas fuerzas, para actuar cuando el gobierno lo disponga.

"Todas estas ideas tienen como único objetico demostrar una ‘pseudo autoridad’, que tiene como función principal reprimir cualquier situación de protesta y movilización”, alertó Pedro Wasiejko, titular de la Federación de Trabajadores de la Industria y Afines (FeTIA).

El sector industrial es junto a otros como petroleras, cerealeras, Vaca Muerta o mineras quienes estarán bajo la mira del comando creado reciente mente.

Ante esto, Wasiejko le dijo que el gobierno nacional “claramente está pasando los límites de lo que significa vivir en una democracia, donde la protesta social y sindical consentida y aceptada, según la normativa nacional e internacional”.

“La protesta sindical está en nuestra legislación, está considerada un Derecho Humano, por eso plantear este tipo de situaciones que están marcadas por el sesgo ideológico del gobierno es absurdo”, agregó el dirigente de FeTIA, enclave productivo e industrial de la CTA de los Trabajadores, en diálogo con Política del Sur.

Por eso, para Wasiejko, más que una amenaza el comando “es una práctica violenta y antidemocrática, y en la medida que sigan usando este tipo de herramientas represivas no sólo que se va a profundizar la protesta social, sino que además será cada vez más fuerte”.

Además, el dirigente alertó sobre las “consecuencias legales” de estos instrumentos: “Lo que tienen que recordar estos sectores es que cuando terminó la última dictadura genocida sus jerarcas terminaron muriendo en la cárcel, faltó juzgar a los que se beneficiaron con el modelo económico, pero esta vez no va a ser igual”.

Para los gremios el uso de este comando estará destinado a garantizar las actividades más allá de las condiciones laborales. En ese contexto, las autoridades libertarias consideraron necesario formar un comando unificado que se aboque "al despliegue territorial de tareas destinadas a la prevención y control del orden urbano para zonas de alta productividad".

Por eso la alarma de FeTIA, que reúne a gremios del sector industrial. “No podemos aceptar esto en un país donde los trabajadores son los que más pagan impuestos, a través del IVA por ejemplo, mientras los Galperín, los Rocca o aquellos que llevaron a Milei al Gobierno tiene grandes excepciones”, analizó Wasiejko. Para el dirigente, estos sectores oligopólicos “hacen daño a la industria, a la producción, a los que trabajan todos los días para sostener sus pequeñas empresas, y a sus trabajadores”.

Ante estas cuestiones, distintos sectores activaron algunas reuniones para conocer el alcance de este comando. Una de ellas se dio en Rincón de los Sauces, en Río Negro, donde el Sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa Marcelo Rucci rechazó el comando para Vaca Muerta y remarcó que su objetivo es “domesticar a los trabajadores”.

“Obviamente no estamos de acuerdo, es cuartar la posibilidad de reclamo legítimo, es querer domesticar a los trabajadores a través de las fuerzas”, dijo a medios locales.

Rucci aseguró que “no va a servir” porque será generadora de conflicto. “Si se le tapa la boca al que quiere gritar, seguramente en un momento lo va a hacer”, manifestó. “¿Cuántos compañeros perdimos? Perdieron la vida para que las empresas se dignaran hacer un plan de seguridad que hoy está en marcha y ha salvado tantas vidas”, defendió. “Me parece que querer con el garrote manejar a los trabajadores, es un despropósito”, finalizó.

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