El Secretario Adjunto del Sindicato de Obreros de Estaciones de Servicio (SOESGyPE), Carlos Acuña, se refirió a la medida de la Secretaría de Trabajo de la Nación de dejar de homologar aumentos superiores al 2%:“Es nuevo que no homologuen en los acuerdos salariales o que tarden casi seis meses para hacerlo. No se vivía esta situación anteriormente. Está más que nada atado a la expresión de deseo del gobierno de tener números inflacionarios que no reflejan la realidad cotidiana de la clase trabajadora”.

En diálogo radial con Política del Sur, el dirigente gremial entendió que “generalmente se espera a ver el índice inflacionario y a partir de ahí se establece una base, pero nunca con una expresión de deseo más que un dato de la realidad”. “Tenemos los dos últimos acuerdos salariales, que se han firmado, el primero para el mes de abril y el otro se firmó en junio y todavía no hemos tenido la correspondiente homologación”, sostuvo.

“En este caso es un acuerdo entre privados, no depende del Estado. Se ve que no tienen la cantidad de lapiceras necesarias en la Secretaría de Trabajo para homologar como correspondería los acuerdos y no esperar tantos meses. Esto genera que algunos vivos se agarren de esta cuestión para no liquidar los aumentos salariales que se van acordando con las cámaras empresariales”, recalcó.

Consideró que la iniciativa “es un error de cálculo”. Creo que no se dan cuenta de cómo pueden perjudicar a ciertos compañeros que tal vez su empresa, si no está el acuerdo homologado, no quiera pagar el aumento salarial correspondiente que se determinó”, afirmó.

En ese sentido, comentó que en el sector “hubo un incremento de precios muy importante”, aunque “también una merma de cantidad de litros que se despacha tanto de combustible como de gasoil porque ha habido aumentos fuertes que han ido hasta por encima del proceso inflacionario”. “Nosotros hemos ido atando acuerdos a nuestra realidad. La gran mayoría de las empresas está en condiciones de afrontar esos aumentos, porque la nafta también crece en lo que respecta a su valor”, indicó.

Sobre el posible crecimiento del mercado de autos eléctricos, Acuña reflexionó que en el sector “el salario del trabajador representa entre el 2% y el 2.5 por ciento del valor del combustible”. “Si no hubiera trabajadores y uno tuviera que ir a la estación de servicio y cargarse su propio combustible, tal vez algún cliente se ahorraría un 2%, sin el personal que sepa manipular los combustibles. No le agrega esa carga que hoy tiene el trabajo al producto igualmente y, por lo tanto, sería la misma valor del producto, pero con 50,000 puestos de trabajo menos”, marcó.

“Es una alternativa cierta a futuro. Hay muchos países por ahí avanzados que ya vienen evolucionando en ese sentido y hoy nuestro país no tiene la capacidad energética como para poder abordar un proyecto de esa naturaleza, pero ojalá algún día lo tenga y en ese caso seguramente tendremos que analizar y reconstruir parte del esquema y de las funciones de nuestros compañeros en la estación de servicio en este caso con la electricidad”, cerró