Por: Diego Lanese

En los últimos días, el gobierno nacional realizó algunos cambios en el PAMI, vinculados a la cobertura de medicamentos, que generan alarma. Es que para cumplir con el contrato de entrega gratuita de tratamientos, la obra social decidió una serie de nuevos requisitos, que hacen más dificultoso el acceso a este beneficio.

Por esto, a partir de agosto varias presentaciones que hasta ahora contaban con gratuidad total verán reducida su cobertura a un rango que va desde un 40 a un 70 por ciento, lo que representa un ajuste importante en los beneficios para los jubilados y pensionados.

A esto se le suma la amenaza de vetar la nueva fórmula para los haberes de los pasivos, que enfrenta al presidente Javier Milei con la mayoría del arco político del Congreso, incluso sus aliados más cercanos.

La desfinanciación de la cobertura comenzó a ser un tema de preocupación ya que se “pisaron” los pagos a farmacias, lo que pone en dificultades el sistema. En el primer semestre del año, un informe asegura que cayó en más de 30 millones de unidades la venta, lo que marca la gravedad de la situación.

La semana pasada, las entidades que representan a las farmacias pidieron una reunión de emergencia con las autoridades del PAMI, ya que se produjo un retraso en el pago de las recetas dispensadas a jubilados durante junio. El retraso de más de 15 días es el primero desde el 2018, cuando hubo una rediscusión del contrato de medicamentos. En la reunión, según pudo saber Política del Sur, las autoridades de la obra social admitieron el problema, y lo vincularon al ajuste fiscal que lleva adelante el gobierno nacional.

“Estás diciendo que necesitan un equilibrio en las cuentas, que lo exige la Casa Rosada, pero el problema que se parece mucho a la motosierra usada en otras dependencias”, dijo una fuente del sector luego de la reunión. A los pocos días se pagaron las obligaciones de junio, y hubo un compromiso de los pagos de julio “en breve”, pero en las farmacias hay alarma.

“Estamos negociando con las droguerías para evitar saltos en la atención y el abastecimiento, la situación es compleja y preocupa”, aseguraron las mismas fuentes.

A partir de Septiembre Pami dejará de cubrir de medicamentos gratuitos a👇 pic.twitter.com/kDbTIUCUMe

— Maria Moreno (@MariaMo81940156) August 26, 2024

A esto se le suma la decisión de bajar la cantidad de tratamientos que pueden comprar con un descuento del 100 por ciento en los mostradores.

Hasta ahora, los afiliados de PAMI tienen derecho a recibir hasta cinco medicamentos con cobertura del 100 por ciento de acuerdo con un vademécum específico. Ahora, no sólo se limitará a cuatro las presentaciones gratuitas, sino además que se achicó el universo de las posibilidades.

“El PAMI busca optimizar el uso de recursos y enfocar el apoyo en tratamientos de mayor prioridad”, explicó la entidad, que dijo que los productos que salen de este listado son antibióticos, antiparasitarios, corticoides, ibuprofeno y omeprazol. A esto se le suma que la ANMAT, la agencia reguladora de la Argentina, acaba de hacer “de venta libre” una serie de 22 tratamientos, que se suman a otros 22 que ya fueron pasados a esa categoría, lo que hace que no sea necesaria una receta médica para comprarlo.

“Esto hace que la seguridad social no tenga obligación de cubrirlo o hacer descuentos. Eso empeora el acceso”, dijeron las fuentes.  

Estas dificultades para hacerse de sus medicamentos por parte de los jubilados se completan con la suba de los precios, desregulados desde que en diciembre inició la gestión libertaria.

Esto está teniendo un fuerte impacto en toda la población, y un desplome de la venta en todas las farmacias del país. Así, un informe de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) detalló que en el primer semestre del año “se dispensaron alrededor de 345 millones de unidades, con un promedio mensual aproximado de 57,5 millones de unidades”.

Comparado con el primer semestre del 2023, “se han dispensado 35,7 millones de unidades menos; es decir -9,38 por ciento que en igual período de 2023”, explicó el Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad de la COFA en su trabajo, al que tuvo acceso Política del Sur.

La baja en las unidades de los productos del Sistema Nervioso y Cardiovascular "nos hace reflexionar acerca de la falta de cumplimiento de los tratamientos crónicos". "Los antiinfecciosos sistémicos, los productos del sistema génito- urinario, los productos de los órganos de los sentidos y del sistema respiratorio evidencian mermas muy importantes. La baja total del mercado alcanza al 9,36 por ciento y representan 35.249.159 unidades menos dispensadas", agregaron.

El trabajo confirmó que un grupo que "disminuyó significativamente las unidades dispensadas fue el de los antiinfecciosos sistémicos (-10,73 por ciento)".

Tal vez el cumplimiento de la Ley de Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos (Ley 27.680) y la necesidad de la receta para su adquisición, haya desalentado la automedicación.

"Consideramos que el medicamento no es un bien de consumo, sino un bien social, y su demanda responde a problemas de salud que deben ser resueltos o controlados; esta baja tan significativa, cercana al 10 por ciento, es más que preocupante. Ese porcentaje representa -35,3 millones de unidades menos dispensadas en los primeros 6 meses del 2024 con respecto a igual período de 2023”, agregó la entidad.

“Tal como podemos apreciar a través de la línea de tendencia, el mercado decrece en unidades en los últimos 12 meses precedentes a junio de 2024.La línea de tendencia se ubica por encima de la barra de unidades, ya que en 2022 se produjo una cierta recuperación del mercado farmacéutico, que no acompañó en 2023. En 2024 seguimos con tendencia decreciente”, concluyó el trabajo de la COFA.