Provincia | 20 ago 2024
Instinto de preservación
Tregua forzada en el peronismo bonaerense
Ante las consecuencias aún impredecibles de la denuncia contra Alberto Fernández por violencia de género, el oficialismo provincial resolvió aplacar las rencillas internas y congregarse en torno a la figura de Cristina Kirchner. Cada vez más voces piden unificar criterios en una sola lista con miras a la renovación partidaria de noviembre.
Por: Federico Cedarri
El peronismo bonaerense intenta desentenderse de las esquirlas que puedan eventualmente alcanzarlo producto del escándalo protagonizado por el ex presidente Alberto Fernández, ya imputado en la justicia por violencia de género.
Ante este contexto adverso, referentes partidarios bonaerenses decidieron dejar de lado las rencillas que abundaban entre el kicillofismo y el camporismo, sellar una precaria tregua y abroquelarse ante las consecuencias aún impredecibles de esta situación.
Las principales espadas del peronismo legislativo también están en alerta, entienden que el affaire Fernández le da aire a un gobierno nacional que estaba comenzando a recibir notificaciones de un incipiente agotamiento de la luna de miel de los primeros seis meses de gestión: “Con esto Milei revive”, lamenta ante PDS un legislador provincial mascullando bronca por las repercusiones del caso que envuelve al ex presidente.
Lo cierto es que no hay mal que por bien no venga y la ebullición interna que venía invadiendo al peronismo bonaerense se transformó súbitamente en una tensa calma con el proceso interno pautado para noviembre por delante.
Como anticipó PDS, hay sectores de intendentes del interior y de la Primera Sección electoral que prefieren mantener preferentemente cierta equidistancia de las escaramuzas internas y están embarcados en la consigna de que confluyan todos los sectores en una lista única en la renovación de autoridades partidarias: una hibridez que contenga a los principales referentes del kicillofismo, La Cámpora y los alcaldes.
El inconveniente que despuntaría una situación de este tipo es qué espacio finalmente sería ungido para ocupar la jefatura provincial: en el camporismo no descartan que Máximo Kirchner finalmente continúe como titular partidario en un amplio acuerdo con el kicillofismo que contaría con la bendición de Cristina Kirchner, aunque son especulaciones preliminares y todavía falta mucha agua correr debajo del puente.
La ex presidenta rápida de reflejos logró congregar en medio del tembladeral del caso que involucra a Fernández a una multitud de referentes que se convocaron para que escoltarla a Comodoro Py con la premisa de respaldar la postura de que se investigue a los supuestos financistas del atentado contra la vida de la ex titular del Senado nacional.
Lo concreto es que Cristina una vez más volvió a convertirse en el centro de la atención dentro del peronismo y sintetizó bajo su égida un abanico que alcanza desde el gobernador Kicillof hasta el cuervo Andrés Larroque, enemigo acérrimo de Máximo, pasando por Mayra Mendoza y la alcadesa de Moreno Mariel Fernández que empuja la unidad partidaria.
“Cristina sigue siendo el faro del peronismo le guste a quién le guste, nadie moviliza como ella, por más que algunos la quieran jubilar”, suelta un referente parlamentario camporista a PDS en lo que pareció un tiro por elevación a referentes del kicillofismo que consideran que el tiempo de la ex presidenta está agotado.
En rigor, esta pausa en el enfrentamiento que tiene en vilo al peronismo bonaerense está sirviendo para resetear la estrategia y volver a concentrar la uniformidad de las distintas variantes con el norte del enfrentamiento a la política económica de Javier Milei.
Cristina candidata
Recorre el espinel del justicialismo provincial la persistente versión de que la ex presidenta podría encabezar la boleta de diputados nacionales bonaerenses el año entrante.
Es de manual que cada vez que el peronismo está en el llano el nombre de la ex presidenta es lanzado al ruedo buscando lograr la unificación de divergencias en torno a su nombre.
Si bien es una especie que por ahora no supera el nivel de trascendido, el kicillofismo está ciertamente en alerta y con la guardia alta debido que una hipotética candidatura de Cristina podría chocar de lleno contra la intención manifiesta del gobernador de pedir un importante espacio en las listas legislativas del año que viene para su tropa.
Creen los seguidores de Kicillof que más allá de que el peronismo bonaerense no logre sacarse de encima la influencia de la ex presidenta, una hipotética candidatura también condicionaría el armado para el 2025.
Si Cristina fuese candidata exigiría una vez más el timón de la confección de las boletas seccionales y los primeros lugares en la lista de diputados nacionales.
Ergo, La Cámpora volvería a hacerse fuerte una vez más al amparo del influjo político que concita Cristina Kirchner.
El gobernador bonaerense sabe que en el 2025 se juega una parte importante de su proyecto político y que una victoria en la provincia de Buenos Aires lo catapultaría sin escalas hacia la candidatura presidencial del peronismo rumbo al 2027, y en ese sentido no desconoce que la presencia de Cristina al frente de la boleta podría darle un valor agregado a la oferta del oficialismo bonaerense.
En esa encrucijada se desenvolverá el gobernador durante los próximos meses, deberá seguir pulseando por los recursos económicos con el gobierno mileísta y al mismos tiempo evitar que se desmadre el proceso interno tomando en cuenta que necesita a todo el peronismo encolumnado para enfrentar la ofensiva violeta en la provincia de Buenos Aires: “A Cristina la necesitamos pero si es candidata sabemos que La Cámpora otra vez nos acuesta con la lapicera”, admite a PDS con cierto dejo de resignación un legislador que reporta cerca del armado del gobernador.