Por: Federico Cedarri

El escándalo que se cierne por la denuncia de violencia de género contra el ex presidente Alberto Fernández no deja de preocupar en las esferas de un peronismo atomizado.

Es que algunos entienden que las consecuencias de este escándalo aún no avizoran un límite y podría perjudicar en cierto modo algunos armados que han comenzado a prohijarse buscando despegarse de lo que fue el período 2019-2023.

En los despachos de calle 6 continúan con especial atención el ritmo de los acontecimientos, algunos legisladores cercanos al armado del gobernador susurran por lo bajo que Cristina Kirchner podría sufrir cierta esmerilación de su poder por haber sido la responsable política de elegir a Fernández.

Si ese razonamiento fuese correcto y tuviese visos de concreción, un hipotético desgaste  de su notable influencia sobre los movimientos en la provincia de Buenos Aires podría terminar brindándole un resquicio al incipiente kicillofismo para pelear por el manejo de la birome en la conformación de las listas legislativas.

Aunque en el movimiento que se agrupa en torno al gobernador, donde se destaca el alcalde de Avellaneda Jorge Ferraresi, sostienen que la mejor forma de liberarse de la égida de Cristina sería la de vencer a La Cámpora en las internas del 17 de noviembre.

Sin embargo, para ese momento aún falta y todavía no asoman candidatos firmes para el 17 de noviembre mientras algunos alcaldes, sobre todo los de la Primera Sección electoral, comienzan a suplicar por una lista de unidad que no lesione más el sensible tejido partidario: cerca de Kicillof ven con cierto agrado que pueda alcanzarse un acuerdo

En el camporismo prefieren la prudencia, por lo bajo aseguran que Cristina no terminará salpicada por los episodios que involucran a Fernández y argumentan que es la dirigente que más mide en el conurbano bonaerense, por arriba de Kicillof: “Cristina sigue teniendo una importante preponderancia en los sectores populares y eso deberá ser respetado”, advierte a PDS una fuente cercana a la conducción actual del peronismo provincial.

La interna no afloja un ápice entre los sectores que responden al camporismo y quienes se encuentran cerca del gobernador bonaerense.

La Cámpora insiste en el Senado con el proyecto de Maite Alvado de nuevo cálculo de indemnizaciones que salió con media sanción de Diputados gracias al apoyo del bloque dialoguista de Gustavo Cuervo, pero que hasta el momento no tendría apoyo de la variada composición opositora en la Cámara Alta.

Kicillof tiene sus reparos con la propuesta que encarece los despidos y sabe de la negativa rotunda que despliegan los sectores productivos con los que el mandatario no desea tener ningún contratiempo.

Tampoco el gobernador planea atravesar el momento agridulce de tener que vetar una iniciativa de este tipo si se aprobase en el Senado, debido a podría traerle aparejado mayores enfrentamientos con el sector que capitanea Máximo Kirchner.

El bloque que conduce Teresa García, que reporta sin filtro a Cristina y Máximo acordó seguir adelante con la propuesta y aprobarla en las comisiones aprovechando la mayoría oficialista, aunque al día de hoy tendría incólume los 25 votos negativos que le pondrían freno a la propuesta en el recinto.

Asoma difícil que el oficialismo del Senado logre convencer a los legisladoresex libertarios que serían claves para dar vuelta la situación: "Los tres senadores que responden a Carlos Kikuchi votarán negativamente indemnizaciones en comisiones y también si eventualmente llegara al recinto porque es inconstitucional”, actualiza el estado de situación una fuente del espacio violeta disidente a PDS.

El massismo postergó su cumbre

El espacio que se referencia en el ex titular de economía Sergio Massa dejó para mejor momento la cumbre que tenía planificada el pasado fin de semana en Sierra de la Ventana donde el tigrense esperaba concretar su ansiada reaparición pública.

El massismo no atraviesa el mejor momento de su relación con el gobierno de Axel Kicillof, molestos por el poco espacio que entienden que el gobernador le ha asignado a la fuerza en el gabinete se agrega como corolario las tensiones en Diputados ante la posibilidad de que no se cumpla el acuerdo por el trasvasamiento de la presidencia de la Cámara pautado para diciembre entre Alejandro Dichiara y Alexis Guerrera.

“La tensión podría escalar fuerte si ese traspaso no se concreta y el pacto se desechara”, admite una fuente massista a PDS.

En ese caso, comenzaría a cobrar entidad un rumor que fue tomando forma en los últimos meses y que especula con que podrían confluir en un bloque político el massismo con sectores hoy dialoguistas que en su momento ingresaron con sellos que prestaron a Javier Milei pero que nunca renegaron de su filiación al espacio de Massa.