Por: Federico Cedarri

La concreción de una alternativa política por fuera de los antagonismos ideológicos que predominan en el escenario político tiene en ascuas a un sector de la clase política que comienza a producir acontecimientos para posicionarse en el escenario.

El ocaso del PRO y su reciente división entre macristas, aún renuentes a un acuerdo con el mileísmo, y un bullrismo con bandera blanca dispuesto a la fusión, trajo como coletazo la eyección de las filas amarillas de Horacio Rodríguez Larreta.

El pelado se ha mostrado contundente en su rechazo a un acercamiento con el presidente Javier Mileiy ha adquirido como premisa volver al ruedo luego de un tiempo de introspección.

Luego del lanzamiento de Mauricio Macri nuevamente al frente del PRO nacional, Larreta se decidió a desperezarse del ostracismo y comenzar a caminar la estratégica  provincia de Buenos Aires.

El debut fue en La Plata  y en la ocasión se amparó en la red de contención que le están brindado un sector del PRO residual que encabeza el ex legislador Daniel Lipovesky y un alfil de Martín Lousteau, Pablo Nicoletti, autoridad de la Cámara de Diputados provincial y titular del radicalismo platense:“Tenemos el proyecto de comenzar el armado de algo que trascienda la grieta entre mileísmo ykirchnerismo, una opción razonable que brinde soluciones razonables y no extremismo”, suelta ante la consulta de PDS un dirigente involucrado en el incipiente espacio.

Lo cierto es que el ex alcalde capitalino, ya separado tajantemente de Mauricio Macri, ha comenzado una novedosa etapa donde no sopesa su pasado desarrollista y en la que piensa incorporar a los últimos socios políticos con los que compartió cartel:el radicalismo evolucionista.

La presencia junto a Larreta de la plana mayor de la dirigencia centenaria platense con la venia de Martín Lousteau es toda una señal también hacia adentro del partido de Alem que se encuentra en una instancia interna donde el abadismo y los intendentes pugnan por volver a dotarle de valor agregadoa la histórica sigla de la UCR.

La jugada evolucionista está comenzando a plasmar la intentona de conformar, como también propugna el manismo, una tercera vía con retazos de la Coalición Cívica, el GEN y sectores del peronismo tradicional con escasa ligazón al kirchnerismo.

“ No debemos ser un espacio que junte dirigentes y no tenga votos, que es lo que le va a pasara Mauricio”, destaca a este portal un ex referente amarillo.

Lo que está más claro es que si este intento prospera en territorio bonaerense el manejo de los tiempos y posibles candidaturas quedarían hegemonizadas por el radicalismo evolucionista.

Razonan que si el PRO macrista termina arreglando como todos entrevén con Milei en 2025 y el bullrismo se consolida como una pieza más del rompecabezas libertario, los seguidores de Martín Lousteau podrían quedarse con la conducción del flamante espacio.

Esta contingencia complicaría los planes del abadismo y los intendentes radicales que quedarían como figurones solitarios en el medio de una sintonía política que podría arrastrarlo a los brazos de Javier Milei.

La nueva construcción podría incorporar al monzonismo del cuál Marcelo Daletto es su principal operador bonaerense aunque por el momento reporte al bloque abadista del Senado provincial.

También adquiere chances la posibilidad cierta de que los ex libertarios Sergio Vargas y Carlos Kikuchi puedan formalmente sumarse a este armado: los dos senadores provinciales habrían mantenidos encuentros con Miguel Pichetto que estaría con un pie metido en esta nueva alquimia política.

“La viabilidad de una nueva construcción no está actualmente ponderada por la sociedad, hoy vemos un escenario fragmentado entre dos opciones, los que están a favor de Milei y los que están en contra, en esa franja hay mucha diversidad y ahí podría pescar esta hipotética construcción, pero aún es muy apresurado aventurarse”, ensaya una explicación ante el requerimiento de este portal un analista de opinión que mide en la provincia de Buenos Aires.

Buscar nuevo aliados

Según una importante fuente del incipiente armado que tiene a Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau como cabezas visibles, no está en sus expectativas agotar el juego en esas dos figuras por lo que buscarán sumar mayor músculo político.

No es un secreto la relación amistosa entre el pelado y el ex ministro de Economía, Sergio Massa, como tampoco la molestia del tigrense con sus socios de Unión por la Patria por el poco espacio que su Frente Renovador ostenta en el organigrama bonaerense y lo que juzgan un apresuramiento de los tiempos políticos por parte de Kicillof.

La prueba de fuego será en diciembre próximo cuando el massismo aspira a que le traspasen el mando de la Cámara Baja a Alexis Guerrera: si eso no se materializa los seguidores del tigrense podrían comenzar a bosquejar la chance de algún acercamiento concreto con el sector larretista, tomando en cuenta lo difícil que será el loteamiento de lugares en las listas del frente oficialista debido a que muchos intendentes no tendrían reelección y querrán saltar indefectiblemente a las boletas parlamentarias como salvoconducto político.