Por: Federico Cedarri

El enclave político que comanda a nivel nacional Mauricio Macri y en la provincia Cristian Ritondo atraviesa un momento aciago.

Es que no encuentra una ubicación específica dentro del tablero político que se desenvuelve invadido por la puja mileísmo y antimileísmo y ha dejado sepultado por el momento la otrora grieta de kirchnerismo y antikirchnerismo.

Si bien desde el macrismo la orden que emana del jefe fundador fue la de comenzar a despegarse paulatinamente de los tentáculos de la administración de Javier Milei y volcarse hacia criterios de independencia en búsqueda de su identidad, las encuestas que leen a diario les aseguran que se ha precipitado una fuga pronunciada de las voluntades  amarillas hacia el espacio libertario.

“Milei no quiere acordar con nosotros solo nos quiere mexicanear los votantes”, se sincera ante PDS un legislador provincial amarillo del bloque macrista del Senado provincial.

Lo cierto es que el desconcierto sería la palabra justa para definir la situación en el ámbito bonaerense, los intendentes hasta el momento no han logrado un espacio de catarsis ni la conducción de Ritondo la ha acicateado: todavía hay muchas facturas pendientes que quieren dirimir luego de la debacle electoral de 2023.

Hay algunos alcaldes como Santiago Passaglia de San Nicolás que ya gambetea la orden de Mauricio Macri y recibe en su ciudad a funcionarios del gobierno nacional, para ser más preciso avanzó con el titular de salud Mario Russo en la implementación de los voucher sanitarios.

El sannicolense si bien permanece dentro de la estructura amarilla actúa con independencia de criterio y es uno de los más entusiastas en el pedido incesante de un debate en la fuerza que clarifique las acciones hacia futuro.

Los rebeldes Passaglia también llevan adelante actividades con alcaldes hoy alineados en la Libertad Avanza como el sanmiguelense Jaime Méndez, un alfil del poder de los hermanos De la Torre en San Miguel.

El eje de poder de Jorge Macri continúa invariable, la alcaldesa de Vicente López Soledad Martínez y el juninense Pablo Petrecca mantienen en alto las banderas de la épica de la recuperación de la identidad perdida que propone como medicina el titular partidario nacional: “Hoy es complicado explicarle  a la gente que somos y que representamos”, se sincera ante este portal un legislador provincial amarillo preso del desconcierto.

El temor que invade a los alcaldes y principales referentes es que los amarillos se constituyan precipitadamente en la frutilla del pacman libertario, algo así como lo que representó la ucedé para el menemismo.

La figurita difícil es el sanisidrense Ramón Lanús que por el momento prefiere concentrarse en la gestión y no da señales sobre su juego a futuro: cerca de Patricia Bullrich  lo cuentan como propio en el corto plazo.

El inconveniente que despunta el PRO es que el actual titular bonaerense Cristian Ritondo ha quedado asociado como colaboracionista del gobierno nacional luego de su papel clave durante las negociaciones de la Ley de Bases al igual que Diego Santilli y María Eugenia Vidal.

En la configuración de roles luego del éxodo bullrista, el ritondismo se prepara para asumir en diciembre la conducción del bloque amarillo oficial en la Cámara de Diputados bonaerense mediante la figura del zaratense Matías Ranzini,  mientras que se presume que en el Senado continuará el mando el ruso Alejandro Rabinovich, mano derecha de Guillermo Montenegro, y el jorgemacrista Christian Gribaudo seguirá en la Vicepresidencia Segunda del Cuerpo, lugar al que accedió cuando renunció la bullrista Daniela Reich.

Con la mira puesta en el 2025

Desde la entrañas de la conducción amarilla. tanto en su comando nacional como en el provincial, no descartan la opción de una alianza con el mileísmo hacia el 2025, pero esperarán prudentes hasta último momento como artilugio para subirse el precio: “Milei nos va a necesitar para fiscalizar, va a venir al pie”, descuentan.

Lo cierto es que tampoco el PRO puede ofrecerle muchas variantes al libertario que piensa en un pura sangre para encabezar la boleta en la provincia de Buenos Aires, por lo que a los amarillos podría concederle el segundo escalón de una hipotética lista única: suena Diego Santilli como una opción que Milei no vetaría.

No obstante, dese el macrismo prefieren parar la pelota y ver como se desenvuelve la gestión mileísta, la calificaron con un 2,9 desde la Fundación Pensar que conduce Heidi pero que no disimula el sentir de Mauricio Macri.

Saben que si el presidente sigue bajando la inflación y la economía comienza un sendero de reactivación será inevitable sentase a negociar con el libertario, pero contrariamente si el país prosigue sumido en la recesión el PRO podría comenzar a recuperar una vez más la iniciativa como opción electoral independiente.

Por ahora son todas conjeturas, el tiempo irá marcando las resoluciones y los pasos a seguir pero el PRO se siente languidecer a más de dos décadas de su salida a escena allá por el 2003.