jueves 16 de enero de 2025 - Edición Nº2234

Nación | 20 jul 2024

ORFANDAD Y DEPRESIÓN

El Frente Renovador atraviesa una crisis a nivel nacional: ¿podrá Massa conservar su tropa?

Hay enojo de una parte de la dirigencia interna. Las razones se conocen a cuentagotas. ¿Massa va a jugar en 2025? ¿Tiene margen de maniobra para incluir a su gente? PDSur pudo indagar en el pulso interno del massismo. Mucho rechazan hablar. La ancha avenida del medio aún no define para que lado recostarse: ¿derecha o izquierda?


Por: Ricardo Carossino

Política del Sur intentó dialogar con fuentes que hasta hace siete meses eran puntales y referentes del Frente Renovador (FR) de la Tercera y la Primera sección electoral, pero muchos prefirieron el silencio. No quieren opinar y lo que desnuda este hermetismo es sin duda una clara falta de lineamientos a nivel piramidal dentro del organización que otrora creó el ex ministro de Economía, Sergio Massa.

De cualquier manera, este medio web, logró contactar una fuente de la primera sección electoral que juega dentro de las segundas líneas del FR y aclaró un poco el panorama que por cierto desnuda la crisis interna que trajo la derrota en el ballotage, cuando como confesó este dirigente, “todos la daban por ganada”.

La noticia hoy es la falta de noticias. El rechazo a hablar (lo que algunos llaman “silencio”) es una clara primicia periodística que en política se puede traducir de esta manera: ¿podrá Massa sostener su tropa histórica? ¿Podrá conseguir buenos lugares en las listas para esta tropa en 2025? Por lo que PDSur pudo averiguar, el trigrense hoy no lo sabe.

Es transparente el panorama no solo en el massismo, sino en todo el peronismo, ante un enemigo impredecible que no tiene estructura a la cuál responder por lo que haga. Esto genera inestabilidad política porque Javier Milei, supuesto anarcocapitalista, siente “la libertad” de hacer y decir lo que se le antoje sin pagar costo político interno. Y lo mismo que cabe para el massismo, cabe para todo el arco realmente opositor a La Libertad Avanza: confusión y falta de debate interno con mirada futurista.

Massa tiene ahora bajo perfil y quienes más hablan son los hermanos Galmarini (Malena y Sebastián). El ex ministro eligió llamarse a silencio después de la derrota, pero aseguran, a pesar de cierto caos interno, que está activo en sus oficinas de la calle Libertador.

Analiza al peronismo y conversa con todos los actores, pero “está muy pegado a La Cámpora en este momento”, confesó un legislador de la Primera a PDSur y por ahora no tiene mucho más planes que empezar tibiamente con una precampaña electoral en agosto, mes en que presentará su libro, donde cuenta anécdotas sobre su paso por el palacio de Hacienda, e intenta dar un mensaje de unidad. Dicen que dijo: “Creo que el peronismo el año que viene va a ganar. Lo único que tiene que hacer es no pelearse”.

El primero de julio ni él, ni nadie del FR estuvo en el acto que el gobernador Axel Kicillof encabezó por el aniversario de la muerte de Perón, de que participaron Máximo Kirchner y Eduardo de Pedro en representación de La Cámpora. Por lo que habría que buscar la conexión en esa sociedad con el presidente del PJ bonaerense.

Así como hay tensiones con La Cámpora, Kicillof tuvo, durante los últimos meses, una serie de rispideces con el massismo: “La política no es un club de amigos, pero lo importante es no estar a los cascotazos”, se lo habría oído decir a Massa, quien creería que hay que consolidar un electorado que rechace las políticas de gobierno y “terminar con el tironeo por la nada”.

Esta es la relación hoy de Sergio Massa (no del Frente Renovador) con Kicillof y con Máximo Kirchner, porque dentro del massismo las cosas pasan por otro tamiz y lo que han confesado quienes se atrevieron a hablar es que “hay una gran orfandad dentro de la orga de la ancha avenida del medio”.

“El Frente Renovador atraviesa hoy una crisis muy profunda y por el momento no se ve con claridad como salir a flote por la derrota. Sergio (Massa) está muy cercano a La Cámpora y casi que antepone sus propios intereses a los de Máximo Kirchner”, admitió a este diario un concejal.

Según agregan otros actores del massismo haciéndose cargo, pero hablando en tercera persona, “hay mucha tropa propia enojada por esa indefinición de Sergio de no ser Cámpora y no ser Frente Renovador y no porque renieguen de Máximo (aunque algunos lo rechacen), sino porque la dirigencia de los Municipios siente que esa relación tan cercana atenta contra la identidad propia”.

Por estos meses, según pudo saber este medio hay “más o menos desorganización en las diferentes secciones de la Provincia, pero también en el país, porque la tropa se junta o se mensaje, pero no definen nada, reina la incertidumbre”.

De todos modos, algunos sospechan que Massa está midiendo los tiempos para salir a marcar la cancha nuevamente: “Es un tiempista, gane o pierda, mide el momento y creemos muchos que va a jugar para el año que viene, y va a jugar fuerte”.

En esa apuesta se espera que el ex candidato a presidente salga a buscar la primacía en la boleta a senador nacional, pero la incertidumbre de la que hablan es precisamente que, en esa negociación por haber perdido el ballotage, no tenga peso a la hora de pedir lugares para su tropa, con la consiguiente dificultad sufrir una merma en su estructura interna, ya sea para el lado izquierdo, el centro, el derecho o el ultraderecho.

En esa necesidad de sostener la unidad y no perder tropa, Massa no deja de hablar de unidad y seguir declamando su histórica ancha avenida del medio, aunque Milei siga eligiendo la polarización con el kirchnerismo como herramienta de comunicación política para distraer a la gente de sus peleas libertarias internas, las tensiones del mercado, la desocupación, la caída de la actividad económica, el crecimiento de la pobreza y la volatilidad del dólar.

En marzo Massa y Kicillof se habían juntado y el tigrense le habría sugerido al gobernador que tenía que administrar los tiempos, y le recomendó no pelearse con la Cámpora por cuestiones “que todavía están verdes”.

Lo felicitó por las fotos que se había sacado con gobernadores de otros sectores políticos como Ignacio Torres y Maximiliano Pullaro y habría anunciado a modo de pronóstico que el peronismo recién elegiría a su conductor después de las elecciones del 2025. Pero el problema para el líder del massismo, en estos días, es la impaciencia interna.

 

 

 

 

 

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