Por: Federico Cedarri

La controversial disputa por la adhesión al RIGI se trasladará en breve a la Legislatura bonaerense, ya que se espera que en los próximos día ingrese el proyecto de Axel Kicillof que determinará la puesta en marcha de un régimen de promoción de raigambre bonaerense que promete características similares a la norma nacional.

La intención del gobernador es bucear por un camino intermedio entre la presión opositora y la exigencia de YPF para que adhiera al RIGI como condición sine qua non para la instalación de una inversión malaya de más de 40 mil millones de dólares en el puerto de Bahía Blanca para convertir en líquido el gas que proviene de Vaca Muerta.

La jugada de Kicillof busca ganar tiempo y evitar acusaciones de la mayoría de los sectores opositores que entienden puertas adentro que el gobernador pone por delante del carro su construcción política opositora al mileísmo por sobre los intereses provinciales.

El proyecto de RIGI bonaerense aún está en proceso de elaboración y la idea del Ejecutivo nacional es que la Legislatura se embarque en la discusión en la semana siguiente a la finalización del receso invernal.

Tampoco está determinado porque Cámara se va a introducir la iniciativa aunque el gobernador ha adoptado la modalidad de mandar intercaladamente sus proyectos, por lo que se presume que esta vez le toca a Diputados ya que Góndolas ingresó recientemente por el Senado.

Según pudo averiguar PDS, la intención no obstante es que la propuesta tenga una discusión de carácter bicameral para agilizar el trámite: “La idea es que se conformen reuniones conjuntas con diputados y senadores sobre todo en las comisione estratégicas como Presupuesto e Impuestos y Legislación General”, explica a este medio una fuente parlamentaria oficialista de la Cámara Baja.

Ha trascendido que la propuesta del Ejecutivo infunde los mismos lineamientos e incentivos impositivos que la norma nacional.

Cabe consigna que Rio Negro, la otra competidora  en la carrera por la instalación de la inversión, ya adhirió por la vía parlamentaria al RIGI nacional y busca de esta manera sacarle una cabeza de ventaja a la provincia de Buenos Aires.

Mientras tanto, en la Legislatura bonaerense ya despunta el poroteo de los apoyos y rechazos que tendría la propuesta cuando desembarque: se descuenta que el bullrismo y los bloques mileísta se apondrán sin más a la medida ya que han presentado varios expedientes ssolicitando a la provincia que adhiera al RIGI nacional.

Misma posición podría tomar el PRO que no solamente presiona para que se adhiera al RIGI desde los bloque que presiden Agustín Forchieri en Diputados y Alejandro Rabinovich en el Senado, sino que también consensuaron con los alcaldes propios que presenten ordenanzas en sus Consejos Deliberantes para  que los municipios den el visto bueno a la norma nacional.

Fuentes de los bloques amarillos parlamentarios le confiesan a este portal que no le escaparán a la discusión y que buscarán la manera de perfeccionar lo que mande el gobernador, aunque puertas adentro sospechan que la propuesta del Ejecutivo no terminaría ofreciendo las mismas facilidades para la inversión que el régimen incluido en la Ley de Bases.

Están en una disyuntiva, no desean aparecer ante la opinión pública como quienes rechazaron una herramienta válida del gobernador: “No queremos que se nos sindique como los culpables de que la inversión no se haga en Bahía Blanca, si se va a Rio Negro será culpa del dogmatismo de Kicillof no de nosotros, eso debe quedar claro”, descarga ante PDS un legislador provincial ofuscado por la situación.

La llave radical y dialoguista

Si bien aún no se conocen precisiones de la propuesta del Ejecutivo la llave en la Legislatura para su aprobación provendría de la mano del radicalismo abadista y los sectores dialoguistas que llegaron de la mano de la boleta de Javier Milei pero que luego rompieron con el libertario.

En el Senado, el monzonista Marcelo Daletto que juega en yunta con los radicales y Carlos Kikuchi, titular del bloque disidente libertario, se adelantaron a Kicillof y presentaron un proyecto conjunto que avanza con beneficios a las nuevas inversiones mínimas de 10 millones de dólares con  una generación de 100 empleos directos de piso.

La iniciativa reduce los impuestos provinciales en un 100% durante los primeros 15 años y el 50% luego de ese plazo y hasta los 30 años de desarrollo de la inversión: una especie de RIGI legislativo que viene a aumentar la presión sobre Kicillof.

Lo cierto es que la idea de Daletto y Kikuchi es que esta propuesta se incorpore a la que envíe el gobernador y se busque consensuar el mejor proyecto posible.

El radicalismo se mantiene expectante, la senadora Nerina Neumann articuló junto con el violeta disidente Sergio Vargas una iniciativa de beneficios impositivos focalizada solamente en la planta de GNL de Bahía Blanca.

Orejeando los apoyos, se prevé que el partido centenario finalmente terminará convalidando el proyecto oficialista al igual que los sectores dialoguistas que comandan Kikuchi y Gustavo Cuervo en Diputados.

"Pese a que creemos que lo preferible era adherir al RIGI nacional y consideramos que Kicillof es un irresponsable y tomó un atajo político para salvar su discurso, vamos a tratar de poner los esfuerzos para poder aprobarle esta ley y que la inversión venga a Bahía Blanca”, explica a PDS una legisladora boina blanca.

En conclusión: la propuesta de Kicillof contaría con los apoyos necesarios para poder aprobarse en trámite express y de esta manera pulsear con Río Negro para que la millonaria inversión malaya desembarque finalmente en Bahía Blanca.