

A 50 años del fallecimiento del expresidente Juan Domingo Perón, el historiador, escritor y autor del libro “El último Perón”, Javier Garín, reflexionó que el exmandatario “es el verdadero constructor de la Argentina moderna”, que “desarrolló la industria a través de de su tarea en los en sus dos primeros gobiernos”. Y postuló “su presidencia como la más importante del siglo XX y posiblemente una de las más importantes de toda la historia de la Argentina”.
“Su obra fue fundamental porque realmente colocó a la Argentina en situación de ser una potencia mundial y regional que impulsaba la unión latinoamericana. Sentó las bases del desarrollo del país, introdujo la justicia social que significa una redistribución de la riqueza y que todos tengan acceso a los bienes esenciales, a los derechos laborales que llevó a la práctica a través de distintas leyes, le dio un rol fundamental al movimiento obrero dentro de la de la estructura del Movimiento Justicialista, fue quien se preocupó por lo por los pobres y por la creación de trabajo ”, afirmó en comunicación con Política del Sur.
En esa línea, señaló que “la tercera presidencia, mientras él vivió, fue extraordinaria porque logró en pocos meses frenar la inflación del 80% anual pasar a deflación en menos de dos meses” y aumentó “en 10 puntos la participación del asalariado en el producto bruto interno, que pasó del 33% al 43 y aspiraba a llevarlo al 48% como había sido en el año 1955”.
Garín lo definió como un “visionario que estaba muy por encima del conjunto de la dirigencia política de la Argentina hasta el día de hoy”, que sin embargo “muchas de sus enseñanzas fueron olvidadas por sus propios seguidores o fueron distorsionadas”. “Perón nunca subestimó el problema de la inflación, fue una de sus preocupaciones fundamentales porque perjudica a los asalariados”.
“En los últimos años dentro del de la dirigencia peronista nos cansamos de escuchar a quienes decían que la inflación no importa y que el déficit fiscal está bien, y después resulta que gana las elecciones un sujeto que dice que viene con una motosierra a cortar todos los gastos y acabar con la inflación y la gente lo vota, con lo cual queda demostrado que la dirigencia política del peronismo se olvidó de Perón y por eso perdió”, aseguró.
Otro punto que resaltó el historiador fue “la Unidad Nacional”, recordando que en su vuelta en 1973, “Perón no es el mismo que se va en el ‘55 por porque viene con una tesitura de conciliación y plantea que se tienen que unir todos porque si no Argentina no puede salir adelante”, contó y lamentó que está cuestión “también fue olvidada cuando se adoptaron prácticas de polarizar y dividir, ya que él consideraba que el país no podía salir adelante, si seguía en luchas estériles”.
Destacó también “el modelo para el proyecto nacional, que es su último escrito” en el que “planteó que ningún país puede desarrollarse dejando librado su futuro a las fuerzas naturales y tiene que hacerlo a través de la planificación”, y que para eso “hay que convocar a todo el pueblo”
“Perón fue el más grande pensador político del país. Hoy tiene más vigencia que nunca porque las cosas que él planteó siguen vigentes y siguen teniendo aplicación al día de hoy”, aseveró.
Por otro lado, indicó que “en los últimos años se ha puesto de moda entre sectores antiperonistas sostener que el peronismo y Perón en particular es el culpable de la decadencia argentina y en realidad es el autor del impulso de la Argentina”. “Tenemos un presidente que se ha cansado de echar la culpa a los peronistas, a los radicales y a todos los que pertenecemos a los partidos populares de la decadencia del país, planteando que hay que volver a la época de la oligarquía”.
“Llegó el momento de que el peronismo despierte, recupere el pensamiento de Perón y se proponga un modelo de país tal como lo indicaba el general y sea capaz de ofrecerle eso a la Argentina que lamentablemente no lo ha hecho en los últimos tiempos. El peronismo post dictadura dejó bastante que desear: Menem hizo todo lo contrario, fue el gran destructor de la obra de Perón y si vamos al último tiempo del peronismo, que estuvo hegemonizado por el kirchnerismo, tomó posiciones que ciertamente no eran las de Perón en un montón de cuestiones económicas y sociales”, observó.
Comentó que “la gente piensa que los planes de desempleo son creaciones de Perón, aunque él jamás los hubiera apoyado ya que sostenía que hay que crear empleo genuino, no empleo en el Estado. Todas estas cuestiones han sido distorsionadas de tal manera que parecen una caricatura de Perón”, criticó.
Otro mito que desmintió fue que el ex presidente haya creado Triple A, y justificó que la organización paramilitar “no operó mientras Perón vivió y sus primeros hechos fueron posteriores a la muerte“. “Él era enemigo de la violencia, se cansó de decirle a la JP y en particular a Montoneros que dejaran la lucha armada, que eso se tenía que terminar y no lo escucharon. Hubo sectores que se decían peronistas que en lugar de apoyar al gobierno y lo combatieron para disputar la conducción. Se hizo una idea totalmente equivocada de un Perón reaccionario y facho”, acusó.
Para finalizar, concluyó que “la decadencia argentina empezó con el golpe de Estado en 1976”, sin embargo dijo que “esto no le quita responsabilidad al peronismo posterior que no supo Resolver el condicionamiento en que quedó la Argentina luego de ese de la dictadura militar”.