

Por: Federico Cedarri
Los movimientos subterráneos que se deslizan provocando esténtor en la órbita del peronismo bonaerense no se detienen, tanto La Cámpora como el incipiente kicillofismo afinan las estrategias de cara a la definición partidaria que se dará el 17 de noviembre próximo y que constituirá el preludio del año electoral.
En rigor, la mayor disputa se concentrará en el conurbano bonaerense, la Primera y Tercera Sección electoral encapsulan a la mayoría de los distritos que por su densidad demográfica son capaces de volcar una elección.
Se descuenta la fortaleza del kicillofismo en bastiones como La Matanza y Avellaneda donde anota a dos de sus más importantes exponentes: Fernando Espinoza y Jorge Ferraresi, que soporta en su distrito la presión alta constante del camporista Emmanuel González Santalla.
También pueden considerarse como propios del gobernador el ensenadense Mario Secco, que se ha distanciado de la orga, y al berissense Fabián Cagliardi.
No obstante, La Cámpora tiene su peso específico en la sección, maneja Lanús con Julián Alvarez y Quilmes con Mayra Mendoza, mientras que en Lomas de Zamora está Federico Otermín que pertenece al insaurraldismo que mantiene sin modificaciones su alianza con Máximo Kirchner.
El armado que responde al gobernador bonaerense cuanta en su haber al rebelde intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, y al alcalde de Almirante Brown Mariano Cascallares que se constituía en el favorito de Kicillof para presidir Diputados, aunque la opción quedó trunca luego del acuerdo entre Máximo y Massa que impulso al insaurraldista Alejandro Dichiara.
En la Primera Sección la situación es diferente, si bien hay alcaldes que sintonizan con Kicillof como es el delfín de Gabriel Katopodis, el jefe comunal de San Martín Fernando Moreira, el resto de los jefes comunales prefieren mantener por el momento una distancia equidistante en el tablero interno y no enrolarse abiertamente, tanto el merlense Gustavo Menéndez como la evitista Mariel Fernández en Moreno pugnan por la unidad del peronismo y en ese menester conservan buenas relaciones con los dos sectores: El líbero en la región es el poderoso intendente de J C Paz Mario Ishi que tiene juego propio.
La Cámpora anota del lado de los suyos en el oeste al moronense Lucas Ghi que responde sin ambages a Martín Sabbatella, alineado con el kircherismo duro, y a Damián Selci en Hurlingham: rescata asimismo el vínculo con el malvinense Leonardo Nardini que fue parte de los alcaldes que mantuvieron sintonía fina con Máximo Kirchner cuando "intervinieron" la gestión de Kicillof en el 2021 con el guiño de Cristina.
La ecuación es que más allá de estos alineamientos puntuales, el resto de los alcaldes prefieren mantener una prudente separación de la pugna interna en consideración que aún es un interrogante si La Cámpora jugará la carta de CFK candidata: “Por más que Cristina vaya a la cancha, Axel tiene decidido que hará valer su contribución al triunfo del 2023 en la provincia”, destaca a PDS una fuente ligada al kicillofismo mostrando el tenor que está comenzando a adquirir la disputa intestina.
La Cámpora continuará con su ofensiva en los distritos donde los alcaldes no tienen reelección hacia el 2027, la intención de la orga es comenzar a plantar referentes que caminen el territorio , en algunos casos tejiendo alianzas estratégicas y circunstanciales con el Movimiento Evita como por ejemplo en La Matanza donde Máximo contribuyó de sobremanera para que la Colo Patricia Cubría tuviese la chance de jugar la interna contra Espinoza.
Ni Axel Kicillof ni Máximo Kirchner aparecerán públicamente acicateando las tensiones internas, la decisión de ambos será la de dejar que sus principales espadas vayan poroteando apoyos no solo en el estratégico conurbano sino también en el interior provincial.
La Cámpora ha solidificado su estructura en las grandes ciudades del interior bonaerense, se hace fuerte en Mar del Plata con Fernanda Raverta que estuvo a un puñado de puntos de arrebatarle la perla del Atlántico al amarillo Guillermo Montenegro y conquistó sorpresivamente Bahía Blanca con un aliado como Federico Susbielles.
En este distrito del sur bonaerense la orga ha sufrido deserciones, el ex diputado Gabriel Godoy y la actual senadora provincial Ayelén Durán abandonaron el espacio de Máximo Kirchner y ahora reportan sin miramientos al ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, que los sumó presurosamente a su armado con impronta kicillofista: La Patria es el Otro
El camporismo cuenta en su lista a Olavarría donde el alcalde Mariano Wesner responde al ex titular del bloque peronista de la Cámara Baja bonaerense, César Valicenti, cuya esposa Mercedes Landivar ejerce la Jefatura de Gabinete del distrito cementero.
El corredor del Partido de la Costa también tiene terminales en Máximo Kirchner, allí manda Juan Pablo De Jesús que forma parte de los retazos del insaurraldismo que siguen jugando en yunta con la orga, con la excepción de Gustavo Barrera en Villa Gesell que juega con la camiseta kicillofista.
En tanto, el armado del gobernador saca chapa en La Plata donde volvió al sillón municipal Julio Alak, un verdadero exponente del juego político del mandatario bonaerense que ha logrado apaciguar la disputa interna entre las distintas tribus que convergen en el heterogéneo mapa peronista de la capital provincial.