domingo 27 de abril de 2025 - Edición Nº2335

Gremiales | 7 jun 2024

ANALISIS

La CGT en ebullición: interna sindical, el futuro del peronismo y nueva amenaza a sus obras sociales

La central obrera vive días convulsionados, en momentos que se reaviva la disputa de dialoguistas versus combativos. Además, buscan acomodarse en la disputa del PJ, que ramificaciones por fuera de la disputa intestina. Una medida a favor de las prepagas pone en alerta a sus entidades de salud.


Por: Diego Lanese

En pocos días, Pablo Moyano realizó varios actos junto a distintos actores sindicales y sociales, para juntar voluntades para marchar al congreso el día que se vote la Ley Bases.

Al iniciar la semana, se reunió con las regionales de la CGT para sumarlas al plan de lucha. Luego, estuvo con representantes de las dos CTA y movimientos sociales y de Derechos Humanos, para confirmar el apoyo a esa iniciativa. además, en el conurbano encabezó una charla debate donde insistió en la necesidad de movilizarse contra las políticas libertarias.

La hiperactividad del camionero y su grupo más cercano se contrapone con el silencio de buena parte de la mesa chica de la central obrera, en estos días más concentrada en su viaje a Suiza, donde hace su encuentro anual la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que en las vicisitudes de la política criolla.

Las diferencias entre dialoguistas y combativos volvieron a salir a flote, y otra vez amenazan la aparente paz que vive la entidad. A esto se le suma la creciente interna del peronismo, que en breve hará que los diversos actores del movimiento obrero se definan. Y como era de esperar, allí tampoco hoy consenso ni unidad. El momento de ebullición se completa con una medida que amenaza sus obras sociales, que pese a las negociaciones realizadas por la dirigencia se implementa y pone en peligro la sustentabilidad del sistema.

Los movimientos en Azopardo en torno a la postura a asumir respecto del gobierno de Javier Milei son cada vez más marcados. Pablo Moyano encabeza el espacio más dinámico, que enfrenta de forma abierta y sin bozal a la motosierra del presidente.

Las constantes críticas y el malestar que genera el libertario en el dirigente camionero fue la principal razón para evitar la foto en Casa Rosada que tuvieron otros dirigentes, incluyendo su padre Hugo. Junto con él están varios leales que comparten la necesidad de “enfrentar abiertamente” a Milei, como el canillita Omar Plaini, el bancario Sergio Palazzo o el metalúrgico Abel Furlán, que como secretario del interior le facilitó la convocatoria a las regionales para darle volumen a su convocatoria al Congreso.

Es que por más que la postura combativa siga sumando adhesiones, por el momento es mayoritaria la idea de mantener la calma respecto de la ley y de las medidas tomadas en estos tiempos. Gordos” e “independientes” tienen la conducción de la CGT, y en número son muchos más que los referenciados en Pablo Moyano. Por eso la posible marcha sigue esperando una convocatoria formal, sin la cual puede tener un impacto mucho menos.

Para apalancar esta propuesta, los combativos recuerdan a quien quiera oír que hay mandato unánime del confederal para que el consejo directivo lleve adelante las medidas necesarias.

Las distintas miradas sobre las medidas que se necesitan en este momento por ahora no son una interna, aunque están cerca. Lo que sí hicieron es afectar algunas otras entidades.

En el transporte, por ejemplo, hay divisiones por donde se mire. Mientras que los gremios portuarios enrolados en la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FeMPINRA) confirmaron que se sumarán a la iniciativa de Pablo Moyano.

Así lo dijo en un encuentro encabezado por Juan Carlos Schimd, que mostró sus diferencias con el conductor de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), Sergio Sasia, que hasta ahora no anunció si movilizará. La conducción de la entidad ya había dejado en evidencia su interna cuando se realizaron asambleas en el sector, anunciadas por el portuario como un paro pero desmentido por el ferroviario.

Schmid perdió peso en el sector por su pelea con los Moyano, pero ahora intenta acercarse a Pablo como forma de recuperar terreno, en el marco de un corrimiento del jefe del clan familiar.

Esta semana, Hugo Moyano participó de la asunción de Hugo Antonio Moyano, uno de sus hijos menores, al frente del Partico de la Cultura, la Educación y el Trabajo (CET), la experiencia política nacida en 2011 cuando se peleó con el kirchnerismo, y que nunca puso tener vuelo propio. Actualmente el espacio es parte de Unión por la Patria, y según las fuentes consultadas por Política del Sur su nueva conducción buscará “ser parte de la reconstrucción del peronismo”.

“Huguito” como se conoce al abogado laboralista, teje desde hace tiempo relaciones propias con gremios a través de la asesoría legal, y busca darle impulso propio a su figura, alejado de las diferencias entre Pablo y Facundo, hoy crítico al peronismo y la propia CGT.

En la asunción a su cargo, insistió en la necesidad de volver a las bases “de Perón y Eva Perón”, pero con una premisa: “actualizar algunas ideas políticas”. Se espera que el CET tenga acercamiento a otros espacios de raíz peronista que quieren armar una alternativa al PJ. “Hay una propuesta de Guillermo Moreno de crear una confederación de partidos, incluyendo al Justicialista, para esta nueva etapa. Hay que pensar en esos caminos”, dijeron las fuentes consultadas.

Pablo Moyano es parte de la conducción del PJ bonaerense que dejará sus cargos en noviembre, estuvo en las reuniones de la conducción nacional. Además, apadrina a la fracción de las 62 Organizaciones Peronistas que lidera Marcelo Pariente y que tiene de segunda a su hermana Karina Moyano.

Si la interna y el futuro del peronismo no fuera poco, a la CGT le aparece un problema en el horizonte. Pese a las negociaciones con un asesor del gobierno a quien acercó Luis Barrionuevo para lograr un desahogo financiero respecto de sus obras sociales, esta semana la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) avanzó en una medida que beneficia a las empresas prepagas, y puede poner en jaque el financiamiento del sector.

La entidad está a un paso de formalizar una modificación del DNU 70, todavía en vigencia, y bajar del 20 al 15 por ciento la contribución del sector privado al Fondo Solidario de Redistribución, que se utiliza para los tratamientos y coberturas de drogas de mayor costo para el sistema.

El decreto presidencial le permite a las prepagas competir libremente con las obras sociales desregulando la afiliación, pero al ponerles un aporte de 5 puntos más que las entidades gremiales, muy pocas se anotaron en el registro de la superintendencia.

Al equiparar los aportes, se teme que haya un aluvión de firmas que se sumen a la competencia por los trabajadores activos, lo que dejaría en una situación muy incómoda a las obras sociales.

A esto se le suma la falta de respuesta al pedido que el estado nacional se haga cargo de las prestaciones de discapacidad vinculadas a educación y transporte, que hoy se volvieron un pero enorme en las cuentas de los organismos de salud.

Muchos vinculan la falta de definición respecto a movilizarse a estas situaciones, donde el gobierno libertario haría lo que hicieron todos sus antecesores: sentarse en la caja y negociar apoyo político.

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