viernes 26 de julio de 2024 - Edición Nº2060

Gremiales | 6 jun 2024

CASO EMBLEMÁTICO

Casi desalojan a una enfermera en Lanús: Gremios alertan sobre la “miseria salarial”

La trabajadora del hospital Garrahan denunció que por la liberación del valor de los alquileres y los bajos ingresos, no podía afrontar el pago, y estaba por quedar en la calle. Un fallo frenó la situación, pero despertó la alarma por la situación de millones de personas en el país.


El caso de una enfermera del hospital Garrahan que estuvo a punto de ser desalojada de su casa ubicada en el partido de Lanús por no poder pagar el alquiler se volvió emblema de la situación de millones de trabajadores, afectados por la crisis generada por las medidas del gobierno nacional, y el deterioro de los salarios. El pasado lunes 3, la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT) denunció la situación gravísima que sufrió Estela, una empleada de dicha institución de salud, a quien intentaron desalojar de manera ilegal junto a sus dos hijos. Un fallo judicial frenó la situación, pero marca la “miseria salarial” que padecen tantos argentinos.

 

Según relataron desde los gremios, Estela, mamá de tres hijas y sostén de hogar fue desalojada de su hogar en Lanús debido al aumento repentino del alquiler: de 180 mil pesos pasó a 400 mil pesos. “La dueña, en un acto criminal, le puso un candado a la vivienda dejando a la mamá fuera con su hija de 7 años”, indicaron desde el gremio. “La miseria salarial, ya tiene consecuencias en el Garrahan: orden de desalojo para una enfermera del turno noche, porque le aumentaron el alquiler por encima de lo que dice su contrato”, resaltaron de la APyT. Al tiempo que denunciaron: “es la consecuencia del plan motosierra del gobierno, licuar los salarios y liberar los precios”. En ese sentido, la entidad gremial del Hospital Garrahan pidió “justicia y solidaridad” para la enfermera y sus hijas que al día de hoy continúa luchando para volver a su hogar. “Son el reflejo de una realidad que afecta a miles de trabajadores y trabajadoras. Así no se puede seguir”, subrayaron desde la APyT.

Vale aclarar que el lunes por la mañana Evangelina Galeazzi, propietaria de la casa, se hizo presente en el domicilio junto a su abogado y la policía para colocarle un candado al portón. Dentro del hogar quedaron dos de las hijas de Estela, mientras que ella quedó del lado de afuera junto a su hija más chica. Galeazzi aseguró que ella rescindió el contrato, luego de cortarle el suministro de agua, y de manera unilateral está obligando a salir del hogar.

 

En tanto, una vez conocida la noticia, se accionaron varios recursos judiciales. En este sentido, la APyT y la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE), informaron que una resolución del Juzgado de Garantías N° 1 de Lomas de Zamora intima a la propietaria del domicilio “a cesar el hostigamiento sobre ellas y deponer la actitud de cerrar con candado la propiedad, con las hijas de la enfermera del Garrahan adentro del domicilio desde hace tres días”.

 

Norma Lezana, secretaria general de la APyT analizó: “La situación de Estela y sus hijas es indignante, aberrante e intolerable. Por eso, el fallo judicial es obvio y correcto, pero no podemos de dejar de señalar los problemas de fondo que se manifiestan en este caso. Venimos advirtiendo desde la APyT a las autoridades del Garrahan, pero también al Ministerio de Salud de Nación y de Ciudad, que con los niveles salariales de la Enfermería por debajo de la canasta de pobreza es imposible vivir. El despropósito de la dueña que les alquila a Estela y sus hijas, su actitud repudiable, combinada con salarios de pobreza, ponen al límite la situación. El poder político está jugando con fuego con lo que está haciendo con la economía de las y los trabajadores”.

Por su parte, Andrea Ramírez, presidenta de la ALE, completó: “Cuando conocimos la situación de Estela y su familia, nos recorrió un sentimiento de bronca tan grande, que no pudimos menos que solidarizarnos, comunicarnos con ella y ponernos a disposición. Pero, lo que vivió Estela, quizá sin llegar al extremo de lo que hizo esa dueña inescrupulosa de poner un candado a la casa, hay que saber que es la realidad de crisis habitacional de la muchísimas mujeres enfermeras, que somos la mayoría de nuestro colectivo: salarios de miseria, inflación desbocada, alquileres sin control, jefas de familia, y absolutamente postergadas por los gobiernos que hacen campaña hablando de la salud pública, de la “primera línea”, pero nos tienen en una situación desesperante, incluso en CABA sin reconocimiento profesional, salarial y laboral. La enfermería como otros sectores de trabajadores, estamos en riesgo social. Lo de Estela es un síntoma de una realidad muy extendida. Esto no se aguanta más”.

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