viernes 26 de julio de 2024 - Edición Nº2060

Nación | 27 may 2024

COMUNICADO

Argentina federal – Para volver a ser Nación

Comunicado del Movimiento Argentina Federal.


1. En varias oportunidades el general Perón vaticinó que el año 2000 nos encontraría unidos o dominados. Ya han transcurrido casi 25 años de esa fecha bisagra, y lamentablemente los argentinos nos vemos sometidos a la peor de las dominaciones, en un estado de postración, degradación y decadencia nunca visto en nuestra historia patria: ya no queda nada de las Provincias Unidas de Sudamérica de las cuales surgió la Nación “libre e independiente” proclamada en el Acta de la Independencia nacional en 1816: “Somos” solamente un “país”, un simple territorio habitado, descapitalizado y saqueado económicamente, deformado política y espiritualmente, embrutecido culturalmente, un “paraíso” financiero de especulación, descapitalización y desguace para beneficio de muy pocos, posibilitado por la destrucción del Hombre y del Estado argentinos que el general Perón denunciara a su regreso al país en 1973 como el problema más grave de todos los que había que enfrentar y que lamentablemente 50 años después se ha agravado hasta los niveles que hoy padecemos.

2. Desde la independencia patria, pasaron 130 años hasta que se hizo efectiva realidad concreta la soberanía política nacional con la obra de gobierno iniciada en 1946, en virtud de un desarrollo industrial sin precedentes, el crecimiento de la economía sin endeudamiento externo, una política de salarios dignos y pleno empleo, el ascenso social, el acceso universal a la educación, la creación de la Marina Mercante, la autonomía e independencia de todo tipo de tutelaje financiero externo, etc.

3. Esta monumental obra de gobierno del Justicialismo tuvo como fundamento una concepción filosófica compuesta de principios perennes (La Comunidad Organizada) y una doctrina derivada de aquélla que formula conceptos y máximas que se aplican al estudio e interpretación de la realidad, para poder actuar e incidir correctamente en ella (Doctrina Peronista). Ambas -Filosofía y Doctrina- constituyen el legado espiritual del general Perón que nos puede permitir hoy recrear la obra reparadora, integradora y liberadora de nuestra nacionalidad: la Filosofía como fundamento y horizonte trascendente que señala el fin último de la acción política justicialista, la Doctrina como compendio de principios que hacen posible la interpretación de la realidad, que se adecua a los cambios que esta última experimenta en el transcurso del tiempo, para recrear y repensar el mensaje político justicialista en función de los desafíos que debe afrontar el mundo y Argentina en el siglo XXI: entre otros, la concentración brutal de la riqueza, el salto tecnológico y el predominio de la ciber tecnología en la vida cotidiana, el teletrabajo, el comercio electrónico, la educación a distancia, los golpes de Estado sanitarios, el envejecimiento poblacional, el corte disruptivo y la mutación culturales que desplazan y niegan la Tradición humanista y cristiana aportada por los procesos históricos civilizatorios e imponer el Transhumanismo (el ser humano sin memoria histórica-cultural, simbiotizado y controlado por la tecnología) y la infame Agenda 2030 promovida por la ONU y el Foro Económico Mundial, que pretende imponer un sistema en el que nadie tenga nada pero sea feliz.

En este contexto, bien sabemos que son tres los obstáculos fundamentales que tenemos que enfrentar y derrotar para recuperar nuestra Argentina para nosotros y para nuestros descendientes: uno externo -el histórico Poder externo que pretende colonizarnos, disgregarnos y desmembrarnos- y los otros dos internos -por un lado, la histórica infiltración ideológica para deformar la concepción doctrinal que se convirtió en oligarca-tanto la liberal partidocrática como la socialdemócrata progresista “nac&pop”-, y por otro lado el espíritu oligarca que puede “invadirnos” y hacernos creer que somos más de lo que realmente somos. Espíritu oligarca que es el único que puede llevarnos a la frustración y a la derrota total.

En estos últimos tiempos estamos asistiendo a un nuevo intento de consolidar la deformación doctrinal y el sometimiento político de la Nación y el Pueblo argentino por parte de quienes desde el año 2003 han llevado a cabo una política seudo nacional y popular, que les ha servido para enriquecerse en forma impúdica y alevosa, invadir organismos del Estado con incapaces e ineptos y posibilitar que desde el año 2015 el liberalismo oligárquico sin patria llegara mediante elecciones a ocupar el gobierno nacional, derrota que hasta entonces nunca había sufrido el Movimiento Nacional por vía democrática. La mariscal de las sucesivas derrotas electorales desde el 2013 hasta la fecha reaparece solamente para agrupar sus huestes en la provincia de Buenos Aires, desentendiéndose del resto del país. Y como ha sido una constante en su historia política, pretendiendo desplazar el liderazgo todavía vigente del General Perón a través de su legado, para reinventarse como una supuesta “líder” postperonista, rodeada por un universo de “dirigentes” millonarios cómplices de la decadencia nacional que nos agobia.

Por otro lado, tenemos a la vista el bochornoso espectáculo brindado por los legisladores nacionales al aprobar en la Cámara de Diputados el proyecto de ley “Bases para la postración y destrucción de Argentina” -delegando facultades a favor de un presidente que presenta signos evidentes e irrefutables de desequilibrio mental y psicológico, cercenando derechos laborales, provocando una recesión económica que destruye puestos de trabajo y pequeñas y medianas empresas, avalando menor imposición para los más ricos y gravando el salario de los trabajadores, abriendo la puerta al lavado de dinero procedente del narcotráfico, etc.-, “Bases” que pretenden ser refrendadas en un espurio, delirante y siniestro “Pacto refundacional de Argentina”, que no es otra cosa que la versión siglo XXI del anacrónico y antinatural proyecto unitario-porteño contra las Provincias argentinas, para someterlas a la pobreza, a la miseria y al saqueo de sus riquezas naturales, con la complicidad de gobernantes que traicionan el mandato con que han sido investidos por sus Pueblos. Esta defección de gran parte de la actual dirigencia política “nacional” demuestra claramente que ya no se puede esperar nada de ella y que es imprescindible y urgentísimo un trasvasamiento generacional y político, solamente posible con y por la participación de nuevos dirigentes que surjan del seno de nuestras propias comunidades, promoviendo la Política como un acto de servicio para beneficio de la comunidad y desterrando así la mercantilización degradante de la Política como fuente de ingresos y enriquecimiento personales.

4. Ante este tenebroso y sombrío panorama, quienes amamos a la Patria que nos cobija convocamos a los verdaderos argentinos y a todas las personas de bien que habitan nuestra tierra para asumir el legado filosófico y doctrinal que ha confiado el general Perón A TODOS LOS ARGENTINOS y hacer realidad un nuevo y definitivo Renacimiento de nuestra querida Argentina, sabiendo que “cuando los pueblos se deciden a la lucha suelen ser invencibles”.

“Así como no hay hombre que escape a su destino, no debería nacer el que no tenga una causa por la cual luchar, de manera de justificar su paso por la vida”. “El que no tiene una causa para vivir, no merece la vida” (Juan Domingo Perón)

José Luis Martiarena

Alejandro Asís

Pablo Jofre

Eduardo Oscar Pérez Heltner

Ricardo Peixoto

César Augusto Arias Leonardo Assaf

Juan Carlos Vacarezza – José A. Quarracino

Compatriotas Promotores

Ezequiel José Ávila Gallo (Tucumán) - Esteban Bussón (Entre Ríos) – Juan Cardoso (Tucumán) - Carlos González (Buenos Aires) - Alfredo Rubén Gómez (Entre Ríos) – Miguel Nuñez (Tucumán) – Felipe Vallese (h) - Cristian Wardoloff (Santa Fe)

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