domingo 16 de junio de 2024 - Edición Nº2020

Provincia | 23 may 2024

CON O SIN MILEI

Grindetti, Ritondo y Santilli: la delantera de un equipo chico que trata de no irse a la B

¿De qué hablará Macri en el encuentro con su tropa? ¿Cómo resolverá el ex presidente la interna bonaerense? Valenzuela pelea por el lápiz amarillo junto a Bullrich que no se va del PRO. El macrismo está roto, agarrado a lo que venga, sea Milei, o el abismo.


Por: Ricardo Carossino

Hoy la pelea dentro del PRO es por quién maneja la alianza con La Libertad Avanza para las listas del 2025. De esta discusión queda aislada por ahora la UCR que pretendería recuperar cierta independencia ideológica, pero está rota a la mitad ya que por un lado hay radicales que ven un gran frente con Milei y Mauricio Macri marcando la ya clásica oposición al peronismo kirchnerista, y la otra que pretende encender una nueva flama política junto a Horacio Rodríguez Larreta y Facundo Manes con un tinte progre y volver a las fuentes del alfonsinismo.

Al cabo este jueves, Mauricio Macri también intentaría bajar un discurso de índole iniciático y hablará de recuperar las raíces de los amarillos puros que se habrían visto desdibujadas en la interna del 2023 entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich que mostraron dos extremos: el dialoguismo para saltar la grieta por parte del pelado y alimentar el antikirchnerismo por parte de la ministra.

Actualmente sigue de alguna manera esa interna, que al cabo recrea a la antigua interna de la autodenominada “Revolución Libertadora” que derrocó a Juan Domingo Perón, cuando se discutía un gobierno sin pelearse con el general (con el general Lonardi) o la que ganó, con fusilamientos y desperonización total (con el asesinado general Aramburu).

La visita de Patricia Bullrich a Esteban Echeverría se enmarcó en esa disputa entre los amarillos puros y amarillos libertarios que también viene a recrear otra antigua antinomia de la ultraderecha argentina: azules y colorados, porque la ministra de Seguridad quiere retener, fundamentalmente, el control de la Provincia de Buenos Aires y es ahí donde se empieza a dar la madre de las batallas para 2025.

Hoy hay dos PRO. Uno, el que conduce Mauricio Macri y dos, los leales a Bullrich. A priori, la ventaja la estaría teniendo la ministra porque no tiene dispersión de tropa ya que todo se basa en el intendente de Tres de Febrero que tiene caja propia, Diego Valenzuela.

Por su parte, Macri tiene tres divas que se disputan el control de la provincia. El triunvirato que quiere el control está armado por Néstor Grindetti, Diego Santilli y Cristian Ritondo, y ninguno de los tres tiene caja.  

Tal mal está Mauricio Macri que asumió la conducción del PRO con un deslucido acto sin la menor estructura de prensa. Asunción que incluso no contó con la presencia de los gobernadores amarillos, ni de Burllrich y menos aún de la tropa porteño-bonaerense: María Eugenia Vidal, Rodríguez Larreta, Ritondo y Santilli.

Estos tres dirigentes son perdedores. Ritondo no fue candidato a gobernador, Santilli perdió la interna a ese cargo y Grindetti fue derrotado por Axel Kicillof. Sin embargo, el PRO, o mejor dicho Macri no tiene otra cosa en la Provincia. La poca o única estructura que conservan tratarán de usarla para seguir en la vidriera.

Como a Macri le gusta usar analogías futboleras, se podría decir que el PRO hoy actúa como un equipo chico: perdió el campeonato y no tiene un peso para comprar refuerzos, ni siquiera un técnico nuevo, con lo que tratarán de no irse a la B con lo que tienen.

Por su lado, la idea de Valenzuela es clara: tener el lápiz del PRO bonaerense al estar aliado a la caja de la Nación. Desde el sector de Bullrich lo que especulan es que el año que viene ante la inminencia de las elecciones abriría un poco más el grifo y esos fondos serían manejados por la ministra y Valenzuela en el territorio bonaerense.

El ejército amarillo de Bullrich y Valenzuela tiene caja y está formado por Juan Curutchet, director del Banco Central de la República Argentina (BCRA); Sebastián Pareja, subsecretario de Integración Socio Urbana y armador político de La Libertad Avanza en provincia de Buenos Aires; Ramón Lanús, intendente de San Isidro; Daniela Reich, legisladora bonaerense y presidenta del PRO en provincia; Juan Pablo Allan, titular de ANMaC; Carlos Pirovano, interventor del INCAA; Héctor Huici, subsecretario de Comunicaciones y Conectividad de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología; y Luis Parodi.

Por su parte, la armada macrista tendría como pesos pesados reales al gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio; al jefe de Gobierno porteño, su primo Jorge Macri; la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez; y el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, más los tres mosqueteros: Grindetti, Ritondo y Santilli.

En principio, entre amarillos azules y amarillos colorados, habría correlación de fuerzas, por lo que la pelea la podría terminar de definir Karina Milei que tiene más empatía con Bullrich que con Macri.

Por el lado de Bullrich y Valenzuela, lo primero que este grupo va a vender cuando salgan con la ambulancia es que tienen, no solo caja para la elección, sino promesas de contratos, con lo que tratarán de seducir a los amarillos más desteñidos. Sin embargo, Mauricio Macri que mañana tendrá una reunión clave, quiere conducir esa alianza con Milei para que esos fondos que podrían llegar no los maneje Bullrich y pueda tener el control. La herramienta que maneja Macri son sus contactos internacionales a diferencia de la ministra.

Milei, Bullrich y Macri saben que la gran batalla estará dada en la Provincia de Buenos Aires, donde Axel Kicillof difícilmente encabece lista, por lo que suponen que los dos grandes perdedores del 2023 querrán revancha: Santilli y Grindetti.

El presidente del Club Independiente tuvo un encuentro en Lanús con su tropa, pero no fue más que para informar cuestiones de orden interno y de cómo hacerle la oposición al intendente Julián Álvarez, al tiempo que pidió paciencia a su tropa a la espera de definiciones que por ahora no van a llegar.

Si hubiera una alianza con la LLA, ellos quieren comandar esa sociedad bonaerense argumentando que tienen el armado listo que construyeron de cara a las PASO en toda la provincia.

En síntesis, la pelea estará dada dentro del PRO entre la caja de Milei y la estructura territorial de Mauricio Macri. Al cabo, hay un antecedente que muestra un ejemplo de cómo se podría resolver porque en 2023 la caja no tuvo la incidencia que se esperaba, quizás porque no se supo usar o no se quiso abrir.

Es el caso de Rodríguez Larreta que nunca supo, pudo o quiso construir una verdadera armada bonaerense con toda la caja del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Contra esa caja, la figura de Mauricio Macri terminó primando y torció el brazo de los amarillos a favor de Patricia Bullrich.

La cuestión de Macri es su propia interna y tratará, según una fuente del PRO de Morón, de actuar de manera salomónica: intentará que Cristian Ritondo se quede con la presidencia del PRO (aunque la esposa de Valenzuela tiene mandato hasta 2026), que Santilli lidere la boleta de diputados nacionales y Grindetti ponga alguien de su riñón para encabezar la lista de diputados por la Tercera Sección y maneje el lápiz de esa sección.

Mauricio Macri asumió el jueves pasado como presidente del PRO y pidió “volver al origen” para “recuperar la identidad”. Patricia Bullrich alienta la fusión de ambos espacios, defiende el gobierno de Javier Milei y cuestiona a los que “especulan”.

El PRO está virtualmente roto y a la espera de que alguien lo pueda arreglar. La elección de 2023 dejó secuelas que aún persisten, tanto que los referentes amarillos no encuentran su lugar en el escenario público. Algunos exacerban el “mileísmo” antikirchnerista y otros miden el nivel de amarillismo en sangre.

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