viernes 26 de julio de 2024 - Edición Nº2060

Nación | 23 mar 2024

CONGRESO DEL PJ-EN BUSCA DE INTERNAS Y UNIDAD

Porqué La Cámpora se sentó a oír las críticas de todo el peronismo argentino

Qué se dijo después del congreso. Quién fue el más aplaudido. Quién quedaría a cargo de la coordinación de la mesa federal. Los que le apuntaron a Máximo Kirchner. Las mujeres que lo defendieron. ¿Puede unirse el peronismo argentino? El sueño de Insfrán y las críticas a ese ideal.


Por: Ricardo Carossino

En el mes de mayo de 1974 el entonces Presidente de los argentinos, Teniente General, Juan Domingo Perón, daba a conocer el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional, cuya implementación quedó truncada con su muerte. Hoy, que nuevamente se habla y cada vez con mayor insistencia de la necesidad de un proyecto con esas características. Es así que el gobernador Axel Kicillof presentó la propuesta agregando la idea de una mesa federal para el proyecto, entre una catarata de reproches internos que tenían años de ser reprimidos en función de los resultados electorales.

Vale recordar un párrafo de aquel proyecto que presentaba Perón apenas 60 días antes de su fallecimiento: “En nuestra concepción, el trabajo es un derecho y un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume. Los trabajadores constituyen uno de los pilares del proceso de cambio. En el momento en que teníamos que rescatar a la sociedad argentina de una concepción liberal, los trabajadores configuraron la columna vertebral del proceso. En la comunidad a que aspiramos, la organización de los trabajadores es condición imprescindible para la solución auténtica de los problemas argentinos”.

Precisamente el movimiento obrero estuvo presente en la representación de Héctor Daer, Pablo Moyano y Abel Furlan de la UOM, pero no hablaron. Eligieron oír y aceptar los elogios que partieron de Kicillof, precisamente como una de las columnas principales de la lucha contra el ajuste y las reformas que propone el gobierno de Javier Milei.

Por otra parte, se viene la conformación de la mesa para el proyecto nacional y como le explicaron a Política del Sur, la responsabilidad de coordinar el armado podría recaer en alguien del riñón del gobernador, como es la jefa de Asesores del gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, lo que se definiría en abril.

Trascendió que los gobernadores Quintela (La Rioja), Ziliotto (La Pampa), además de Jalil, Insfrán y el propio Kicillof tendrán un lugar, igual que la CGT y los movimientos sociales. Pero el gran desafío es que a la mesa se incorporen distritos alejados. Señalan principalmente a Córdoba. La falta de maduración en el proceso de acercamiento del PJ con peronismo de Martín Llaryora, dejó en suspenso la integración de la comisión.

Aceptada la renuncia de Alberto Fernández a la presidencia del PJ, quienes quedan a cargos son los cinco vices del Consejo Nacional Justicialista: Kicillof, Juan Manzur, Lucía Corpacci, Cristina Alvarez Rodríguez, y Analía Rauch Quiroga (exvicegobernadora de Jorge Capitanich).

Los primeros tres datos que enmarcaron lo que sería un festival de pases de facturas son que de los 900 congresales que se esperaban, sólo asistieron 466 con una organización que estuvo a cargo de Wado de Pedro, hombre de La Cámpora, lo que dice mucho más de lo que se puede imaginar, porque si con algo tuvieron que ver los pases de facturas, fue justamente con el espacio que conduce Máximo Kirchner presidente del PJ bonaerense.

Todo el peronismo saltó a la yugular de Máximo Kirchner, y en muchos casos esos ataques fueron tiros por elevación a la ex presidenta de la Nación. La intendenta de Quilmes y dirigente de La Cámpora, Mayra Mendoza, al terminar el Congreso salió en defensa de los Kirchner. Dijo a un grupo de periodistas que el PJ bonaerense contribuyó a la reelección de Kicillof y criticó a quienes “vienen a buscar un aplauso por cuestiones individuales”.

Quién también defendió a Máximo fue la ex titular del ANSES, Fernanda Raverta lo que provocó que algunos dirigentes se levantaran y se fueran, entre ellos el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, que viene armando su propio espacio para lanzar a Kicillof presidente y él como gobernador. Un importantísimo dirigente de la Tercera, reconoció que está legitimado en ir contra La Cámpora, pero que se apura mucho en sus ambiciones personales.

Había muchas palabras reprimidas, había ganas de decir muchas cosas y se dijeron y hubo lugar aún para quienes eligieron, según comentaron a este medio, hablar para los medios de comunicación, más que para la dirigencia interna, porque el congreso se armó sin bombos y sin militancia.

Era lógico que antes de hablar de unidad, como era una de las propuestas, los peronistas anti kirchneristas dijeran lo que tenían ganas de decir, como que La Cámpora se arrobó el poder de armar las listas y elegir todo a dedo desde la época de Cristina Fernández.

Según explicó un dirigente histórico del peronismo que fue muy cercano a Néstor Kirchner, lo que quedó claro fue que La Cámpora tuvo que sentarse a oír todas las críticas y tratar de salir airosa de semejante exposición. Iba a pasar tarde o temprano porque no representa al enorme colectivo que es el peronismo y lo que demostró este congreso y eso parece ser valedero por parte del kichnerismo, es que ya no tienen el poder de antaño para marcar la cancha y por eso aceptaron oír todas las broncas reprimidas.

Precisamente, Fernando Gray fue uno de los principales críticos las filas de Máximo Kirchner. Dos dirigentes con mucha historia en el PJ que charlaron con PDSur, coincidieron en que el partido “debe avanzar hacia una conducción elegida directamente por los afiliados”. Hablaron de terminar con “el dedazo”.

Tantos años de esconder la basura debajo de la alfombra hizo que la alfombra se rompiera y que todas las broncas salieran a la luz en un congreso en el que todos se sintieron libres de decir lo que fuera. Lo que quedó claro fue que los anti Cámpora atacaron y los Cámpora se defendieron.

Los dirigentes que rodean a Cristina Fernández no tuvieron siquiera oportunidad de encausar el congreso por el evidente disgusto hacia ellos a quienes se los responsabiliza por todos los errores políticos desde la pandemia hasta la fecha.

Previo al Congreso corrió la versión de que se convocaría a una interna abierta para elegir autoridades “al estilo Menem-Cafiero”. Pero solo se aprobó la conformación de una junta electoral.

“La idea es hacer las elecciones en septiembre u octubre. Yo creo que solo se van a hacer si hay lista única; no creo que se habilite la competencia”, confió resignada una congresal porteña.

Fue el ex gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, quien pidió elecciones internas. Recordó que le fue impedido pelear por la candidatura presidencial en 2019, cuando el PJ se encolumnó detrás de la nominación de Alberto Fernández que hizo Cristina Kirchner.

Más allá de todas las intervenciones que los medios reflejaron porque los discursos parecieron apuntados a generar textuales para los títulos, lo que quedó al descubierto es la feroz interna, no que divide al peronismo, sino que dividió al peronismo y que se reprimió en función de la necesidad de ganar elecciones.

En ese silencio público de broncas reprimidas, quienes comandaron el timón del peronismo fueron sin lugar a duda los kirchneristas porque la figura de Cristina Fernández fue la más convocante desde 2011 hasta 1019, incluso para dirigir las postulaciones de Alberto Fernández y Sergio Massa, a quien se lo criticó mucho porque en ese momento estaba realizando un congreso del Frente Renovador.

 “Sin unidad es imposible, pero con la unidad no es suficiente”, dijo Insfrán, y Alberto Rodríguez Saá habló con mucha dureza respecto de esa declaración. “Hablan de unidad. Hagan la unidad con nosotros que no estamos adentro del consejo. No tenemos ningún representante. ¿Para qué una comisión si ustedes creen que el consejo anda? ¿Para qué?”, sentenció.

Una fuente del histórico peronismo de la Tercera Sección sentenció de manera pesimista: “La verdad no veo ninguna chance de que haya una interna como la de Cafiero con Menem. Las cosas se van a terminar resolviendo como siempre con el dedo de los que mueven. Y la unidad va a terminar de sellarse según los términos de quienes comanden el proceso”.

En consecuencia, con quienes están siendo llamados para volver al PJ, idea de Insfrán de convocar a Miguel Angel Pichetto y Guillermo Moreno, el puntano recalentó la convocatoria al afirmar: “El que se va del partido al lado contrario se llama tránsfuga o traidor. Nadie los echó, se fueron solos”.

En medio de los pases de las antiguas facturas, Kicillof fue uno de los más aplaudidos por su intervención. Lejos de la polémica, llamó a concretar un ordenamiento rápido para solidificar el rol opositor del peronismo. “En estos 100 días de gobierno Milei hizo mucho daño. Tenemos una responsabilidad ante esta situación. Cuando estas cosas pasan, el peronismo se articula y se amplía. Tenemos la obligación de generar una alternativa para volver a gobernar la Argentina”, indicó.

 

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