Por: Federico Cedarri

El gobernador bonaerense Axel Kicillof recibió del Gobierno nacional los primeros bosquejos de la nueva Ley Bases de la que no se destacan cambios relevantes en su esencia más allá del achicamiento notorio de la norma.

En rigor, el mandatario provincial no comulga con la reinstauración del impuesto a las Ganancias, ya que sostiene que volverán a pagar el tributo casi un millón y medio de personas de la castigada clase media.

Kicillof se opondrá a la nueva normativa, no hay chances de que cambie de opinión aunque sí buscará en el diálogo con la Nación para pulsear que se le puedan restituir algo de los cuantiosos recursos que la provincia de Buenos Aires ha perdido: "Nos sacaron tres puntos de coparticipación”, aclaran.

La tesorería bonaerense ya comienza a despertar signos de alarmas, la recaudación fiscal cayó en los dos primeros meses del año más de 11 puntos porcentuales interanual lo cuál dificulta de sobremanera la gestión ya acuciada por el recorte brutal de fondos nacionales: “La clase media cuando esta exhausta lo primero que hace es dejar de pagar los impuestos que no son servicios porque sabe que después se puede meter en una moratoria”, explica a PDS un legislador peronista que analiza la situación actual.

Tampoco acompañará Kicillof la nueva fórmula de movilidad jubilatoria mileísta que pretende indexar los ingresos de los beneficiarios al ritmo inflacionario a partir de abril sin una compensación por los tres meses anteriores donde el alza del costo de vida deterioró considerablemente esos ingresos.

Kicillof persistirá en su rol de opositor tenaz al gobierno de Milei, no se correrá un ápice de esa escenificación, aunque buscará mediante la alianza estratégica con los gobernadores patagónicos evitar la restitución del impuesto a las Ganancias y negociar la coparticipación del impuesto país o una proporción del impuesto al cheque pese a la resistencia presidencial.

El Gobernador bonaerense guarda moderadas expectativas por el encuentro que sostendrá su ministro de Economía, Pablo López, con su émulo nacional Luis Caputo.

De lo que se desprenda de esa reunión, donde espera contar con más precisiones sobre la letra chica del nuevo Pacto Fiscal, Kicillof podrá prever con más certidumbre el año de gestión: “Hoy estamos atajando penales en el día a día, no podemos hacer cálculos ni proyecciones porque no nos dicen nada”, destaca a PDS una fuente que pulula entre la Legislatura y la gobernación bonaerense.

Mientras obtiene alguna precisión de Nación, el Gobernador bonaerense se concentra en la gestión y centra su foco de atención en la red de contención que prohijó con los alcaldes del conurbano para asistir las demandas sociales que se multiplican en las barriadas.

Las quejas también le llegan al mandatario desde el interior bonaerense, intendentes de todos los pelajes político alertan por la recesión y la caída sostenida de la recaudación y le exigen que cumpla en tiempo y forma con los desembolsos para obras acordados durante las negociaciones por el endeudamiento y el paquete fiscal: La Gobernación comenzó a fines de febrero a efectivizar tales transferencias.

En el Palacio de calle 6 admiten que los jefes comunales del interior tienen menos espaldas que sus pares del conurbano que se amparan en márgenes mayores de recaudación tributaria y en algunos casos importantes ahorros que les permiten atravesar con menos sobresaltos los primeros meses del ajuste mileísta.

“Hoy están más complicados los distritos del interior porque el campo aún no liquidó la cosecha y la rueda del comercio no arranca con el consiguiente impacto en la recaudación, en el conurbano hay intendentes que tienen importantes plazos fijos, de hecho han ayudado a Massa durante su gestión en economía participando en licitaciones de bonos”, compara ante PDS un legislador oficialista que reporta a los intendentes del interior bonaerense.

Escaso diálogo con la Casa Rosada

El Gobernador bonaerense rescató el cambio de actitud y predisposición que notó en su vista a la Casa Rosada durante el encuentro de mandatarios provinciales con Francos y Posse.

Desde aquel día las comunicaciones han escaseado, no se han vuelto a producir contactos para avanzar en la formación de comisiones para estudiar algunos temas fiscales como habían quedado de acuerdo ni tampoco hay fecha estimativa para el encuentro de los titulares provinciales de economía con Caputo.

Tampoco se aventura cuando se podría dar la esperada reunión de los gobernadores provinciales con el presidente Javier Milei, aunque en calle 6 sostienen que para eso primero debería avanzarse en el nuevo Pacto Fiscal con las provincias.

En ese sentido, desde el Palacio de Hacienda bonaerense estiman que por la restitución de Ganancias que impulsará Milei la provincia podría recibir algo más de 1200 millones de pesos a lo que debe agregarse una renegociación de las partidas de los fondos educativos que el Gobierno nacional garantizó pero, que al tener un presupuesto prorrogado, se debe discutir una actualización acorde con los valores inflacionarios para evitar una licuación.

El Gobierno bonaerense también insistirá por la readecuación de partidas para las universidades nacional emplazadas en territorio bonaerense: “Están con el mismo presupuesto del año pasado, así no pueden funcionar”, se quejan cerca de Kicillof.