Por: Federico Cedarri

El gobernador bonaerense Axel Kicillof estalló de furia cuando comprobó lo que temía, que el gobierno de Javier Milei rasuró el Fondo de Fortalecimiento Fiscal creado en 2020 por el gobierno de Alberto Fernández para sofocar la protesta de la policía bonaerense.

Más allá de la puesta en escena de la conferencia de prensa donde anunció que jugará el resto y recurrirá a la Corte Suprema de Justicia para pedir por la restitución de esos recursos, en el gobierno bonaerense no esperaban esta medida: creían que iban a seguir cobrándose esos fondos garantizados por ley pero a valores desactualizados respecto a la inflación.

Kicillof ya venía padeciendo los recortes intempestivos del FONID (Fondo del Incentivo Docente) y del Compensador del Transporte que representaban algo así como 180 mil millones de pesos anuales.

En esa línea, el mandatario bonaerense acentuó sus apariciones por el chat de gobernadores donde se solidarizó con el reclamo del chubutense Ignacio Torres por la confiscación de fondos coparticipables que detenta la provincia patagónica.

Kicillof ya venía cavilando la posibilidad de recurrir a la Justicia para reclamar por los recursos recortados mucho tiempo antes de materializarse la caducidad del Fondo de Fortalecimiento Fiscal: “Axel está cansado, no nos imaginábamos un recorte así, nos parten al medio, nos desfinancian y nos quieren ahogar, ahora no queda otra que la confrontación”, dispara a PDS un legislador provincial cercano a un intendente que trasunta preocupación por la situación.

El Gobernador sumó en su cruzada ante el máximo tribunal el activo del apoyo sostenido del justicialismo bonaerense que conduce Máximo Kirchner, a quién sentó en primera fila en la conferencia de prensa del lunes.

Además, logró un guiño del bloque UCR-Cambio Federal del Senado bonaerense que acompaña el reclamo aunque lo matiza con cuestionamientos a la situación imperante en OMA y la exigencia de mejores prestaciones en seguridad y salud.

La obra social de la provincia de Buenos Aires tiene en ascuas al Gobernador bonaerense, las protestas de los afiliados se multiplican en importantes ciudades del interior provincial como Mar del Plata y Tandil, a lo que se suma la amenaza velada de que el conflicto comience a extenderse a otros puntos como La Plata.

El bloque oficialista de Unión por la Patria de la Cámara baja logró desechar un pedido de interpelación de la oposición a Homero Giles, que no obstante concurrió a la Cámara Baja a dar explicaciones a los principales referentes de cada bloque: “La falta de recursos que sufre la provincia de parte de Nación tendrá implicancias inevitables en las prestaciones”,  justifica un legislador oficialista a este portal.

En calle 6 entienden que el pedido a los cortesanos puede eventualmente no tener una resolución inmediata, por lo que se resignan a convivir invariablemente con el ajuste permanente que propugna el libertario.

Hay otro dato inquietante en la órbita del gobierno provincial y tiene que ver con la confirmación de una fuerte retracción de la actividad económica que ha comenzado a repercutir en las cuentas provinciales: “Estamos más de cinco puntos bajo en la recaudación de enero respecto a diciembre", deslizan.

A esta situación acuciante, hay que agregarle la virtual paralización de la obra pública que financiaba Nación que ya se patentiza en el interior provincial: “La ruta 29 ha quedado en distintos tramos sin terminar, esta rastrillada y sin marcar en algunos puntos”, confía a PDS un legislador del interior que viaja asiduamente por esta transitada arteria que recorre el centro bonaerense .  

El PJ bonaerense cierra filas con el mandatario

El peronismo bonaerense cierra filas detrás del Gobernador bonaerense en su jugada de recurrir a la Corte Suprema de Justicia.

El ajuste mileísta ha logrado la particularidad de generar un tregua en el enfrentamiento soterrado que venían sosteniendo el titular partidario Máximo Kichner  y los seguidores del mandatario bonaerense que quieren despojar sin más del sillón pejotista al líder camporista

Si bien el peronismo bonaerense descongeló el debate reuniéndose el fin de semana en Cañuelas, la ausencia de Axel Kicillof hizo ruido: aunque el mandatario no es congresal partidario ni autoridad se descontaba de que estaría presente por su centralidad como figura política.

Kicillof ha venido desactivando cualquier atisbo de internismo en el ámbito del justicialismo bonaerense, trata imperiosamente de contener el apresuramiento de los propios que, encabezados por el avellanedense Jorge Ferraresi, acentúan su embestida para correr a Kirchner del sillón partidario provincial.

Si bien por el momento el Gobernador concentrará sus esfuerzos en la gestión, no descuidará la sucesión dentro del PJ nacional ya que tiene en mente hacer pie en la máxima estructura partidaria como trampolín para una eventual candidatura presidencial: “Hay que dejar transcurrir un poco el tiempo porque todavía está muy fresca la derrota de noviembre en la sociedad”, pone paños fríos ante este portal una fuente ligada la conducción bonaerense.