sábado 27 de julio de 2024 - Edición Nº2061

Sociedad | 9 feb 2024

LA TERCERA POSICIÓN

¿Por qué Manes votó distinto a su bloque? La UCR bonaerense se coló en la Ley Ómnibus

¿Cuál es la estrategia de los hermanos Manes? El radicalismo está partido. Un sector sigue apostando a Macri. ¿Se busca una tercera posición entre el PRO y CFK? Este año la UCR bonaerense elegirá líder.


Por: Ricardo Carossino

El diputado nacional Facundo Manes no sólo se diferenció del voto del bloque del radicalismo que conduce el lacrimoso Rodrigo De Loredo, sino que exhibió uno de los discursos más sólidos y progresistas contra el presidente de la Nación, Javier Milei: “Necesitamos estadistas y no leones”. Pero Manes no estaba solo, junto a él, el otro diputado radical Pablo Juliano de La Plata lo acompañó en la patriada.

La pregunta es ¿por qué lo hizo? ¿Qué intención política lo empuja a tener una diferenciación tan marcada en lo discursivo y en lo ideológico con el sector de la derecha del radicalismo que, según una fuente radical consultada por Política del Sur, piensa que el camino del libertario “es el correcto”.

 En el centenario partido miran muy atento los movimientos de Manes y su despegue del canon radical. El hombre busca una identidad nueva, dicen, pero no terminan de aclarar cuál sería esa identidad, sobre todo porque, piensan en la UCR, para transitar el progresismo habría que hacerlo de tal forma que no se choque con el kirchnerismo.

Como se recuerda, la UCR tenía las banderas de la centro izquierda y el progresismo allá por 1999 cuando se enfrentaron a Carlos Menem y esas banderas terminaron por el piso en diciembre de 2001 cuando Fernando de la Rúa dispuso el Estado de Sitio y con un saldo de 34 muertes reprimió la protesta social al mejor estilo Patricia Bullrich que, en sus fantasías de guerra fría, ve en las organizaciones sociales elementos anti occidentales.

Esas banderas del progresismo, inteligentemente se las arrebató Néstor Kirchner y Cristina Fernádnez y no sólo no trataron de recuperarlas, sino que terminaron enfrentados a esa identidad política cuando para sobrevivir la estructura se asociaron a la derecha de Mauricio Macri que se fumó un radicalismo entero en cuatro años.

Ahora, y a pesar de tantos fracasos, sigue la obstinación de una parte de la UCR de conservar una porción de poder en una alianza desgastada con el PRO por el pánico que les causa rozar cualquier posición política que los ensucie el polvo tóxico del kirchnerismo. El terror a que los consideren “putitas del peronismo”, como retuiteó Milei, los paraliza junto a los amarillos del cómodo antiperonismo.

Pero al parecer Manes tendría la fórmula mágica como quedó demostrado en su discurso al rechazar la Ley libertaria: ni macrismo, ni kirchnerismo. El neurocientífico intenta crear la tercera posición argentina para robarle algunas de las banderas que la UCR perdió después del 2001.

Y ya hay quienes leen este gesto del diputado como una jugada para adentro de la UCR de la Provincia de Buenos Aires sobre todo porque este año tendría que hacer elecciones en el partido bonaerense y el senador nacional Maximiliano Abad no sería candidato.

Abad, muy criticado por sectores de la UCR que siempre rechazaron su alineamiento al PRO junto con Gerardo Morales y Ernesto Sanz, prepara dos candidatos de su riñón para sucederlo: el ex intendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández que ya perdió las PASO junto con Néstor Grindetti o el senador provincial de Mar del Plata, Ariel Bordaisco, con mucho menos poder que Fernández.

Así como la pequeña fractura en diputados nacionales quedó expuesta con el voto de la Ley Ómnibus, también pasó lo mismo en la legislatura de la provincia con el sector de Abad conducido por el ex radical K, Diego Garciarena y el otro liderado por Claudio Frangul.

Como se sabe allá por diciembre pasado cuando las negociaciones en el radicalismo bonaerense parecían enfocarse sólo en ver si el partido continuaba o no en sociedad con el PRO, un sector se plantó ante la posibilidad de que Garciarena presidiera el bloque. Eran los legisladores que responden a Manes con Frangul.

Lo que comentaron a Política del Sur desde el radicalismo de la Tercera, es que la estrategia del neurocientífico se orienta a construir una nueva alternativa ante un posible fracaso de Milei porque entienden que el PRO se va a quedar con el gobierno nacional y suponen que será el momento de romper lanzas con los amarillos y fortalecerse ante lo que creen además una caída definitiva del kirchnerismo.

Suponen que el progresismo quedaría huérfano y que se tienen que volver a apropiar de esas banderas. Piensan desde el sector de los hermanos Manes, que en la UCR hay un problema de identidad y siendo dialoguistas no se resuelve ese dilema. Manes además apuesta a reforzar su vínculo con Martín Lousteau y construir en espacio de peso con base en el territorio porteño y bonaerense.

Detrás hay radicales históricos que pelearon la democracia junto a Raúl Alfonsín, como Federico Storani y Juan Manuel Casella, quien en diálogo con este medio hace semanas atrás, criticó duramente a Rodrigo De Loredo y reivindicó la organicidad a las decisiones partidarias por sobre las ideas personales.

 

 

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