En medio de ola de inseguridad que azotó a Lanús durante el mes de enero, unos de los crímenes salieron de la lógica del motochorro, aunque desde el PRO inscribían este homicidio dentro de los márgenes de la delincuencia callejera de robo seguido de muerte.
Desde la fiscalía a cargo de María Silvia Bussano UFI 7 de Avellaneda-Lanús, no podrían encontrar los motivos del homicidio y descartaban el robo por lo que todo apuntaba a un crimen de características personales o de venganza por venta de drogas, razones sexuales o deudas de dinero. Incluso desde la fiscalía llegaron a creer que los autores del homicidio se habían equivocado de víctimas.
Pero el caso es que no se trató de la autodenominada “inseguridad” de la que la derecha saca su rédito proselitista, sino de otro tipo de crimen en el que quedó involucrado un ex comisario de la Policía Bonaerense que trabajó en las departamentales de Avellaneda y Lanús y Almirante Brown, Adrián Francisco Brulc (54).
Brulc es ahora el principal sospechoso por el crimen del monaguillo Germán Zuccarelli (46) y de su tía, Ana Russo (77), acribillados a balazos cuando regresaban a su casa y fue detenido ayer jueves en el marco de un allanamiento de urgencia en la localidad de Villa Centenario, ordenado por la jueza de Garantías 1 de Avellaneda-Lanús, Mariela Bonafine.
Las cámaras de seguridad finalmente fueron la clave de este caso por las imágenes que siguieron el coche de los homicidas, un Volkswagen Cross Fox, desde General Pico, entre Eva Perón y General Guido, donde atacaron al monaguillo y su tía el viernes pasado, hasta Lomas de Zamora.
Las cámaras y los domos fueron trascendentales para constatar que los homicidas habían hecho inteligencia: 24 horas antes del ataque a tiros habían pasado por la misma cuadra en la que, al día siguiente, Zuccarelli recibió seis disparos en la zona del torso con un arma de fuego calibre 22 y su tía, cuatro tiros en la parte baja del abdomen.
Brulc, ex cabeza de la Departamental de Almirante Brown, ya había sido detenido en febrero de 2019, acusado del delito de lavado de activos con una causa a cargo del juez federal Federico Villena en Lomas de Zamora, en la que intervinieron la UIF y la AFIP.
Tras una investigación iniciada por la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad, en ese entonces a cargo de Guillermo Berra, a mediados de 2017, se pudieron establecer incompatibilidades entre los ingresos reportados por el uniformado y los bienes que ostentaba, como un departamento en Caballito, una casa en Lanús, dos autos, una camioneta 4×4 y cinco terrenos en la localidad de Esteban Echeverría valuados en ese entonces en 250 mil dólares.
En ese momento, Brulc ganaba 40 mil pesos mensuales en aquel entonces. También, figuraba como socio gerente de una firma dedicada al negocio de los camiones. Entre sus bienes cuestionados, se encontraba, por ejemplo, una guardería de camiones en Esteban Echeverría.
Su vinculación con Echeverría se da en 2016. En el marco de un cambio de políticas de seguridad impulsadas por el entonces ministro Cristian Ritondo del PRO cuando decidió volver a las departamentales. Ritondo fue quien nombró en ese año jefe de la departamental de Echeverría que abarcó a Brown y Ezeiza a Adrián Brulc.
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